La primera ministra noruega subraya la voluntad de la EFTA de cooperar con la CE
"La Asociaci¨®n Europea de Libre Comercio [EFTA] tiene la voluntad pol¨ªtica de avanzar en el proceso de cooperaci¨®n con la Comunidad Europea", manifest¨® ayer la primera ministra de Noruega, Gro Harlem Brundtland, al inicio de la cumbre de los seis pa¨ªses de la organizaci¨®n que se celebra en Oslo. El alcance de la declaraci¨®n conjunta que ser¨¢ aprobada hoy ha sido calificado de antemano como un proyecto de m¨ªnimos, condicionado especialmente por la negativa de Suiza a abrir la v¨ªa a acuerdos que limiten su soberan¨ªa nacional.
El mercado ¨²nico europeo para despu¨¦s de 1992 y su extensi¨®n a los seis pa¨ªses de la EFTA (Austria, Finlandia, Islandia, Noruega, Suecia y Suiza, adem¨¢s del principado de Liechtenstein, presente en esta reuni¨®n ministerial) es el ser o no ser del futuro de una asociaci¨®n de libre comercio industrial, cuya raz¨®n de ser est¨¢ en entredicho desde que el Reino Unido, el verdadero impulsor, abandon¨® sus filas para integrarse en 1973 en la CE.Las recientes propuestas del presidente de la Comisi¨®n Europea, Jacques Delors, y la declaraci¨®n conjunta del 2 de febrero de 1988 han puesto sobre la mesa la creaci¨®n del llamado espacio econ¨®mico europeo o la extensi¨®n de la unidad aduanera a un ¨¢rea CE-EFTA de 18 paises, que representan en conjunto el 45% del comercio mundial y un mercado de 355 millones de consumidores.
"Mi obligaci¨®n es obtener resultados en esta cumbre", declar¨® ayer Gro Harlem Brund¨²and, presidenta de turno de la EFTA y anfitriona de la reuni¨®n. La primera ministra noruega se neg¨®, sin embargo, a entrar en el contenido del proyecto de declaraci¨®n conjunta, pero insisti¨® en que la EFTA es la "plataf¨®rma com¨²n" para negociar con la CE y que esta reuni¨®n de alto nivel, la primera que se celebra desde hace cinco a?os, "es el test de viabilidad" para una mayor cooperaci¨®n y para "conjurar el peligro de desintegraci¨®n" de la asociaci¨®n.
Cit¨® como campos de cooperaci¨®n el medio ambiente, la cultura, la dimensi¨®n social, el crecimiento sostenido y el pleno empleo, adem¨¢s de la profundizaci¨®n en la colaboraci¨®n en marcha en investigaci¨®n y desarrollo tecnol¨®gico. Esta cumbre y la reuni¨®n ministerial CE-EFTA, que se celebrar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 20 en Bruselas, ser¨¢n las bases para una posible decisi¨®n en la cumbre de la Comunidad a finales de junio en Madrid.
En este sentido, la primera ministra noruega record¨® la coincidencia de intereses con el presidente del Gobierno espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez, puesta de manifiesto en la visita realizada a Oslo en abril del pasado a?o. Ambos mandatarios coincidieron en la necesidad de favorecer la integraci¨®n durante el presente semestre, en el que coinciden sus presidencias respectivas de las dos organizaciones.
Garant¨ªas
Frente a los intentos de varios pa¨ªses de la EFTA de ensayar bilateralmente una integraci¨®n en la CE, Brundtland afirm¨® que ha recibido garant¨ªas del canciller federal de Austria, Franz Vranitzky, de que su pa¨ªs permanecer¨¢ de momento en la asociaci¨®n y que su opci¨®n futura depender¨¢ del verdadero papel que ¨¦sta cobre. Sobre el extremo opuesto, representado por Suiza, precis¨® que la cooperaci¨®n internacional necesita de estructuras de decisi¨®n que se sobrepongan a los intereses nacionales. El controvertido tema de la supranacionalidad fue, no obstante, sorteado con la referencia a incrementar las reuniones ministeriales de la la EFTA y la necesidad de "mecanismos de control de los acuerdos con la CE".
La cesi¨®n de soberan¨ªa, inevitable en cualquier caso, refuerza la opci¨®n de integraci¨®n directa en la CE. La idea cobra fuerza en Noruega y Suecia, aunque en este caso la pol¨ªtica de neutralidad juega en su contra. En todo caso, son las grandes multinacionales, como la suiza Nestl¨¦ y las suecas Volvo o Ericsson, entre otras, las que con sus crecientes inversiones en pa¨ªses de la CE demuestran que el mercado ¨²nico no se puede dejar de lado.
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