Un avi¨®n con 258 personas se estrella contra un pueblo en Escocia
Un Boeing 747 con 258 personas a bordo se estrell¨® anoche en la localidad escocesa de Lockerbie, a unos cien kil¨®metros al sur de Edimburgo. La compa?¨ªa a¨¦rea Pan Am confirm¨® que no hubo supervivientes. Hasta el momento tampoco se sabe el n¨²mero de v¨ªctimas que se produjeron en tierra. "Una bola de fuego cay¨® sobre el pueblo", dijo un testigo presencial. El piloto del avi¨®n no inform¨® de que hubiera problema, en el vuelo, y no se descarta ninguna posible causa del accidente, desde un fallo mec¨¢nico a un atentado.Lockerbie es una localidad de 3.000 habitantes, algunos de los cuales vieron lo que ocurri¨®. Seg¨²n estos testigos, el jumbo de Pan Am se estrell¨® contra una colina pr¨®xima al pueblo y sus restos se precipitaron hacia el centro, de la localidad arrasando una gasolinera y diversas viviendas. La masa en desintegraci¨®n se detuvo junto a la carretera que une por el Oeste Escocia con Inglaterra, no sin antes alcanzar a varios veh¨ªculos. El accidente se produjo a unos 15 kil¨®metros al este de Dumfries, casi en la delimitaci¨®n de Escocia con Inglaterra.
"Sentimos un ruido y pensamos que se iba a hundir el techo", dijo un testigo que se encontraba en un hotel a medio kil¨®metro del centro del pueblo. "Despu¨¦s, sentimos un temblor y supusimos que era un terremoto. Luego vimos una bola de fuego que subi¨® a unos cien metros hacia el cielo". Otro hizo hincapi¨¦ en la bola de fuego: "Fue una terrible explosi¨®n, algo indescriptible. Siete casas se quedaron sin techo y lo que quedaba de ellas estaba ardiendo. Era una lluvia de fuego". "La carretera era una cinta de fuego", dijo un tercero, "las casas estaban ardiendo". Nadie pensaba en aquel momento que hubiera podido haber supervivientes entre los viajeros. El avi¨®n realizaba el trayecto Francfort-Nueva York, con escala en Londres. Hab¨ªa- salido desde el aeropuerto londinense de Heathrow a las 19.25 (hora peninsular espa?ola) con destino al J. F. Kennedy de Nueva York, y a las 20.19 se perdi¨® contacto con ¨¦l.
Un r¨ªo de llamas recorri¨® el pueblo de Lockerbie
El jumbo, con una capacidad de 450 pasajeros, llevaba una ocupaci¨®n algo superior al 50% y entre los viajeros hab¨ªa 37 estudiantes de la universidad neoyorkina de Syracusa y un numero indeterminado de soldados estadounidenses destacados en la Rep¨²blica Federal de Alemania que hab¨ªan embarcado en Francfort para pasar las fiestas de Navidad en su pa¨ªs. Bernt Carlsson, comisario de las Naciones Unidas para Namibia, era otro de los pasajeros. Tambi¨¦n se encontraban a bordo del aparato John Mulroy, su esposa y su hijo. Mulroy era director de comunicaciones internacionales de la la agencia norteamericana de noticias Associated Press (AP).
Curiosos llegados de las zonas vecinas dificultaron las tareas de rescate iniciadas inmediatamente despu¨¦s de producirse el accidente, en las que participaban fuerzas civiles (ambulancias, bomberos y polic¨ªa) llegadas del sur de Escocia y del norte de Inglaterra, junto con equipos de socorro militares, que contaban con el apoyo de cinco helic¨®pteros. El cierre de la carretera provoc¨® problemas adicionales.
Los esfuerzos primeros estuvieron enfocados a rescatar a los habitantes sobre los que hab¨ªa ca¨ªdo la lluvia de fuego. Una docena de ellos fueron trasladados con quemaduras graves al hospital de Dumfries. Los trabajos se realizaban a la luz de una docena de casas que ard¨ªan como teas y bajo el temor a nuevas explosiones. La atm¨®sfera estaba impregnada de olor a queroseno y exist¨ªa desconfianza con respecto a la gasolinera. Todo Lockerbie fue evacuado. La zona sur del pueblo ha desaparecido del mapa. M¨¢s de 30 casas resultaron da?adas por el impacto de restos del aparato, que aparec¨ªan desparramados por una amplia superficie de terreno.
No hubo comunicaci¨®n
Anoche era a¨²n pronto para saber qu¨¦ hab¨ªa pasado, pero llamaba la atenci¨®n que el piloto no hubiera comunicado la existencia de problemas. Los jumbo tienen una s¨®lida tradici¨®n de seguridad estructrural, aunque en los ¨²ltimos a?os se han detectado fisuras en los fuselajes de algunos aparatos, que de degenerar en fracturas en vuelo tienen resultados catastr¨®ficas.
De todas las formas, las pesquisas iniciales estaban dirigidas a confirmar algunas informaciones que hablaban de que el avi¨®n ya estaba en llamas antes de caer en tierra.
Los expertos hac¨ªan notar lo extra?o del corto lapso de tiempo transcurrido entre la ¨²ltima comunicaci¨®n del aparato y la explosi¨®n en tierra y destacaban que no es f¨¢cil una p¨¦rdida de control del avi¨®n tan r¨¢pida como la producida anoche. Las sospechas de que fuera un atentado estaban alimentadas por la presencia de los soldados a bordo y por el hecho de que los cuerpos calcinados y los restos del aparato han aparecido en un ¨¢rea muy amplia.
La Reina, impresionada
Aunque el jumbo 747 de la Boeing fue entregado a la Pan Am en 1970 y desde entonces hab¨ªa realizado unos 16.500 despegues y aterrizajes, los expertos explican que el aparato funcionaba perfectamente y su mantenimiento estaba al d¨ªa.
La reina Isabel II dijo estar "impresionada" con lo sucedido y la primera ministra Margaret Thatcher se?al¨® que lo ocurrido era "una gran tragedia". El de ayer es el cuarto accidente a¨¦reo grave ocurrido en el Reino Unido desde 1967 y el n¨²mero de v¨ªctimas dobla a las registradas en los tres anteriores.
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