La familia de un 'bar¨®n' de la cocaina realiza grandes inversiones en Espa?a

Viene de la primera p¨¢ginaLos datos que figuran en su pasa porte consular indican que Jos¨¦ Nelson Ballesteros Matta naci¨® el 13 de agosto de 1950 en Camag¨¹ey (Honduras), es hijo de Ram¨®n y Mar¨ªa Teresa -como su hermano encarcelado en EE UU- y est¨¢ casado con una colombiana, Rosa Ester Mart¨ªnez Fern¨¢ndez.

Nelson Matta hab¨ªa iniciado negocios con el gallego Louzao el 4 de octubre de 1983, meses antes de ser residente. En la misma fecha se incorporaron a este grupo empresarial los hermanos Manuel Celestino y Celso Luis Fern¨¢ndez Espina, dos asturianos que emigraron a Latinoam¨¦rica y que, tras su regreso a Espa?a, han sido presentados en diversos medios de comunicaci¨®n -incluido un programa de Radiotelevisi¨®n Espa?ola- como personas relacionadas con el blanqueo de dinero procedente del narcotr¨¢fico.

Los Fern¨¢ndez Espina son propietarios del hotel Soloy, en Ciudad de Panam¨¢; del hotel El Caribe, en Cartagena de Indias (Colombia), y de un gran hotel en Venezuela. En 1981 crearon en Espa?a la cadena Celuisma, que actualmente incluye los hoteles Florida Norte, en Madrid (de cuatro estrellas); Los Tilos, en Santiago de Compostela (de cuatro estrellas); R¨ªas Altas, en La Coru?a (de tres estrellas); Mar sol, en Cand¨¢s (de tres estrellas); Las Lomas, en Oviedo (de tres estrellas); Pathos, en Gij¨®n (de dos estrellas), y Alisas, en Santander (de dos estrellas).

Inversiones millonarias

Han realizado, por tanto, en siete a?os inversiones que se miden en miles de millones de pesetas, y han sido investigados por la brigada de estupefacientes. Sobre todo a ra¨ªz de que la polic¨ªa interceptara una serie de cartas dirigidas a Luis Fern¨¢ndez Espina por Jorge Luis Ochoa, destacado miembro del c¨¢rtel de Medell¨ªn, cuando ¨¦ste fue detenido en Espa?a, en noviembre de 1984. Las cartas de Jorge Luis, que en 1986 ser¨ªa extradido a Colombia, hab¨ªan sido remitidas desde Panam¨¢ hasta el hotel Florida Norte, pero fueron encontradas en el domicilio madrile?o de Ochoa.

En cuanto a Jes¨²s Louzao Pardo, nacido en 1930 en la provincia de Lugo, es un empresario que en 1983 ten¨ªa problemas graves. Claro ejemplo del gallego que se ha hecho a s¨ª mismo, Louzao pas¨® de su oficio de mec¨¢nico al negocio de la compraventa de autom¨®viles. Tuvo varios establecimientos comerciales -primero, en la calle de Orz¨¢n; luego, en la de Fernando Gonz¨¢lez- hasta que, a mediados de los setenta, instal¨® su empresa Autom¨®viles Louzao, concesionaria de la Mercedes Benz, en las afueras de La Coru?a.

Ese traslado signific¨® un salto fundamental para los negocios del lucense. La nueva sede social de Autom¨®viles Louzao es un edificio importante por su situaci¨®n y dimensiones, que lleva anejos un tren de lavado y grandes talleres. Fue edificada por Construcciones y Contratas. La delegaci¨®n coru?esa de un gran banco espa?ol garantiz¨® la operaci¨®n con un aval de 500 millones de pesetas.

Poco despu¨¦s, a finales de la pasada d¨¦cada, Louzao se vio en dificultades con aduanas. El Tribunal de Contrabando le abri¨® varios expedientes porque presuntamente hab¨ªa importado Mercedes usados de Alemania Occidental con la documentaci¨®n de emigrantes gallegos que no hab¨ªan regresado a Espa?a. Casi simult¨¢neamente, en esos a?os de crisis para el autom¨®vil de lujo y agobiado por las cargas financieras derivadas de la construcci¨®n de sus nuevas oficinas el comerciante lucense empez¨® a acumular deudas bancarias. A comienzos de los ochenta, una inspecci¨®n fiscal dej¨® constancia de que Louzao ten¨ªa tambi¨¦n una deuda millonaria con Hacienda.

Toda esta situaci¨®n se invirti¨® como por ensalmo con la llegada a Galicia de Nelson Matta, que hizo un voluminoso dep¨®sito en divisas en el mismo banco que hab¨ªa avalado el contrato de Louzao con Construcciones y Contratas. Mediante ese dep¨®sito, el hondure?o garantiz¨® todas las operaciones futuras de su socio gallego. Aunque la entrada de Jos¨¦ Nelson en los negocios de Louzao data de 1983, el hondure?o no legaliz¨® hasta 1986 su residencia en La Coru?a. Para entonces, las empresas automovil¨ªsticas de Louzao marchaban viento en popa gracias a la expansi¨®n de las ventas y a la incorporaci¨®n de nuevas marcas, como Porsche, Saab, BMW y Toyota. El a?o 1986 fue tambi¨¦n definitivo para Louzao, porque marca el inicio de sus inversiones inmobiliarias a gran escala. Francisco V¨¢zquez, alcalde socialista de La Coru?a y hombre considerado af¨ªn al vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, le abri¨® al comerciante lucense el muy rentable campo de la explotaci¨®n de aparcamientos municipales, a pesar de que las autoridades conoc¨ªan perfectamente tanto el pasado de Louzao como sus conexiones con los Matta Ballesteros.

Concesiones municipales

El vendedor de Mercedes es, adem¨¢s, concesionario de aparcamientos municipales en Lugo y Pontevedra. En La Coru?a explota los de la ciudad sanitaria y el la plaza de Pontevedra, todav¨ªa en construcci¨®n. Para este ¨²ltimo proyecto, Louzao se ha asociado con Antonio V¨¢zquez Li?eiro, un personaje controvertido que est¨¢ apareciendo como art¨ªfice de la mayor¨ªa de las grandes obras municipales realizadas o previstas en la citada ciudad gallega. V¨¢zquez Li?eiro, amigo del alcalde Francisco V¨¢zquez desde la infancia, es un delineante que, en su ciudad, empieza a ser conocido como el Bofill de La Coru?a. El colegio local de arquitectos ha protestado reiteradamente por sus actividades y por la reluvancia profesional que la autoridad municipal le otorga.

Otro gran proyecto inmobiliario emprendido por Louzao es la promoci¨®n de 183 viviendas, locales y garajes en Rutis, Ayuntamiento de Culleredo (La Coru?a). El proyecto le fue adjudicado por la Consejer¨ªa de Ordenaci¨®n deI Territorio y Obras P¨²blicas de la Xunta de Galicia, que subvenciona las obras. Las inversiones de Jes¨²s Louzao Pardo se miden ya, como las de los hermanos Fern¨¢ndez Espina, en miles de millones de pesetas, magnitud de un orden que dific¨ªlmente se corresponde con los beneficios de la compraventa de autom¨®viles, por rentable que ¨¦sta sea.