Morentiana

Este Chambao ofreci¨® dos sesiones de flamenco bien diferentes. La primera pretend¨ªa presentar el flamenco que se supone pudo haber en los or¨ªgenes, en los tiempos de Carlos III, y la segunda el flamenco actual. En las dos sesiones se program¨® en Enrique Morente, lo que fue el mayor acierto del ciclo. Porque, efectivamente, Morente es quiz¨¢ el ¨²nico cantaor capaz de darnos con conocimiento y rigor una panor¨¢mica amplia del cante de todos los tiempos.En el antiguo se atiene a los c¨¢nones con fidelidad a la pureza esencial, aunque siempre introduzca su melisma, esos giros y cambios de voz (que hacen su cante enormemente sugestivo. En el moderno busca constantemente nuevos ecos, con una capacidad de creaci¨®n que a veces Lega a sorprender.,

Las dos noches su cante fue excepcional, bell¨ªsimo, imaginativo, una verdadera antolog¨ªa de todos los registros posibles en el cante jondo. De la. grandeza original de la ton¨¢, el polo y la ca?a, la siguiriya, a ese - luego de artificio bell¨ªsimo que es su personal versi¨®n de la colombiana, Enrique Morente acredit¨® una vez m¨¢s que a sus 44 a?os es un aut¨¦ntico maestro.

Hay que destacar tambi¨¦n la calidad de la guitarra en concierto. Riqueni, m¨¢s depurado que nunca su sentimiento jondo, con austeridad expresiva ejemplar, hizo tres toques delicados, la ronde?a, la sole¨¢, la siguiriya; Pepe Habichuela, en el polo opuesto, cre¨® un rico universo sonoro, enormemente atractivo.

Decepcionante actuaci¨®n de Agujetas, que no lleg¨® a emocionar. El baile no tuvo una representaci¨®n brillante. Ram¨ªrez es capaz de cualquier cosa con los pies, pero se queda en eso, resultando monocorde y repetitivo. En cuanto a la Panda de Comares hizo sus verdiales folcl¨®ricos.