lnvestido entre protestas el primer obispo del Opus Dei
A pesar de reiteradas protestas de sacerdotes y fieles de la provincia austriaca de Vorerlberg, fue consagrado ayer como obispo de la di¨®cesis de Feldkirch el vicario general del Opus Dei en Austria, Klaus K¨¹ng. El nuevo obispo, de 49 a?os, fue investido por el arzobispo de Salzburgo, Georg Eder, el de Insbruck, Reinhold Stecher, y el antecesor del nuevo obispo, Bruno Wechner. En las afueras de la catedral flameaban banderas del Vaticano y de Austria.
En la tarde soleada de ayer entraron lentamente en la catedral de San Nicol¨¢s, situado en el centro medieval de Feldkirch, 700 invitados de honor, entre ellos el presidente federal de Austria, Kurt Waldheim y su esposa. Las campanas sonaron durante media hora antes de iniciarse la ceremonia, a la que llegaron fieles y tambi¨¦n curiosos de toda la provincia. En esos momentos grupos de manifestantes soltaron cientos de globos negros.El mismo lugar se convirti¨® el s¨¢bado por la tarde, un d¨ªa antes de la investidura, en un escenario de protesta en la que participaron 4.000 personas, que en la llamada "marcha del silencio" mostraron su desacuerdo por este nombramiento y la pol¨ªtica del Vaticano. En el acto habl¨® Herbert Spieler, en un improvisado escenario a la entrada de la iglesia, en donde se hizo una suelta de cientos de globos negros con mensajes para este obispo "indeseado". Spieler manifest¨® que habr¨ªan preferido "un obispo querido por el pueblo y los religiosos, alguien que estuviera en el medio, no en los extremos, que pudiera unir y coordinar las distintas tendencias de la Iglesia".
La ciudad de Feldkirch, de 25.000 habitantes, fronteriza con Suiza es un lugar tranquilo, donde los alemanen, el pueblo que lleg¨® en el siglo V, se han caracterizado por su laboriosidad y conservadurismo en temas religiosos. "Esto es demasiado", afirmaba una se?ora participante en la marcha, "volveremos a los tiempos de la Edad Media. Con alguien del Opus De? perderemos todos los derechos, especialmente las mujeres".
La Obra y Espa?a
Mientras K¨¹ng es aplaudido al ingresar lentamente en el altar, afuera siguen las discusiones. Un grupo de ancianos habla en voz baja. "D¨¦jalo que empiece a trabajar, ya veremos c¨®mo lo hace". El otro le responde: "Pero si es del Opus De?. ?No sabes lo que hicieron en Espa?a en la ¨¦poca de Franco?". Se produce un silencio. Otro del grupo aclara: "No se trata que sea o que no sea del Opus De?, lo que m¨¢s nos ha molestado es que el Vaticano tom¨® su decisi¨®n sin escucharnos".
El di¨¢cono Spieler, quien estaba invitado a la ceremonia y prefiri¨® no asistir "porque estaba profundamente desilusionado", afirm¨® a EL PA?S que Klaus K¨¹ng "representa s¨®lo a un extremo de la Iglesia. Por ello, nuestra resistencia es leg¨ªtima y democr¨¢tica. Esta resistencia no viene de grupos marginales, sino de la mayor¨ªa del clero".
En el acto de protesta, al que llegaron cat¨®licos de Suiza y Holanda, se repartieron panfletos en los que aparec¨ªan dibujadas tumbas con cruc¨¦s con los nombres de Viena, Salzburgo, Colonia y Feldkirch, ciudades donde han sido nombradas autoridades eclesi¨¢sticas de tendencias ultraconservadoras.
El nuevo obispo naci¨® en Bregenz, la capital de Verarlburg, hijo de un m¨¦dico, carrera que tambi¨¦n estudi¨®. En 1962 ingres¨® al Opus De?, y desde 1965 estudi¨® teolog¨ªa en Roma. Se orden¨® sacerdote en Espa?a en 1970, y desde 1976 es vicario general del Opus De? en Austria.
Al terminar la ceremonia, que se prolong¨® por dos horas y media, K¨¹ng se dirigi¨® a un anfiteatro donde le fue ofrecido un ¨¢gape por algunos de los fieles. En la noche estaba planeada una cena en un hotel de lujo de Feldkirch s¨®lo para 20 seleccionadas personalidades y presidida por el presidente Waldheim. Mientras, en los adoquines que rodea la catedral a¨²n no han sido borradas las firmas multicolores de 4.000 manifestantes. Tampoco ha sido borrada una pintada en las murallas, donde se lee "K¨¹ng Kong".
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