La isla de calor
Placas de hielo en las carreteras, principalmente en las del norte de la Comunidad, bancos de niebla a primeras horas de la ma?ana y -2? en el centro de la ciudad (registrados ayer) son los datos del fr¨ªo que estos d¨ªas azota a los madrile?os.En Madrid se vienen realizando investigaciones sobre el clima urbano desde hace un cuarto de siglo en el Instituto de Econom¨ªa y Geograf¨ªa Aplicadas (antes Juan Sebasti¨¢n Elcano), del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), en colaboraci¨®n con la secci¨®n de Geograf¨ªa de la universidad Aut¨®noma de Madrid, bajo la direcci¨®n de Antonio L¨®pez G¨®mez.
El equipo de investigaci¨®n, formado por los ge¨®grafos Julia L¨®pez G¨®mez, Felipe Fern¨¢ndez Garc¨ªa y Fernando Arroyo llera (con el auxilio de un grupo de colaboradores), acaba de publicar un resumen de su trabajo en torno a la detecci¨®n y medici¨®n de la isla de calor en Madrid.
Aunque en sus inicios el estudio se hizo mediante an¨¢lisis de los datos procedentes de los distintos observatorios meteorol¨®gicos de la ciudad y sus alrededores (adem¨¢s de los del Retiro y el aeropuerto de Barajas existe otro en la Ciudad Universitaria), hubo que proceder a mediciones directas, ya que el ¨²nico instalado dentro de la ciudad se encuentra en el interior del mayor parque madrile?o, que constituye una microisla de frescor dentro de la ciudad, y sus datos no resaltan todo el contraste clim¨¢tico existente.
Las mediciones directas se han llevado a cabo durante varios a?os, a lo largo de tres recorridos fijos que cortan la ciudad en sus ejes norte-sur (de Alcobendas a Getafe), noreste-suroeste (desde el r¨ªo Jarama hasta Alcorc¨®n) y noroeste-sureste (de Aravaca a Vallecas). Realizadas en diferentes situaciones atmosf¨¦ricas y horarias (ma?ana, tarde, medianoche y madrugada), han permitido constatar las peculiaridades de Madrid.
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