La Conferencia de Par¨ªs se clausura con el compromiso de eliminar las armas qu¨ªmicas
La Conferencia de Par¨ªs se clausur¨® ayer con la aprobaci¨®n por consenso de una declaraci¨®n en la que los 149 pa¨ªses participantes se declaran dispuestos "a evitar todo recurso a las armas qu¨ªmicas elimin¨¢ndolas completamente", condenan "su uso", impulsan la Convenci¨®n de Ginebra, que debe prohibir, su producci¨®n y almacenamiento y acordar su destrucci¨®n, y "se?alan la necesidad de proseguir con determinaci¨®n sus esfuerzos con vistas a asegurar un desarme global".
La inclusi¨®n de esta ¨²ltima referencia obedece a las exigencias de los pa¨ªses ¨¢rabes y no alineados, que, sin embargo, no est¨¢n completamente satisfechos con la declaraci¨®n.En un encuentro con la Prensa dominado por un escepticismo generalizado, el presidente de la conferencia y ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Roland Dumas, destac¨® que la reuni¨®n hab¨ªa alcanzado sus principales objetivos, entre los que no figuraban el de convertirse en "un tribunal del pasado" ni la imposici¨®n de sanciones a los pa¨ªses que en el futuro puedan utilizar las armas qu¨ªmicas.
En la declaraci¨®n, que consta de seis puntos y tiene un folio y medio de extensi¨®n, los Estados participantes en la reuni¨®n celebrada desde el pasado s¨¢bado en la capital francesa "afirman solemnemente sus compromisos de nos utilizar armas qu¨ªmicas", condenan "su uso", "se declaran profundamente preocupados por las violaciones recientes" y "aprueban la ayuda humanitaria" para las v¨ªctimas, como hab¨ªa solicitado la Comunidad Europea (CE).
En el segundo apartado, "reconocen la validez" del Protocolo de Ginebra de 1925, largamente violado pese a que prohib¨ªa el uso de las armas qu¨ªmicas. Reafirman esta prohibici¨®n y piden a los Estados que no lo han hecho que se adhieran a su contenido.
En el curso de la conferencia, 12 pa¨ªses se han unido a los 111 que hab¨ªan suscrito el protocolo, muchos de ellos con reservas, que no han sido eliminadas, en las que se establece la posibilidad de responder a una agresi¨®n.
Convenci¨®n de Ginebra
La declaraci¨®n se?ala asimismo "la necesidad de concluir en fecha pr¨®xima" la Convenci¨®n de Ginebra, que debe ser "universal, general, de aplicaci¨®n efectivamente verificable" y de duraci¨®n ilimitada". Aunque no se fija una fecha, Dumas consider¨® "razonable" la del a?o 1990.Irak, que hab¨ªa amenazado con no suscribir una convenci¨®n en la que no participaba, recibe satisfacci¨®n en este punto, en el que se se?ala que "todo Estado deseoso de contribuir a estas negociaciones debe poder hacerlo".
Recogiendo una demanda de los pa¨ªses no alineados, el cuarto punto establece que la convenci¨®n ser¨¢ "no discriminatoria" para evitar que se impida la proliferaci¨®n mientras las grandes potencias conservan sus arsenales. La declaraci¨®n apoya la labor investigadora de la ONU en caso de violaciones del Protocolo de 1925 y se?ala "la necesidad de proseguir con determinaci¨®n" los esfuerzos para "asegurar un desarme general y completo bajo control internacional eficaz" con objeto de garantizar el derecho de todos los Estados a la paz y la seguridad'.
Pese a la unanimidad, que se obtuvo tris laboriosas discusiones, este ¨²Itimo p¨¢rrafo no colma las aspiraciones de los pa¨ªses ¨¢rabes y no alineados, como pusieron de manifiesto Siria y Ruman¨ªa en sendas intervenciones en la sesi¨®n de clausura, en las que vincularon de nuevo el desarme qu¨ªmico al nuclear.
Dumas por el contrario, se mostr¨® firme al subrayar que no era posible "condicionar" un desarme a otro y diferenci¨® claramente los dos tipos de armamento. "El arma nuclear", dijo, "es un arma de disuasi¨®n, que est¨¢ hecha para impedir la guerra, mientras que la qu¨ªmica acompa?a a la guerra y no la impide".
Espa?a, que intervino tambi¨¦n en la clausura en nombre de la CE, destac¨® el car¨¢cter "de compromiso entre intereses" de la declaraci¨®n, pero el contrapunto esc¨¦ptico y amargo lo puso Ir¨¢n, que resalt¨® que el texto "no prev¨¦ medidas que impidan el uso de las armas qu¨ªmicas".
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