El Estado Mayor sovi¨¦tico se opuso a la intervenci¨®n en Afganist¨¢n, seg¨²n Varenikov

El Estado Mayor sovi¨¦tico se opuso a la idea de mandar tropas a Afganist¨¢n antes de que la direcci¨®n pol¨ªtica adoptara esta decisi¨®n con el apoyo de Dimitri Ustinov, el ministro de Defensa en 1979. As¨ª lo afirma el viceministro de Defensa de la URSS y jefe de las tropas de infanter¨ªa, Valent¨ªn Varenikov, en una entrevista impresa en el semanario Ogoniok, que hoy debe ser puesto a la venta en la Uni¨®n Sovi¨¦tica.

Varenikov, de 57 a?os, ha sido jefe del grupo operativo del Ministerio de Defensa de Afganist¨¢n durante los ¨²ltimos cuatro a?os. El nuevo mando militar ofrece el primer testimonio oficial de alto nivel sobre las eventuales diferencias en las altas esferas de la defensa sovi¨¦tica en la cuesti¨®n afgana y sobre la historia interna de las relaciones entre Kabul y Mosc¨² a lo largo de m¨¢s de nueve a?os de guerra."Efectivamente, el Estado Mayor se opuso a la idea de mandar nuestras tropas a Afganist¨¢n mientras esto no se transform¨® en una decisi¨®n. Entre quienes valoraron negativamente aquel paso se hallaban Nikolai Vasilevich Ogarkov, Serguei Fedorovich Ajromeiev y algunos otros camaradas", afirma Varenikov, refiri¨¦ndose, con el patron¨ªmico incluido, a los dos militares que en 1979 eran, respectivamente, jefe y primer vicejefe del Estado Mayor. Ajromeiev sustituy¨® a Ogarkov en el cargo en 1984 y se retir¨® de ¨¦l a principios de este a?o.

El env¨ªo de las tropas debe valorarse con la perspectiva de desconfianza y sospecha mutuas entre la URSS y EE UU en 1979, se?ala Varenikov. Tomada ya la decisi¨®n de intervenir en apoyo del Partido Democr¨¢tico Popular de Afganist¨¢n (PDPA) para estabilizar la situaci¨®n, el Estado Mayor propuso mantener las tropas sovi¨¦ticas en las guarniciones y no mezclarse en las acciones armadas, as¨ª como no forzar el aumento cuantitativo de la presencia militar sovi¨¦tica. "Por varias razones", afirma Vareniko, Ias tropas comenzaron a participar cada vez m¨¢s en acciones militares. El resultado fue una pol¨ªtica de reforzamiento y aumento del contingente militar sovi¨¦tico", afirma el alto cargo.

El mariscal Dimitri Ustinov no hizo caso del Estado Mayor, afirma el entrevistador, el periodista Artem Borovik, experto en temas militares y en Afganist¨¢n de la revista Ogoniok. Varenikov dice que no se puede dar toda la culpa a Ustinov que en 1976, a?o en que fue nombrado ministro de Defensa, "no estaba en su sitio".

Babrak Karmal es "un demagogo de alto rango, un "experto fraccionalista" que no merece la confianza ni de sus compa?eros, ni del pueblo, ni de los consejeros sovi¨¦ticos y que ha creado un sistema burocr¨¢tico vigente hasta hoy, afirma con vehemencia Varenikov.

Nadjibul¨¢ trata de corregir los errores de su antecesor, dice Varenikov, que, sin criticar al actual dirigente, se?ala que hasta hoy hay saboteadores que trabajan paralelamente para el Gobierno afgano y para la oposici¨®n. Mosc¨² ha dejado a los afganos mucha tecnolog¨ªa y armas modernas, dice el general, seg¨²n el cual la oposici¨®n "no tiene ni puede tener algo semejante". El punto ¨¢lgido de las acciones b¨¦licas e Afganist¨¢n fue en 1984-1985.