Gesto telef¨®nico
Muchas veces aparecen en esta secci¨®n cr¨ªticas contra Telef¨®nica, pero, por una vez, me gustar¨ªa romper una lanza en su favor. Hace alg¨²n tiempo intent¨¦ llamar desde una cabina de tel¨¦fonos que probablemente hab¨ªa le¨ªdo a Stephen Hawking, pues, transformada en agujero negro, engull¨® la moneda que confiadamente le hab¨ªa ofrecido.Animado por la curiosidad cient¨ªfica de conocer el destino de la moneda y desechando la idea de proceder al desmontaje sistem¨¢tico del tel¨¦fono, ya que mi fuerte es la f¨ªsica te¨®rica y no la experimental, acud¨ª a las oficinas de Telef¨®nica solicitando la devoluci¨®n de mi moneda. A pesar de la inicial cara de asombro e incomprensi¨®n ante mi inter¨¦s cient¨ªfico, la se?orita que amablemente me atendi¨® curs¨® mi petici¨®n y, transcurridas unas semanas, me avisaron de que pod¨ªa pasar a recoger mi moneda.-
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