Un "gal", en la c¨¢rcel de Bangkok
Ismael Miquel insin¨²a que altos mandos policiales con autorizaci¨®n pol¨ªtica organizaron los GAL
"No s¨¦ si quieren que desmienta o confirme lo que ellos han montado", declara el colaborador de la polic¨ªa y supuesto organizador de un atentado de los GAL Ismael Miquel Guti¨¦rrez, condenado a cadena perpetua por tr¨¢fico de hero¨ªna en Tailandia. En la prisi¨®n de Bangkwang, en las afueras de Bangkok, Ismael Miquel teme ser asesinado por un pu?ado de bahts -moneda tailandesa-, y afirma que su detenci¨®n en Tailandia fue organizada desde Madrid. "Alguien tiene inter¨¦s en dejarme aqu¨ª, pero yo quiero volver a Espa?a. M¨¢s vale que est¨¦ all¨ª antes de las elecciones de 1990", recalca el colaborador policial. Miquel insin¨²a que altos mandos policiales con autorizaciones superiores han organizado los GAL.
Ismael Miquel, de 32 a?os, fue detenido en Tailandia el 2 de abril de 1986 bajo la acusaci¨®n de tr¨¢fico de hero¨ªna y condenado posteriormente a cadena perpetua. "No tengo nada que ver con esa hero¨ªna", dice Miquel, que contin¨²a prisionero en la c¨¢rcel de Bangkok bajo la falsa identidad de Antonio Solero Guidet.Miquel precisa que estaba en un hotel con un tailand¨¦s cuando ambos fueron inesperadamente capturados. "Yo estaba", dice, "con 4.500 d¨®lares en mi bolsillo para comprar al thai unos rub¨ªes. Despu¨¦s encontraron en el coche del thai, que estaba en el aparcamiento, un kilo de hero¨ªna con la que yo no ten¨ªa nada que ve ".
"El tr¨¢fico de drogas", a?ade, "es un delito pol¨ªtico, sagrado, porque quieren presentar de cara al exterior que el Gobierno lo combate. Por eso un peque?o traficante es condenado a cadena perpetua y un asesino a 30 a?os". Tailandia es uno de los pa¨ªses del llamado tri¨¢ngulo del oro, junto con Laos y Birmania, que producen la mayor parte de la hero¨ªna del mundo.
El 23 de noviembre es una fecha especial y destacada en el calendario tailand¨¦s. Se denomina Loy Krathong y marca la luna llena del duod¨¦cimo mes lunar. Ese d¨ªa s¨®lo puede visitarse a los presos del m¨®dulo tercero de la c¨¢rcel de m¨¢xima seguridad de Bangkwang. Miquel se encuentra internado en el m¨®dulo cuarto. Alrededor de las once de la ma?ana un funcionario le transmite que alguien le espera en un locutorio. Est¨¢ sorprendido, porque las normas son realmente r¨ªgidas en la prisi¨®n.
En pantal¨®n de deporte azul, camiseta blanca y zapatillas, Miquel llega hasta un largo locutorio que separa a los presos de los visitantes por dos enrejados separados por un metro de distancia. Su incipiente calvicie constrasta con la poblada perilla y un gran bigote. "No s¨¦ c¨®mo has entrado aqu¨ª, y sobre todo un d¨ªa que no es de visita para el m¨®dulo cuarto".
El confidente policial no quiere facilitar detalles de su cooperaci¨®n con determinados miembros de este servicio espa?ol, especialmente con los inspectores de grupos antiatracos y estupefacientes Jorge Haro Guerrero y Emilio Monge, cuya declaraci¨®n favorable al ahora preso le vali¨® para salir libre de un juicio en Espa?a."Me pasar¨¦ a ETA"
Tampoco quiere precisar datos concretos sobre su suspuesta relaci¨®n con el atentado de los GAL contra el ciudadano franc¨¦s Robert Caplanne, el 24 de diciembre de 1985. Los integrantes del comando fueron detenidos poco despu¨¦s y acusaron a Miquel de ser el inductor del atentado. El responsable del comando, Jos¨¦ Luis Fari?as, declar¨® que Miquel proporcion¨® al grupo antes del atentado armas, d¨ªnero e informaci¨®n sobre re1ug ados vascos en el sur de Francia pararealizar acciones terroristas. Les ofreci¨® mill¨®n y medio de pesetas por cada etarra eliminado.
"No s¨¦ qui¨¦n ha organizado mi detenci¨®n", asegura, "y qui¨¦n tiene inter¨¦s en dejarme aqu¨ª o mantenerme apartado de Espa?a". Miquel se va enfureciendo progresivamente a medida que recuerda los tres a?os que lleva en prisi¨®n e imagina lo que le puede esperar. "Quiero que me bajen a Espa?a r¨¢pidamente", dice, "porque estoy empezando a cansarme y no creo que se atrevan a seguir asi". Airado, a?ade: "Si siguen as¨ª, van a convencerme para que me pase a las filas de ETA".
Sobre el asesinato de Caplanne, Miquel afirma: "No hay pruebas de que yo estuviera mezclado en ese caso. Puedo demostrarque me encontraba ya en Tailandia con mi verdadero nombre Caplanne fue asesinado el 24 de diciembre, fecha que tambi¨¦n es significativa".
Miquel sabe que los polic¨ªas Amedo y Dom¨ªnguez se encuentran en prisi¨®n por su relaci¨®n con los GAL. Los funcionarios de la embajada espa?ola le comentan alguna de las noticia procedentes de Espa?a. Sin cm bargo, desconoc¨ªa el estado del proceso en Espa?a y los interrogatorios a los superiores de Amedo. Asiente y r¨ªe ir¨®nicamente cuando se le transmite que el juez investiga la supuesta implicaci¨®n de superiores policiales en la trama de los GAL.
Miquel insin¨²a que, obvia mente, altos cargos policiales con autorizaci¨®n pol¨ªtica han organizado y dirigido las acciones de los GAL. "Pero no quiero dar detalles sobre eso", explica, "pues aqu¨ª hay cerca de 6.000 asesinos que pueden acabar conmigo por unos cuantos batlis. Como diariamente de espaldas a la pared. ?Por qu¨¦ crees que no he hablado hasta ahora?".
La prisi¨®n de m¨¢xima seguridad de Bangkwang alberga a m¨¢s de 6.000 reclusos, de los cuales s¨®lo unos 200 est¨¢n condenados por tr¨¢fico de drogas. Miquel conserva a¨²n la esperanza de regresar a Espa?a y solucionar su situaci¨®n. Est¨¢ obsesionado con ese tema.
A comentarios de este enviado especial sobre la posibilidad de que las autoridades espa?olas prefieran que no regrese, Miquel se enoja y amenaza: "Quiero bajar, y cuanto antes. No creo que les interese que me quede aqu¨ª. A no ser que quieran que comience a hablar. ?Cu¨¢ndo son las elecciones? Bueno, pues m¨¢s vale que est¨¦ en Espa?a para antes de las elecciones".
Miquel asegura que la embajada le tiene absolutamente vigilado, controlado y aislado del exterior. "Me controlan y censuran la corre spondenc¨ªa" dice, "y no s¨¦ c¨®mo has podido entrar aqu¨ª sin una carta de la embajada. Incluso las cartas de mi familia, que me llegan con mes y medio de retraso, aparecen cortadas a veces". Su relaci¨®n con los funcionarios de la embajada es como hablarle a un muro. "Son polic¨ªas gen¨¦ticos", a?ade. "Cuando les pregunto c¨®mo est¨¢ mi caso, la respuesta es siempre la misma: 'Sigue su curso".
Ismael Miquel asegura que la embajada le ha recomendado que no solicite el indulto real en Tailandia; mientras el c¨®nsul Jorge S¨¢nchez afirmaba que se hab¨ªan tramitado a las autoridades todos aquellos que los presos hab¨ªan solicitado.
"Hongos, eccemas, yo qu¨¦ s¨¦"
Miquel asegura que la actuaci¨®n de la embajada espa?ola es pr¨¢cticam.ente nula y, en algunos casos, incluso perjudicial para los espa?oles presos en ese pa¨ªs.Miquel afirma: "El Gobierno nos da 1.500 bahts al mes -7.000 pesetas-, pero ah¨ª se acaba todo. Yo he pedido un m¨¦dico hace meses, pag¨¢ndolo de mi bolsillo. No hay forma, y tengo los pies y algunas partes del cuerpo llenos de eccernas, hongos o yo qu¨¦ s¨¦. No he vuelto a saber nada. Alfonso Garc¨ªa, uno de los presos que est¨¢n aqu¨ª, ha perdido en los ¨²ltimos meses 15 kilos; se caga mientras anda. Si no hacen algo se va morir r¨¢pidamente".
Las condiciones de la prisi¨®n infierno de Bangkok pueden imaginarse si se compara la c¨¢rcel madrile?a de Carabanchel con un hotel. La higiene es algo que se desconoce. La comida es muy picante para los est¨®magos espa?oles y su calidad es mejor ni imaginarla.
Miquel explica tambi¨¦n que la embajada le recomend¨® que se declarase culpable y que no luchase por defender su inocencia. Ante la tercera corte judicial que revis¨® su caso desisti¨® de demostrar su inocencia.
El colaborador de la polic¨ªa a?ade que tambi¨¦n ha solicitado que le sea aplicado el convenio para cumplir su pena en Espa?a, aunque todav¨ªa no ha sido informado de cu¨¢l es el mejor m¨¦todo para salir de Tailandia y volver a Espa?a. "Ya estoy olvidando el espa?ol y prefiero estar cerca de mi familia. Taimbi¨¦n quiero estar all¨ª para poder defenderme".
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