Martenson: "La ONU debe seguir en Nueva York"

"Ha sido un incidente desafortunado, pero creo que la sede central de la ONU debe seguir en Nueva York y que ser¨ªa muy dr¨¢stico trasladarla a otro sitio como consecuencia de sucesos que no son habituales". As¨ª se expresa en declaraciones a este diario el sueco Jan Martenson, director general de la oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, al ser preguntado sobre si ser¨ªa oportuno trasladar a un pa¨ªs neutral el cuartel general de la organizaci¨®n internacional con el fin de que no se repitieran acciones como la del rechazo norteamericano a la solicitud de visado cursada por el l¨ªder palestino, Yasir Arafat, impidi¨¦ndole intervenir ante la Asamblea General en el debate sobre Palestina. El debate, que iba a iniciarse hoy, ha sido aplazado, pero existe un principio de acuerdo para realizarlo en Ginebra a mitad de mes.

Martenson, diplom¨¢tico de carrera y antiguo jefe del gabinete del rey de Suecia, est¨¢ vinculado a la ONU desde hace mucho tiempo y actualmente es, adem¨¢s de responsable de la sede subsidiaria de Ginebra, secretario general adjunto de Derechos Humanos de la organizaci¨®n. Ha estado precisamente en Madrid en calidad de este cargo para recibir la adhesi¨®n de la Federaci¨®n Espa?ola de Municipios y Provincias a los actos conmemorativos del 40? aniversario de la proclamaci¨®n de la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos, que se celebrar¨¢n el pr¨®ximo 10 de diciembre."Vivimos actualmente una primavera que espero que desemboque en verano en lo que respecta al estado de los derechos humanos en el mundo. Se han hecho grandes progresos y me siento optimista", declara al ser preguntado sobre la situaci¨®n general, si bien se?ala que el n¨²mero de pa¨ªses donde se cometen violaciones es todav¨ªa muy elevado. "El problema que tiene la ONU es que est¨¢ formada por naciones soberanas y, por tanto, no puede ejercer un control policial sobre ellas, pero s¨ª ayudar a implementar la legislaci¨®n".

Cambio en la URSS

Martenson se?ala que es "muy interesante el cambio de actitud que se est¨¢ produciendo en la Uni¨®n Sovi¨¦tica y en los dem¨¢s pa¨ªses de la Europa del Este" con respecto a los derechos humanos. "La semana pasada regres¨¦ de Mosc¨², donde asist¨ª a un cursillo sobre administraci¨®n de justicia organizado por la ONU con la colaboraci¨®n de las autoridades sovi¨¦ticas. Se puede decir que ha sido un acontecimiento hist¨®rico, porque es la primera vez que se organiza un acto de este tipo en cooperaci¨®n con un Gobierno socialista".El diplom¨¢tico sueco es un experto en desarme. El a?o pasado fue el secretario general de la Conferencia Internacional sobre la relaci¨®n entre Desarme y Desarrollo celebrada en Nueva York. Preguntado si piensa que, a la postre, ha sido ¨²til la doctrina reaganiana de condicionar las negociaciones sobre desarme a la evoluci¨®n de los derechos humanos en la URSS, replica: "El respeto a los derechos humanos no lo limitar¨ªa s¨®lo al desarme. Los derechos humanos son el tejido b¨¢sico de la humanidad y sin ellos todo lo dem¨¢s estar¨¢ construido sobre una base muy fr¨¢gil".

La raz¨®n por la cual el papel de las Naciones Unidas ha crecido ¨²ltimamente se debe, en su opini¨®n, a que se ha comprendido que era necesario pasar del bilateralismo al multilateralismo, entendido ¨¦ste como medio de resolver los conflictos mediante la cooperaci¨®n y no con el enfrentamiento. "Creo que como consecuencia del relajamiento de la tensi¨®n entre las grandes superpotencias -lo cual ha supuesto que se hayan producido progresos en campos como el desarme, los derechos humanos, los conflictos regionales (Ir¨¢n-Irak, Afganist¨¢n, S¨¢hara, Namibia, etc¨¦tera)-, y gracias tambi¨¦n a los esfuerzos del secretario general de la ONU en los momentos cr¨ªticos, nos hemos dado cuenta que los graves problemas mundiales como el desarme, la seguridad, el SIDA, la deuda externa o el desarrollo de los pa¨ªses pobres no pueden ser resueltos por un pu?ado de pa¨ªses sin la colaboraci¨®n de los dem¨¢s".

Martenson explica con una vieja historia del Oeste el cambio de actitud mundial respecto a la capacidad de la ONU para resolver conflictos: "Usted recordar¨¢ la vieja historia del Oeste en la que hab¨ªa un tipo sentado al piano y con un cartel colgado en la pared en el que se dec¨ªa: 'No disparen al pianista. Hace lo que puede.' Lo que hemos visto hasta ahora es que la gente ha disparado al plano, al instrumento, en vez de hacerlo contra el pianista, que es el que tocaba mal".