Europa, en invierno

El fuerte viento de un invierno del descontento, que ayud¨® a Margaret Thatcher a hacerse con el poder, ha soplado a trav¨¦s de Europa, con los trabajadores de Espa?a, Francia e Italia en huelga. Aquellos turistas que se hab¨ªan desplazado al Sur buscando un poco de sol tuvieron que recordar forzosamente los inconvenientes veraniegos de las huelgas de controladores en diversos pa¨ªses mediterr¨¢neos.Pero el mayor dramatismo huelgu¨ªstico corresponde a Espa?a. Los millones de trabajadores que paralizaron el pa¨ªs buscaban una porci¨®n mayor del pastel del boom econ¨®mico, la creaci¨®n de puestos de trabajo que ayudase a rebajar un poco una tasa de desempleo del 19%, mejor seguridad social y acabar con el Plan de Empleo Juvenil propuesto por el Gobierno.

Hay muchas connotaciones personales en el espectacular pulso que se ha producido entre las centrales sindicales y el Gobierno del PSOE, alianza que tanto ha tenido que ver con el ¨¦xito de la democracia espa?ola desde 1975.

Felipe Gonz¨¢lez se ha acogido a la ventaja que le conceden las encuestas, as¨ª como a la c¨®moda mayor¨ªa de que dispone, incluso en estos malos momentos para su acci¨®n de gobierno. Esta postura resulta familiar para los brit¨¢nicos, al igual que la hostilidad frente a su estilo autocr¨¢tico de gobernar, o su creencia de que los sindicatos pueden amenazar el importante progreso econ¨®mico del pa¨ªs.

16 de diciembre