Tomas Marco, un sinfonista original

Orquesta Sinf¨®nica de RTVE

Director: A. Ros Marb¨¢. Sofista: L. Cuberli, soprano. Obras de Milhaud, Ravel, Marco y Debussy. Monumental Cinema, 16 de febrero.

La presencia de Antoni Ros Marb¨¢ al frente de la Sinf¨®nica de RTVE en sus conciertos de la presente semana garantiz¨®, como siempre, dos aspectos fundamentales: inter¨¦s y equilibrio del programa y calidad de las versiones. Tres autores franceses de nuestro siglo -Milhaud, Ravel, Debussy- acompa?aban al espa?ol Tom¨¢s Marco, quien acaba de recibir en la rep¨²blica vecina el raro homenaje de una marat¨®n en la que durante seis o siete horas y en diversos espacios se ha interpretado su m¨²sica, con alto elogio de la cr¨ªtica m¨¢s importante y largos aplausos del p¨²blico.Tras la realizaci¨®n de Milhaud sobre temas de Couperin, El Grande -bastante tosca, por cierto-, Ros Marb¨¢, con la espl¨¦ndida colaboraci¨®n de la soprano Lella Cuberli, nos hizo escuchar Sherezade, una de las piedras preciosas en el cat¨¢logo de Ravel. Los tres poemas orientalistas de Trist¨¢n Klingsor (Asia, La flauta encantada y El indiferente) encontraron en la magia raveliana una transmutaci¨®n musical que la hermos¨ªsima voz y el arte y el estilo depurado de la Cuberli, unidos a las mil sutilezas de Ros Marb¨¢, desentra?aron en grado sumo.

Era estreno en Madrid la Segunda sinfon¨ªa, de Tom¨¢s Marco, aun cuando ya conozcamos la cuarta, ¨²ltima de las escritas hasta ahora por el m¨²sico madrile?o. El t¨ªtulo de Espacio cerrado resulta suficientemente significativo y aclaratorio de una actitud. Pero cerrado no indica ausencia de vitalidad, que en este caso es fuerte y contrastada, sino concepci¨®n en bloque y una determinada densidad que decide y mantiene el talante de la obra, en la que el juego de dos ideas principales queda sometido a una voluntad comunicativa y objetivamente sonora. Como otras veces, interesa de Marco su clara inteligencia, que cuaja en una personalidad con lugar propio y definido dentro del panorama contempor¨¢neo. La versi¨®n fue realmente ejemplar.

Calidad

No menos calidad logr¨® de los profesores radiotelevisivos el maestro catal¨¢n al pintar los tres grandes cuadros de El mar, de Claudio Debussy, casi exactamente contempor¨¢neos de Sherezade, con lo que tuvimos ocasi¨®n de admirar dos im¨¢genes de una ¨¦poca musical extraordinariamente diversas. Este mar que hace Ros Marb¨¢, aprendido desde la infancia junto a Eduardo Toldr¨¢, luce una mediterraneidad libre de brumas y misterios. A pesar de lo que suele escribirse y a la vista de la reacci¨®n entusiasta, pero moderada, del p¨²blico, no parece que don Jos¨¦ Ortega estuviera tan equivocado al hablar del impresionismo musical como una est¨¦tica "radicalmente impopular". Merec¨ªan mayor entusiasmo tanto el director como los profesores de la Sinf¨®nica de Radio Televisi¨®n.