Gana el ensayo

Se ha dicho repetidamente que el siglo XX es el segundo Siglo de Oro de las letras hisp¨¢nicas pero no se ha notado apenas su rasgo intelectual y literario m¨¢s instintivo: la importancia del pensamiento en la forma m¨¢s propiamente hisp¨¢nica, la del ensayo. Que el premio Cervantes para 1989 haya sido otorgado a un ensayista muestra que el jurado ha tenido la valent¨ªa de distinguir la excepcional val¨ªa de una forma literaria, relegada usualmente a una especie de tierra de nadie. Jos¨¦ Ferrater Mora (merecedor de un futuro premio Cervantes) ha observado que "un pensamiento es ante todo su forma de expresi¨®n". El mismo Ortega que se propuso pensar, al germ¨¢nico modo, "por sistemas" tuvo que ser fiel a su circunstancia nacional y fue as¨ª uno de los grandes ensayistas del siglo XX occidental, quiz¨¢ en verdad el m¨¢s grande. Mar¨ªa Zambrano es por supuesto una alumna y disc¨ªpula de Ortega: m¨¢s sus ensayos primeros fueron ya algo diferente a los de su maestro. O dicho en otros t¨¦rminos, Mar¨ªa Zambrano estaba ya en su estilo cuando empez¨® a publicar tempranamente. Recordemos que el escritor no elige estrictamente su estilo, del "sino modo que ning¨²n ser vivo interviene en su propio nacimiento. Digamos, invirtiendo a la espa?ola los t¨¦rminos de la famosa f¨®rmula de Buffont el estilo est¨¢ en el ser humano antes de estar ¨¦l en su estilo. "El estilo es camino, no un camino por el que se va sino un camino que nos lleva", escrib¨ªa Unamuno en 1924.Voz peregrina

Mar¨ªa Zambrano ha peregrinado adem¨¢s por muchas tierras antes de regresar a su patria. Y no ser¨ªa arbitrario se?alar que el jurado del premio Cervantes ha reconocido tambi¨¦n a esta voz tan simb¨®licamente peregrina de aquella comunidad espa?ola que se vio forzada a abandonar su patria en 1939, estableci¨¦ndose en las acogedoras tierras de las Am¨¦ricas de su lengua. Y Mar¨ªa Zambrano fue pronto la voz femenina m¨¢s escuchada y respetada de dicha comunidad. Porque en ella se fund¨ªan los dos modos del ensayismo espa?ol contempor¨¢neo, el unamuniense y el orteguista, la poes¨ªa y el rigor. Ortega dec¨ªa que se viene al mundo a hacer precisi¨®n o literatura o se calla uno. Quiz¨¢ el mismo Ortega no hab¨ªa visto que en su propia precisi¨®n hab¨ªa tambi¨¦n literatura e inversamente. Digamos de paso que el precepto de Ortega apuntaba a impedir que proliferaran entre los hisp¨¢nicos los modos ambiguos del quehacer intelectual y literario. Mar¨ªa Zambrano ha sido a la vez unamuniense y orteguista. Porque en ella el ensayo ha sido intensamente personal e introspectivo sin Regar nunca a ser imp¨²dicamente confesional como en Unamuno. Puede decirse que Mar¨ªa Zambrano es una ensayista l¨ªrica y su obra constituye un todo unitario.

Jos¨¦ Ferrater Mora ha defendido tambi¨¦n la existencia del pensamiento de lengua espa?ola indicando que la ausencia de sistemas no equivale a la falta de coherencia en los pensadores hisp¨¢nicos. Mar¨ªa Zambrano es un ejemplo precisamente de la coherencia al hisp¨¢nico modo, la coherencia de la persona y la integridad del estilo.