Kilos de magia
Bagdad Caf¨¦ es el sleeper, el ¨¦xito inesperado de 1988 en varios pa¨ªses, entre ellos Francia, Alemania Occidental y Estados Unidos Concretamente, en Par¨ªs ha superado ya la cifra de las 820.000 entradas vendidas, m¨¢s de las conseguidas, por ejemplo, por Atracci¨®n fatal. Y la raz¨®n de este ¨¦xito es dif¨ªcil de explicar: en Bagdad Caf¨¦ hay poca historia; el argumento puede resumirse en poqu¨ªsimas l¨ªneas; no hay ning¨²n elemento especialmente espectacular, nada escabroso; la realizaci¨®n no es t¨¦cnicamente apabullante, sino m¨¢s bien pr¨®xima a la est¨¦tica del s¨²per 8; no incluye grandes n¨²meros de actores ni aborda un tema original o candente. Entonces, ?por qu¨¦ Bagdad Caf¨¦ resulta una pel¨ªcula tan atractiva?La respuesta m¨¢s inmediata tiene nombre y apellido: Marianne S?gebrecht, una b¨¢vara algo m¨¢s que rolliza que ya nos sedujo con su exuberante humanidad en Zuckerbaby, donde era una enamoradiza empleada de pompas f¨²nebres.
Bagdad Caf¨¦
Director: Percy Adlon. Int¨¦rpretes:Marianne S?gebrecht, C. Ch. Pounder, Jack Palance, Christine Kaufmann, M¨®nica Calhoun y Darron Flagg. Gui¨®n: Perey y Eleonore Adlon, con la colaboraci¨®n de Christopher Doherty. Fotograf¨ªa: Bernd Heini. M¨²sica: Bob Telson. Alemana. 1987. Estreno en Madrid: cine Alphaville 1.
Ahora, disfrazada de muniquesa de pro, pele¨¢ndose con un marido que viste lederhosen y bebe cerveza, llega o se queda en un motel perdido en medio del desierto, a algunas decenas de kil¨®metros de Los ?ngeles. Es una esposa separada que se hospeda en un negocio ruinoso dirigido por otra mujer reci¨¦n separada, que tiene un hijo que es padre soltero y una hija que no se quita el walkman de las orejas ni para cambiar de novio, algo que hace constantemente.
Marianne, que aqu¨ª se llama Jasmin, es una mujer que da validez a una cita de Beethoven que recordaba Fernando Arrabal a prop¨®sito de la pel¨ªcula y del personaje protagonista: "S¨®lo hay algo m¨¢s importante que la inteligencia: la bondad". Jasmin es buena y confiada, cree en los signos del cielo -un efecto de luz debido a la refracci¨®n del sol en los espejos de una central de energ¨ªa solar-, en el orden y, sobre todo, en las personas.
La aparici¨®n de Jasmin -un aut¨¦ntico espejismo surreal- en el destartalado motel sirve para que todos recuperen el entusiasmo y se acepten los unos a los otros. Es un catalizador, un elemento alqu¨ªmico, una bruja buena que transforma la tristeza en alegr¨ªa, lo cotidiano en m¨¢gico, la rutina en invenci¨®n.
En ninguna parte
El optimismo de Bagdad Caf¨¦ pasa por situar la acci¨®n en ninguna parte, por ser una versi¨®n alegre de Par¨ªs, Texas, un filme con el que el t¨ªtulo m"ene una estrecha relaci¨®n. Pero Europa ya no juega la imagen de continente sometido -v¨¦ase a Nastassja Kinski en el peep show-, sino un papel redentor.Wenders ha dado por liquidado su sue?o americano, cree que ya no existe nueva frontera ni territorio virgen que descubrir, que su vida o su felicidad pasa por reconciliarse con su pasado roto, con Berl¨ªn, con multitud de sue?os personales que a¨²n no tienen nada en com¨²n. Adlon propone la complicidad con una utop¨ªa ben¨¦fica, con el "m¨¢s vale amar que votar", seg¨²n Arrabal.
Y lo cierto es que cada uno ha encontrado su p¨²blico, qui¨¦n sabe si el mismo, aunque parece dif¨ªcil reconciliarlos.
Y si es imposible sustraerse al encanto de los kilos de magia de Marianne S?gebrecht, eso no significa que sean una raz¨®n de peso. El tiempo dir¨¢ qui¨¦n tiene esa raz¨®n.
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