Concluye la declaraci¨®n de testigos en el juicio de la 'mafia' policial

Los cinco ¨²ltimos testigos del juicio oral sobre la presunta mafia policial comparecieron ayer citados por las defensas de dos de los agentes procesados. Todos son compa?eros de profesi¨®n de los encausados Antonio Caro y Miguel Angel Bercianos, para quienes la fiscal Mar¨ªa Pilar Mart¨ªnez N¨¢jera solicita, respectivamente, seis a?os de prisi¨®n por tenencia il¨ªcita de armas y tres a?os por un delito por tr¨¢fico de drogas.

El comisario principal honorario del cuerpo de polic¨ªa, Jos¨¦ Mateo Estrada, ahora jubilado, que trabaj¨® con Caro en la comisar¨ªa de Santander, durante los a?os 1977 y 1978, calific¨® al procesado de "excelente profesional y trabajador".Pedro Ignacio Santamar¨ªa Vicario, del grupo antiatracos, se desplaz¨® desde Bilbao para recordar que Bercianos fue su jefe de grupo y est¨¢ en posesi¨®n de m¨¢s de cien felicitaciones por el mando as¨ª como de la cruz al m¨¦rito policial con distintivo rojo que, subray¨®, "muy pocos agentes alcanzan a lo largo de su vida profesional". En parecidos t¨¦rminos se expres¨® el inspector Francisco Moar Mart¨ªnez, a preguntas del defensor de Bercianos, Fernando Sarmiento.

Por su parte, Agust¨ªn Diaz Santos,jefe del grupo de estupefacientes en la jefatura de Bilbao, declar¨®, como los anteriores que los agentes, una vez incautada, no tienen disponibilidad alguna de droga por ser ¨¦sta remitida inmediatamente al juzgado o a Sanidad. El letrado Sarmiento le interrog¨® sobre la similitud entre la hero¨ªna y el colacao y las aspirinas trituradas mezcladas con polvos de talco y la coca¨ªna. Tras una respuesta afirmativa, agreg¨® Diaz Santos que tales imitaciones pueden hacerse por quienes se dedican al tr¨¢fico de estupefacientes. El colacao es susceptible de confundirse a simple vista con la hero¨ªna, de color marr¨®n.

Unos y otros testigos estuvieron de acuerdo en que no existen fondos concretos para pagar a los confidentes. Algunos de los primeros pueden trabajar, incluso, de forma altruista; a los segundos se les compensan los servicios una vez practicados.