Aficionados abst¨¦nganse
El robo de autom¨®viles hace tiempo que dej¨® de ser asunto de aficionados. Una de las m¨¢s importantes mafias en este sector tiene sede en Mil¨¢n -en Italia se ha creado un juez especial para estos delitos- y ramificaciones en la RFA, Suiza, Holanda, Pa¨ªses Bajos, Italia, Dinamarca, Portugal y Espa?a. El n¨²mero tres, el sirio Barnieh Marzuk, que operaba en Barcelona, fue relevado por sus secuaces. Cuatro balazos mortales le apartaron en 1986 del negocio. La polic¨ªa ha amputado varios brazos de esta organizaci¨®n.En Espa?a ya han sido desarticuladas las cabezas de puente de Algeciras, Madrid y Barcelona, pero a¨²n quedan flecos. Esta organizaci¨®n s¨®lo traficaba con Mercedes de la gama m¨¢s alta -valorados en m¨¢s de 15 millones de pesetas cada uno- con destino a jeques o potentados ¨¢rabes. La polic¨ªa les intervino 50 coches en Espa?a. No hay cifras sobre cu¨¢ntos exportaron.
La polic¨ªa espa?ola investiga ahora una mafia que hace desaparecer en Italia coches en leasing (alquiler con opci¨®n a compra) y los desv¨ªa a Espa?a. Se han intervenido 40 Mercedes de gama alta en Ceuta y Melilla. La f¨®rmula es simple: "Pagan los primeros recibos, los sacan del pa¨ªs sin permiso de la compa?¨ªa leasing y los llevan a otro donde los rematriculan".
Algunos de los golpes dados a la industria nacional tienen los siguientes jalones: a primeros de este a?o se desarticul¨® un grupo familiar de Salamanca que lleg¨® a robar 50 coches. El padre compraba veh¨ªculos en subasta, que luego vend¨ªa como piezas de recambio, y cuya identificaci¨®n daba a coches id¨¦nticos que luego robaban sus dos hijos.
Hace un a?o se desarticul¨® otra red en Madrid con conexiones en varios pa¨ªses europeos. "El cliente eleg¨ªa el coche por cat¨¢logo. La organizaci¨®n consultaba sus archivos, en los que aparec¨ªa toda una serie de coches ubicados en calles de Par¨ªs. Si necesitaban un Mercedes 300 de color antracita, lo recog¨ªan esa noche y a la ma?ana siguiente ya estaba en Madrid. El due?o no hab¨ªa tenido tiempo de denunciarlo, ya que conoc¨ªan los h¨¢bitos horarios de cada uno". El presunto capo, el belga Joseph Schillings, medita en la prisi¨®n de Carabanchel lo arriesgado del negocio.
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