Bacilo er¨®tico-bancario

Haga algo, se?or director, por los lectores ignorantes en asuntos bancarios y felpudos furtivos. Feligreses d¨®ciles de su sesudo peri¨®dico, hemos pasado sin rechistar por el ejercicio sadoma soquista de analizar y comentar las mil y una interpretaciones del 14-D surgidas en sus p¨¢ginas de opini¨®n, y por todas y cada una de sus homil¨ªas editoriales. Nuestra acrisolada fidelidad merece una compensaci¨®n: por favor, no se contagien de la fiebre nacional causada por el bacilo pero no contribuyan a la desmoralizaci¨®n del profano llenando su voluptuosa primera p¨¢gina de aventuras de albertos y pedrines, porque el pundonor c¨ªvico se nos cae a los pies.Pero a¨²n ir¨ªa m¨¢s lejos: si realmente lo de la econom¨ªa son habas contadas y vamos a un sistema mundial ¨²nico en que las multinacionales relevar¨¢n al Estado en su papel benefactor, por qu¨¦ no se llega a un consenso informativo sobre temas econ¨®micos y nos dedicamos a debatir cuestiones menos teol¨®gicas, como por ejemplo la armonizaci¨®n fiscal europea, la vertebraci¨®n social y auton¨®mica, el funcionamiento de los partidos, las relaciones entre poder pol¨ªtico y sindical, la financiaci¨®n de las diferentes religiones, la profundizaci¨®n de las libertades (discutir el derecho a una muerte digna ser¨ªa harto interesante), el deleznable efecto del rodillo madridista sobre el desarrollo auton¨®mico y la combatividad del pueblo catal¨¢n...

En fin, cosas as¨ª, como m¨¢s terrenales.-