Mayor control del Gobierno sobre las bases militares

El mayor control del mando espa?ol sobre las bases militares, es, acaso, la principal diferencia entre el convenio defensivo actual y el suscrito entre Espa?a y Estados Unidos en 1982, subrayaron el pasado martes medios diplom¨¢ticos espa?oles.

El texto del nuevo convenio suprime la idea del anterior, en el que se hablaba expresamente de "coordinaci¨®n" entre el mando espa?ol y el de las fuerzas norteamericanas, de modo que, seg¨²n el actual convenio, no quede duda de que el mando estadounidense debe subordinar su actividad a las normas generales establecidas por el Gobierno espa?ol. Al margen de ello, el actual convenio cambia su vigencia, al quedar establecida enocho a?os, en lugar de cinco, como hasta ahora. Tambi¨¦n cambia su estructura org¨¢nica, al separarse del mismo los temas que no hacen relaci¨®n a materias defensivas.

Tanto la cooperaci¨®n sobre industria militar, como las cuestiones de cooperaci¨®n cultural y cient¨ªfico-t¨¦cnicas ser¨¢n objeto de nuevos convenios, ya en fase de negociaci¨®n.

Conexi¨®n con la OTAN

El convenio de 1988 refuerza la conexi¨®n espa?ola con la Alianza Atl¨¢ntica, y hace referencia a la pertenencia de Espa?a a la Comunidad Europea (sobre todo en lo que respecta al estatuto de las fuerzas norteamericanas en nuestro pa¨ªs).El contencioso sobre aplicabilidad de la legislaci¨®n espa?ola en diversos supuestos (jurisdicci¨®n criminal, normativa laboral) acab¨® inclin¨¢ndose del lado norteamericano: el Gobierno espa?ol recomendar¨¢ a los jueces la renuncia a la jurisdicci¨®n criminal nacional, en favor de la norteamericana, en caso de comisi¨®n de un delito en nuestro pa¨ªs por un s¨²bdito estadounidense.

Como contrapartida, el estatuto que regula el r¨¦gimen de las escasas fuerzas espa?olas en Estados Unidos se ve algo ampliado, al extenderse los beneficios fiscales y el concepto de "personas dependientes" a los padres de un miembro de la fuerza militar o del elemento civil.

En cuanto a las autorizaciones de uso de las bases se conserva b¨¢sicamente la regulaci¨®n del convenio firmado en 1982 por ambos pa¨ªses, que puede considerarse el m¨¢s restrictivo en la pr¨¢ctica comparada, especialmente en cuanto a la necesaria autorizaci¨®n, caso por caso, para operaciones fuera de ¨¢rea, incluso en tiempo de paz.

En el nuevo convenio se suprime toda una serie de comit¨¦s que anteriormente se ocupaban de los distintos aspectos de la cooperaci¨®n, as¨ª como el Consejo Hispano Norteamericano, cre¨¢ndose un ¨²nico comit¨¦ permanente con la funci¨®n de coordinar y desarrollar la aplicaci¨®n del convenio.

Este nuevo comit¨¦ ser¨¢ un ¨®rgano bilateral que estar¨¢ presidido por representantes de los Ministerios de Defensa de Espa?a y Estados Unidos, y que incluye en como vicepresidentes a representantes de los respectivos Ministerios de Asuntos Exteriores de los dos pa¨ªses.