Fernando Fern¨¢n-G¨®mez, otro aspirante al premio de interpretaci¨®n

Adem¨¢s del aburrimiento y de la b¨²squeda rutinaria de originalidad hay algo que distingue a esta edici¨®n del festival de Berl¨ªn: la abundancia de buenas interpretaciones, sobre todo masculinas. Si el jurado tiene hasta el momento dos, o como mucho tres, opciones serias para otorgar el premio a la mejor actriz, en cambio hay ocho actores que el pr¨®ximo d¨ªa 21 podr¨ªan con justicia llevarse consigo el codiciado Oso de Plata.

Desde ayer, tras la proyecci¨®n con ¨¦xito de Esquilache, segunda -y ¨²ltima pel¨ªcula espa?ola en concurso, se encuentra entre ellos Fernando Fern¨¢n G¨®mez. Hay algo, sin embargo, que puede dificultar que Fern¨¢n G¨®mez salga triunfador: ya ha sido premiado en este festival en dos ocasiones y, aunque no hay ninguna norma que le impida ser due?o de un tercer Oso de Plata, la abundancia de candidatos y la alergia que los organizadores de este tipo de muestras tienen a la reiteraci¨®n de nombres, son dos factores que unidos pueden injustamente privarle del premio, pese a que su actuaci¨®n en Esquilache -como casi todo este buen filme- est¨¢ entre lo mejor, lo m¨¢s experto y conmovedor que hemos visto en el insulso diluvio de cine que aqu¨ª estamos aguantando desde hace 10 d¨ªas.Sus rivales m¨¢s evidentes son el franc¨¦s Gerard Depardieu, que es autor de lo mejor de Camille Claudel; Juan Diego por su rica y compleja creaci¨®n de san Juan de la Cruz en La noche oscura; el norteamericano Gene Hackman, que da vida a una pel¨ªcula tan muerta como la -ya injustamente considerada candidata al gran premio- Mississippi Burning-, el alem¨¢n oriental Jorg Gudzuhn, que hace otro tanto en el filme Fallada; el norteamericano Dustin Hoffman, por su ya c¨¦lebre trabajo en Rain man; el italiano Gian Maria Volont¨¦, por su recreaci¨®n de la figura del pedagogo Pestalozzi; y un tercer norteamericano, Eric Bogossian, que ayer, junto a Fernando Fern¨¢n G¨®mez, dio la campanada en Talk Radio, un buen filme, aunque se encuentre saturado de artificios t¨¦cnicos, dirigido por Oliver Stone, autor, entre otros filmes, de Wall Street.

Esquilache fue bien recibida por el p¨²blico berlin¨¦s, pese a que le quita posibilidades en un festival internacional su sobrecarga de referencias a la historia y la intrahistoria espa?olas. En su conferencia de prensa Josefina Molina, su directora, tuvo que insistir en el car¨¢cter metaf¨®rico del filme que le sit¨²a por encima del tiempo hist¨®rico que reconstruye y hace de ¨¦l una averiguaci¨®n dram¨¢tica indirecta del tiempo presente. Pero el hecho de que Josefina Molina tuviera que insistir en ello indica que a una parte del p¨²blico se le escaparon de la pantalla cosas que para los espa?oles son evidentes, transparentes incluso.

Y fue el propio Fernando Fern¨¢n G¨®mez quien involuntariamente lo revel¨®, cuando le preguntaron cual habr¨ªa sido su destino como actor de haber trabajado en Hollywood: "No me imagino a m¨ª mismo recogiendo un Oscar", dijo el actor. "El poco valor que tengo en mi oficio se lo debo a mi condici¨®n de espa?ol, pues si algo se expresar es por la cultura de donde provengo".