El alcalde y el presidente

La visita del ministro a Barcelona aclar¨®, al menos en principio, el enigma sobre el futuro del patrimonio del pintor. Sempr¨²n acudi¨® al palacio de la Generalitat despu¨¦s de desayunarse con la carta de Lorca, que le fue entregada a trav¨¦s de un colaborador de la Delegaci¨®n del Gobierno en Catalu?a. Una carta mesurada, argumentada ¨²nicamente en t¨¦rminos dalinianos, fruto de la estrategia dise?ada por el equipo Lorca desde el momento mismo de conocerse el testamento del pintor.Una carta, adem¨¢s, coincidente con los criterios expresados, aunque quiz¨¢ con menor nitidez que ayer, por el ministro nada m¨¢s conocer, "con sorpresa total", la voluntad del artista. Y una carta, por ¨²ltimo,cuyo firmante, militante Converg¨¦ncia Democr¨¢tica, ha mantenido, pese a ello, una actitud diametralmente opuesta a la exhibida por el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol -que se declar¨® "enga?ado"-; por el conseller de Cultura, Joan Guitart -que proclam¨® su "temor fundado" por el futuro de la obra del artista-; y, especialmente, por el ex conseller y diputado Max Cahrier, un compa?ero de viaje, quiz¨¢ inc¨®modo para la c¨²pula de su partido, pero imprescindible para los intereses de la coalici¨®n nacionalista que gobierna ert C italu?a, cuya mayor¨ªa absoluta en el Parlamento se sustent2 por un voto. Seg¨²n c¨ªrculos convergentes, Cahner ya se vali¨® de esa situaci¨®n para evitar su relevo el pasado verano como editor del diario Avui, del que luego fue nombrado presidente.

La fluidez de esta situaci¨®n y el interrogante sobre el alcance - personal o gubernamental- de la estrategia de Cahier registr¨® ayer nuevos datos: mientras Pujol expresaba al ministro su disgusto por la reacci¨®n de Cahner, fuentes cercanas al presidente reconoc¨ªan que la acci¨®n del ex conseller no hab¨ªa sido mal vista en el palacio de la Generalitat.

Las mismas fuentes justificaron las airadas reacciones con que la Administraci¨®n auton¨®mica celebr¨® la publicaci¨®n del testamento porque Pujol dispone de documentos, "de gran valor probatorio", que expresan una voluntad de Dal¨ª distinta a la manifestada por ¨¦ste en el testamento. Las mismas fuentes no acertaron a explicar por qu¨¦ Pujol no ha difundido estos documentos, y ha optado, una vez m¨¢s, por la v¨ªa de la confrontaci¨®n, modificada ayer por el di¨¢logo.