Los hombres de la Cruz Roja

Las operaciones en el hospital Polisaor de la Cruz Roja Internacional en Kabul comienzan poco antes del mediod¨ªa. Hay dos equipos quir¨²rgicos y uno de ellos es brit¨¢nico.El cirujano brit¨¢nico Ken Barrand lleva trabajando en el Tercer Mundo desde hace 14 a?os. Lleg¨® a Kabul con un contrato de tres meses, pero encontr¨® su trabajo tan excitante que prorrog¨® su estancia. Su equipo lo componen tres brit¨¢nicos que llevan en la ciudad algo m¨¢s de un mes. Llegaron cuando las misiones diplom¨¢ticas comenzaban a anunciar su prop¨®sito de retirarse.

?Porqu¨¦ le gusta este trabajo a Barrand? "Aqu¨ª se practica un tipo de cirug¨ªa diferente y hay muy pocas personas capaces de hacer este trabajo", dice. Su paciente es un hombre al que atropell¨® un carro de combate y que tiene una grave fractura de pierna. La cirug¨ªa que se le practica es la colocaci¨®n de pr¨®tesis met¨¢licas en el hueso para devolver la rigidez a la extremidad.

El hospital de la Cruz Roja acoge a personas heridas durante los combates. Acoge a todos los heridos sin preguntarse c¨®mo o qui¨¦n le ocasion¨® las heridas.

El cirujano explica que al reconocer las ¨¢reas da?adas del hueso se enfrenta, en primer lugar, a uno de los inconvenientes de la operaci¨®n que vaya a realizar. Se trata del alto riesgo de infecci¨®n. Es necesario abrir un hueco a lo largo de todas las heridas para realizar la pr¨®tesis.

Bastantes pacientes internados en las 50 camas del hospital tienen heridas de bala. El equipo m¨¦dico brit¨¢nico solamente lleva trabajando junto unas pocas semanas, pero charlan ya entre ellos en una jerga familiar.

El paciente repite sus gracias una y otra vez. La enfermera, tambi¨¦n brit¨¢nica, dice: "A lo mejor le volvemos a tener por aqu¨ª".

Despu¨¦s de 40 minutos la operaci¨®n termina. Es viernes, el d¨ªa de descanso isl¨¢mico, ellos s¨®lo trabajan en las urgencias. Un breve descanso para tomar el t¨¦. Termina y comienzan los preparativos para recibir a otro cliente.