Azul

Quiz¨¢ ustedes, en su inocencia, cre¨ªan que ya nada podr¨ªa sorprenderles de nuestro nuevo suprajefe occidental, George Bush. Es una segunda edici¨®n de Ronald, nos dijimos; incluso le han ense?ado a re¨ªr igual para las fotos, modelo sana-sonrisa-francaamericana. La cual consiste en descoyuntar la boca cual buz¨®n de correos, desplomando jaraneramente la barbilla y luciendo la alicatada dentadura, que para algo le ha debido de costar una pasta inmensa. Acaso pensaran ustedes, en fin, que tras el t¨¢ndem Reagan-Nancy ya est¨¢bamos curados de espantos, y que no cab¨ªan m¨¢s soponcios ni m¨¢s risas. Pues bien, s¨ª caben. Acabo de leer en el ?Hola! que Bush es primo de lady Di y descendiente directo de Enrique VIII. No me digan que no es fuerte la noticia.Su pedigr¨ª ha sido descubierto por una de esas revistas geneal¨®gicas que se dedican a vampirizar rastros de sangre fina. "Es el presidente m¨¢s aristocr¨¢tico de nuestra historia", se ufanan ahora los norteamericanos. O sea, que han ido midi¨¦ndoles el abolengo a todos. Pasmante inquietud que revela lo mucho que les gusta a los estadounidenses la farfolla din¨¢stica. Mucho fardar del republicanismo de George Washington y ahora resulta que tienen vocaci¨®n de vasallaje y el coraz¨®n mon¨¢rquico.

Ya fue suficientemente duro soportar que Reagan, el malo de las pel¨ªculas, se transmutara en el bueno de las pol¨ªticas. Pero ahora es a¨²n peor, porque nos han cambiado el programa del cine: del western hemos pasado a Sissi emperatriz, que es un pesti?o. De modo que Bush no s¨®lo posee una ideolog¨ªa netamente azulada y fachendosa, sino que adem¨¢s su sangre es azul pastel y encima Barba Azul es su pariente. Yo no s¨¦ si semejante antepasado imprimir¨¢ car¨¢cter; si el impulso degollinador de aquel Enrique resurgir¨¢ en su v¨¢stago. Sobre esto la revista de genealog¨ªa no dice nada. Ahora bien, hay que tener en cuenta que Roma quiz¨¢ iniciase su verdadera decadencia cuando pas¨® de la rep¨²blica al imperio. El Partido Republicano americano acaba de coronar a un zar. Esto se hunde.