Budapest, la ¨®pera cotidiana
ENVIADO ESPECIALEn Budapest, del 17 al 26 de marzo, se ha desarrollado la novena edici¨®n de los Festivales de Primavera. Lo que en otros lugares cumplen los festivales -ba?o de cultura durante unos d¨ªas y hasta el a?o pr¨®ximo- en la bella capital h¨²ngara supone, simplemente, una densidad m¨¢s apretada de espect¨¢culos y un toque de atenci¨®n hacia el turismo internacional. Los ba?os, aqu¨ª, son de otro tipo; la vida musical contin¨²a, no se interrumpe despu¨¦s del festival.
En Budapest funcionan a diario dos teatros de ¨®pera. La Opera del Estado, con 1.200 localidades, el teatro Erkel, con 2.300. La butaca de patio cuesta 300 forints en la primera, 80 en el segundo. Un forint est¨¢ aproximadamente a dos pesetas en este momento. No es raro, pues, la gran cantidad de j¨®venes y de ni?os de corta edad que, con atenci¨®n asombrosa, acuden a las representaciones. La ¨®pera es algo familiar, de todos los d¨ªas.
Salamb¨®
De Mussorgski. Orquesta Sinf¨®nica del Estado H¨²ngaro. Director: Zolt¨¢n Pesk¨®.Rinaldo De Haendel. Teatro de la ¨®pera de Halle (RDA). El castillo de Barba Azul De Bela Artok. Mario y el hipnotizador, de Janos Vajda.
El sue?o de Kodaly, la presencia del canto en las etapas formativas de los ni?os, se ha materializado en la existencia de 165 escuelas primarias especiales de m¨²sica que ampl¨ªan los conocimientos adquiridos en los jardines de infancia. En Hungr¨ªa son alrededor de 70.000 los estudiantes que est¨¢n aprendiendo a tocar un instrumento.
Normalidad
Todo este contacto cotidiano con la m¨²sica se refleja en la amplitud de los repertorios, en la programaci¨®n de lo que en otros sitios ser¨ªa ins¨®lito.Dentro del Festival se celebr¨® el 150? aniversario del nacimiento de Mussorgski, con una versi¨®n en concierto de las seis escenas que se conservan de Salamb¨®. A prop¨®sito de la novela de Flaubert en que se apoya, Hugo von Hofmannsthal afirmaba que "as¨ª como Madame Bovary presenta la maravillosamente construida cat¨¢strofe de una vida, Salamb¨® es la maravillosamente construida cat¨¢strofe de una ciudad". Los episodios de Mussorgski no tienen esa articulaci¨®n dram¨¢tica de sus obras maestras posteriores, pero ya adelantan algunas de las caracter¨ªsticas posteriores del compositor: equilibrio entre pasiones individuales e historias colectivas, presencia de voces bajas (no hay sopranos ni tenores), gran protagonismo de las masas corales (el coro de ni?os de la RTV h¨²ngara actu¨® desde la parte posterior de la sala, recalcando la estereofon¨ªa). Zolt¨¢n Pesk¨®, realizador de la orquestaci¨®n de tres de las seis escenas, dirigi¨® la obra con una tendencia a resaltar el aspecto eslavo de la melod¨ªa. Cont¨® con unos conjuntos notables y unas voces discretas, en que sobresalieron la mezzo b¨²lgara Stefka Mineva y el bajo ruso Anatoli Safyulin.
Un tono de farsa, de cuento de encantamientos, tuvo la puesta en escena de Rinaldo, de Haendel. La orquesta de la ¨®pera de Halle acentu¨® el car¨¢cter festivo de esta m¨²sica, que contrasta con la intensa emoci¨®n de las arias aisladas. Destac¨® el timbre y gusto en la l¨ªnea musical de Annete Market, como Rinaldo, dentro de una compa?¨ªa jovenc¨ªsima que conect¨® perfectamente con el p¨²blico.
Si hay una ¨®pera especialmente identificada con una ciudad, ser¨ªa El castillo de Barba Azul, de Bela Bartok, con Budapest. La versi¨®n esc¨¦nica fue presentada hace menos de un mes en el Covent Garden de Londres. El sentido misterioso y, a la vez, popular de la partitura es reflejado con una escenograf¨ªa abstracta y neutral en que lo interior toma un car¨¢cter predominante. El programa fue complementado con una versi¨®n teatral tradicional del joven autor J. Vajda (Miskolc, 1949), inspirado en el c¨¦lebre relato Thomas Mann Mario y el prestidigitador.
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