Ruperto Sagasti
Un ni?o de la guerra, la voz en Espa?a de Dasaev
Sali¨® de Espa?a con 12 a?os, cuando el Ej¨¦rcito republicano comenzaba a perder la guerra civil. No sabe bien por qu¨¦, aunque pensaba que "era un viaje de ida y vuelta". Ruperto Sagasti, un ni?o de la guerra, futbolista del Spartak de Mosc¨² y ahora docente en la c¨¢tedra de f¨²tbol del Instituto Central de Cultura F¨ªsica de la capital sovi¨¦tica, ha regresado a Espa?a, esta vez como int¨¦rprete de su compatriota Rinat Dasaev, el primer futbolista de aquel pa¨ªs que juega en la Liga espa?ola.
Natural de Cabrero (Navarra), lugar del que afirma no saber "d¨®nde est¨¢ exactamente", emigr¨® a Bilbao muy ni?o, y desde all¨ª inici¨® una larga aventura de juventud. Embarcado en Santurce el 13 de junio de 1937, viaj¨® junto a otros ni?os de la guerra con destino a la URSS. Primero a Leningrado, y posteriormente a Odesa, "a una casa de los ni?os, como all¨ª las llamaban", cuenta Sagasti. "Me encontr¨¦ con desconocidos, pero fuimos bien recibidos", y agrega que tambi¨¦n tuvo la suerte de ir al Sur, a Odesa.Su infancia estuvo presidida por las guerras. Primero, la civil espa?ola, y luego, ya en URSS, la Gran Guerra, en la que murieron 25 millones de sovi¨¦ticos y por la que tuvo que huir Volga abajo hacia Bak¨² y Tbilisi perseguido por las bombas alemanas. Sagasti asegura que supli¨® a su familia "pensando en el futuro".
Sagasti, al que no le gusta hablar de su vida "porque y est¨¢ todo contado", intent¨® la carrera musical tocando la corneta, pero el f¨²tbol, que ya practicaba en Bilbao, marc¨® su destino. Comenz¨® jugando en Odesa, donde "ten¨ªamos un equipo de espa?oles", y luego pas¨® al Crilla Sovietov, para enrolarse definitivamente en el Spartak, el equipo sovi¨¦tico de las cooperativas, donde milit¨® cinco a?os.
Estudi¨® la carrera deportiva, y pas¨® a ser docente en la c¨¢tedra de f¨²tbol del Instituto Central de Mosc¨². Ahora, a sus 65 a?os -hace cinco que podr¨ªa haberse jubilado-, sigue "porque todos los de la c¨¢tedra incluido el jefe, fueron mis alumnos, y me han pedido que siga". Por su experiencia profesional como asesor del seleccionador de la URSS, Vieskov, Sagasti fue tentado con una oferta para dirigir Lezama, la escuela de f¨²tbol del Athl¨¦tic, pero, "no s¨¦ por qu¨¦, no sali¨®", afirma.
A pesar de que sus estudios primarios en la URSS fueron realizados en castellano, "lo que supuso un freno para aprender el ruso", Sagasti ha vuelto una vez m¨¢s a Espa?a, esta vez para ser "la voz de Rinat Dasaev". Entre entrevistas y la actividad deportiva del guardameta sevillista, Sagasti, apenas ha podido contemplar la ciudad, y aunque querr¨ªa quedarse una temporada, hoy regresar¨¢ a Mosc¨².
De Sevilla, a la que nunca hab¨ªa viajado, dice que se le derrumb¨® la imagen folcl¨®rica que en la URSS a¨²n se mantiene, "y que la gente conoce por la ¨®pera Carmen". Sagasti afirma seguir la vida espa?ola "s¨®lo en su aspecto deportivo", y se resiste a hablar de otros temas. Sobre los sistemas empleados,en la educaci¨®n f¨ªsica y en el f¨²tbol, Sagasti afirma que "no difieren mucho de los sovi¨¦ticos, aunque, claro, desconozco la infraestructura de Espa?a".
Casado con una sovi¨¦tica, Lidia, y padre de una hija, afirma orgulloso que sus nietos "hablan espa?ol, y casi mejor que los sevillanos, que se comen algunas letras".
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