Um coalici¨®n cargada de futuro
El autor del texto hace recuento de los dos a?os de gesti¨®n del Gobierno de coalici¨®n PNV y PSE-PSOE en el Pa¨ªs Vasco, balance que considera sumamente positivo con relaci¨®n a los tres grandes problemas que condicionan la convivencia de dicha comunidad: la lucha por la paz, la recuperaci¨®n econ¨®mica y el desarrollo auton¨®mico. Euskadi es ahora, a su juicio, una sociedad m¨¢s integrada y m¨¢s tolerante.Al iniciarse hace dos a?os la andadura de la coalici¨®n formada por los dos partidos mayoritarios de Euskadi, los fundamentalistas aut¨®ctonos calificaron el acuerdo de gobierno como pacto antinatura, mientras algunos observadores pol¨ªticos comenzaban a hacer predicciones morbosas: hab¨ªamos formado un Gobierno para tres meses, las profundas diferencias entre los socios sentenciaban a la coalici¨®n en el horizonte temporal de las elecciones locales.
Hab¨ªamos empezado una experiencia de gobierno tan novedosa como audaz: era la primera coalici¨®n de gobierno que se daba en Espa?a desde la transici¨®n democr¨¢tica. Y se iniciaba precisamente en Euskadi., donde la convivencia ha sido ave m¨¢s rara, donde las fuerzas pol¨ªticas hemos vivido encastilladas, cuestionando a los dem¨¢s, aparte de la raz¨®n, el derecho a la discrepancia. .
Hoy, dos a?os despu¨¦s, nadie se atrever¨ªa a discutir la estabilidad pol¨ªtica de que goza el Pa¨ªs Vasco con este Gobierno. Euskadi ha avanzado m¨¢s en estos dos a?os en la conquista de los valores que sustentan a toda sociedad democr¨¢tica que en toda la d¨¦cada anterior. La formaci¨®n de un Gobierno que integra a las dos grandes mayor¨ªas sociales del pa¨ªs ha superado los elementos de divisi¨®n que nos separaban a los vascos.
Tolerancia
Los socialistas hemos superado los viejos tics de un partido que estaba marcado por haber sido siempre oposici¨®n en una Euskadi de monopolio nacionalista. El Partido Nacionalista Vasco (PNV) ha perdido el exclusivismo que le distinguiera en otro tiempo, ha moderado su proyecto y ha actualizado su discurso.
Todas las fuerzas democr¨¢ticas vascas han hecho un esfuerzo por desacorazarse y han aprendido a aceptar en parte las razones de los dem¨¢s. Euskadi es, dos a?os despu¨¦s, una sociedad m¨¢s integrada, m¨¢s tolerante, m¨¢s plural y m¨¢s volcada hacia el di¨¢logo que hacia la confrontaci¨®n como v¨ªa para resolver problemas. ?sta es ahora una sociedad que convive.
Pero es que, adem¨¢s, el Pa¨ªs Vasco ha dado un salto considerable en la evoluci¨®n de los tres grandes problemas que forman la trilog¨ªa vasca: la lucha por la paz, la recuperaci¨®n econ¨®mica y el desarrollo auton¨®mico.
Los vascos hemos aportado en este bienio un ingrediente fundamental a la lucha contra el terrorismo, y que era el elemento que faltaba para completar la estrategia antiterrorista del Gobierno: el acuerdo de las fuerzas pol¨ªticas vascas. Hace un a?o, los partidos democr¨¢ticos firm¨¢bamos en Ajuria Enea el Acuerdo para la Normalizaci¨®n y Pacificaci¨®n de Euskadi. Y all¨ª dejamos claro que ETA no representa para nada la voluntad de los ciudadanos vascos y que ning¨²n Gobierno puede negociar pol¨ªticamente nada con los terroristas.
El pacto de Ajuria Enea ha sido, adem¨¢s, un pacto pedag¨®gico notable contra la violencia. Los ciudadanos han visto a todos sus dirigentes de acuerdo, al PNV con el partido socialista, a Euskadiko Ezkerra con Alianza Popular, a Euskadi Alkartasuna con el Centro Democr¨¢tico y Social. Nunca hab¨ªan percibido esta imagen de consenso desde los albores de la transici¨®n. Y ¨¦ste ha sido un factor importante para que la sociedad nacionalista haya acabado de cerrar el paraguas de comprensi¨®n que hace a?os manten¨ªa ante el fen¨®meno-terrorista.
Se ha dado un paso important¨ªsimo en la derrota pol¨ªtica de los violentos y en el rearme moral de una sociedad civil que quiere vivir en paz y ya no tiene miedo a manifestarlo. A lo largo del a?o pasado hemos asistido a una eclosi¨®n de movimientos c¨ªvicos por la paz, de pronunciamientos de alcaldes nacionalistas y manifestaciones de ciudadanos vascos en todo el territorio vasco. El pr¨®ximo d¨ªa 18 el pueblo vasco volver¨¢ a expresar su voluntad de paz y convivencia manifest¨¢ndose detr¨¢s de sus dirigentes, estrechamente identificado con las instituciones que se ha dado a s¨ª mismo.
La econom¨ªa vasca muestra s¨ªntomas inequ¨ªvocos de reactivaci¨®n. Se ha producido por vez primera un frenazo en un ininterrumpido proceso de declive econ¨®mico que ven¨ªa prolong¨¢ndose a lo largo de los ¨²ltimos 10 a?os.
Entre 1975 y 1985 el producto interior bruto (PIB) de la comunidad aut¨®noma hab¨ªa disminuido en un 2,5% y se hab¨ªan destruido 150.000 puestos de trabajo, 110.000 de los cuales eran empleos industriales. En estos tres ¨²ltimos a?os se han creado 42.000 nuevos empleos y la evoluci¨®n de PIB no puede ser m¨¢s alentadora. Del 1,5% de incremento en 1986 pasamos al 3% en 1987, y en 1988 hemos experimentado un crecimiento que rondar¨¢ el 4,5%.
El marco auton¨®mico vasco est¨¢ definitivamente consolidado. Hemos recibido, con la sanidad, la ¨²ltima gran transferencia que quedaba pendiente. Hemos definido con toda exactitud cu¨¢les van a ser nuestras relaciones financieras ton el Estado,con la aprobaci¨®n de la ley del Cupo. Acabamos de acordar con el Gobierno central la definici¨®n de las grandes obras de infraestructura, que van a suponer inversiones superiores a los 200.000 millones de pesetas y que van a constituir las v¨ªas de comunicaci¨®n de Euskadi para los pr¨®ximos- decenios.
Se va a crear el Tribunal Superior de Justicia del Pa¨ªs Vasco como ¨®rgano jurisdiccional que culmina la organizaci¨®n judicial en el ¨¢mbito de nuestra comunidad aut¨®noma, se ha creado el Tribunal Vasco de Cuentas P¨²blicas, se ha designado el Defensor del Pueblo y se va a crear en breve el Consejo Social de la Universidad. Todo ello, hay que decirlo, gracias tambi¨¦n a la actitud generosa y constructiva de los partidos que integran.la oposici¨®n en el Parlamento vasco.
El Gobierno vasco y el Gobierno central acaban de aprobar el despliegue de la polic¨ªa aut¨®noma como una polic¨ªa integral en todo el ¨¢mbito de la comunidad aut¨®noma, que se coordina con la polic¨ªa del Estado y que combate todas las expresiones de la delincuencia en Euskadi, incluido el terrorismo.
Calma y sosiego
Estamos haciendo entre todos un pa¨ªs m¨¢s integrado. Hemos entrado en un proceso de normalizaci¨®n, un proceso en el que este pa¨ªs est¨¢ encontrando la calma y el sosiego que necesita para acabar de definir las prioridades de nuestro presente y nuestros deseos de futuro.
Estamos superando claramente los elementos de divisi¨®n interna, y yo creo que ¨¦ste es un paso fundamental para afrontar el reto del futuro. Porque el debate en que hemos estado encerrados durante todos estos a?os es un debate introspectivo y de pasado. Hace unos a?os, Julio Caro Baroja escrib¨ªa en la introducci¨®n a El laberinto vasco que "este pa¨ªs vive en tiempo de tragedia: y la tragedia se basa en una falta de adaptaci¨®n absoluta al espacio y a un desconocimiento total del tiempo en que vive".
Estamos empezando a si?per,arlo. Los vascos sabemos ya cu¨¢l es nuestro tiempo y nuestro espacio: hemos aprendido a mirar al futuro y hacia fuera.
Ram¨®n J¨¢uregui es secretario general del PSE-PSOE y vicelehendakari del Gobierno vasco.
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