Un mago para la bolsa
Michael Milken no est¨¢ solo. Los principales ejecutivos de Drexel le deben haberse hecho millonarios y pueden abandonar la empresa con ¨¦l. Su lealtad se explica por los millones de d¨®lares que se han embolsado en comisiones con las megaoperaciones de fusi¨®n y adquisici¨®n de empresas en los ¨²ltimos a?os. La ¨²ltima, la de Nabisco, en la que Drexel suscribi¨® 3.500 millones de d¨®lares en bonos basura. Estos magos de Wall Street, la mayor¨ªa en la treintena y reci¨¦n salidos de las escuelas de administraci¨®n de empresas de las universidades de elite, no se enriquecen sin l¨ªmites gracias a sus sueldos, aunque sean considerables.Son los bonos que cobran y las comisiones lo que les convierte en una casta a la que el sudor de su frente se le recompensa con criterios extraordinarios. Un miembro de la firma explica que " si trabajara con otra empresa ganar¨ªa, los a?os buenos, entre 500.000 y un mill¨®n de d¨®lares. Aqu¨ª, gracias a Michael, hago millones. Vivimos de sus migajas, pero son suficientes para superar todos tus sue?os".
Los 'bonos basura'
Milken, que trabaja desde Berverly Hills, en Los Angeles, es el creador del sistema de los bonos de alto riesgo, para recaudar miles de millones de d¨®lares de capital que sirven para alimentar las operaciones de los grandes especuladores (los Carl Icahan, Steinberg, Boesky, Kravis) y las adquisiciones de empresas. Milken, el vip contable californiano, empez¨® en 1970 en Drexel como simple agente de t¨ªtulos de renta fija. Hoy es el principal responsable de un mercado de junk bonds con un valor nominal de 175.000 millones de d¨®lares y ha puesto patas arriba al mundo empresarial. Es el segundo accionista de Drexel, con el 6%. Tiene cara de ni?o, no fuma, no bebe, ni siquiera caf¨¦, y vive en una casa que perteneci¨® a Ciark Gable.
The New York Times dice de este prodigio financiero que "orquesta, con la habilidad de un director de filarm¨®nica, una tremenda fuerza financiera". Necesitar¨¢ toda esa destreza y m¨¢s para enfrentarse al fiscal de Manhattan, Rudolph Giuliani, decidido a tratar con el mismo rasero a los especuladores de Wall Street que a los padrinos de la Mafia.
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