"Las jeringuillas est¨¢n prohibidas"
Pregunta. Muy poco antes de ser nombrado usted se firm¨® un acuerdo entre los ministerios de Justicia y de Sanidad que inclu¨ªa cosas que llama ron mucho la atenci¨®n, como el facilitar la desinfecci¨®n de las jeringuillas.
Respuesta. En las prisiones no hay jeringuillas. Puede haber alguna excepci¨®n, pero es un art¨ªculo prohibido por e reglamento penitenciario. La desinfecci¨®n de las jeringuillas no existe, pues no existen las jeringuillas, est¨¢n prohibidas. Ahora, si hay alguna, no vamos a dar un bote al recluso para que la meta dentro. Lo que vamos a dar es informaci¨®n profil¨¢ctica en todos los sentidos. Tenemos la obligaci¨®n de educar sanitariamente a todos los internos porque no es que contraigan el SIDA dentro de la prisi¨®n; es que entran con ¨¦l. Yo me atrever¨ªa a decir que el 99,9%. de los casos que hay en la c¨¢rcel han entrado ya con el SIDA.
No es que all¨ª se generen sino que se entra ya con ciertas patolog¨ªas. Una prueba evidente es algo de lo que se habla menos, como la hepatitis B. Con las pruebas que hoy tenemos ya hechas resulta que de los internos que tenemos en la prisi¨®n s¨®lo se puede vacunar a un. 20% porque el resto ya se han inmunizado fuera de la prisi¨®n.
V¨ªas de contagio
P. Quiz¨¢s es dificil contraer el SIDA por la v¨ªa del paso de jeringuillas, pero hay otra v¨ªa: las relaciones homosexuales.
R. En primer lugar, no es tan alta la incidencia de la homosexualidad como se dice. Hay casos como los hay fuera y una conducta normal en la calle puede estar acomodada dentro a la homosexualidad, pero es pasajera. Tambi¨¦n hay homosexuales, claro. En ese sentido, nuestra obligaci¨®n es una buena educaci¨®n sanitaria profil¨¢ctica. Que se conozca bien c¨®mo se contrae el SIDA, la s¨ªfilis, la hepatitis. Dando una buena educaci¨®n, indicando claramente que aquellos instrumentos, como las tijeras, las m¨¢quinas de afeitar, que comportan riesgo de transmisi¨®n, se desinfectan si se sumergen media hora en la lej¨ªa que tienen los internos en la actualidad en la cantidad que quieren.
P. Ha asegurado usted alguna vez que no hay tanto SIDA ni tanta drogadicci¨®n como se dice. ?Cu¨¢les son las cifras?
R. Es imposible de determinar. ?A qui¨¦n se considera drogadicto? ?Al que se considera adicto o al que consume? Creo que es alto el ¨ªndice de los que han consumido drogas. Que sean drogodependientes, pienso que un porcentaje alto. Es dif¨ªcil de saber; no hay cifras.
P. ?Cu¨¢l es la poblaci¨®n penitenciaria?
R. En total, 30.000 personas, que supone proporcionalmente la m¨¢s baja de Europa. Que dependan de la Administraci¨®n central, unas 26.000.
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