Ozal: "No hay riesgo de golpe de Estado"
El primer ministro turco minimiza la 'guerra del velo' y dice que la CE necesita llegar a su pa¨ªs
El primer ministro turco, Turgut Ozal, parece menos relajado que de costumbre, como si las predicciones de que su partido puede llevarse un batacazo en los comicios de hoy hubieran hecho mella en su ¨¢nimo.
No elude ninguna pregunta, pero, de cuando en cuando, se permite alguna finta. Los m¨¦dicos le recomendaron que perdiera peso, pero es evidente que no les ha hecho caso. Pese a ello y a que en los ¨²ltimos a?os ha sufrido una operaci¨®n en un ojo y otra a coraz¨®n abierto, afirma sentirse en plena forma. "Sigo trabajando 16 o 17 horas diarias", dice.
Pregunta. ?Viajar¨¢ a Barcelona, como lo hizo a Colonia para ver el partido ante el M¨®naco, si el Galatasaray llega a la final de la Copa de Europa?
Respuesta. ?Cu¨¢ndo es?
P. En mayo.
R. Lo intentar¨ªa.
P. ?Le gustar¨ªa una final Galatasaray-Real Madrid?
R. Ojal¨¢.
P. Ser¨ªa una buena ocasi¨®n para visitar Espa?a mientras preside la CE.
R. En cualquier caso, tengo la intenci¨®n de viajar a Espa?a. Quiz¨¢s en junio.
P. ?Necesita Europa a Turqu¨ªa?
R. Creo que s¨ª. Turqu¨ªa es un elemento esencial de Europa, en una situaci¨®n muy estrat¨¦gica, controlando los estrechos que unen el mar Negro y el M¨¢rmara. Es v¨ªa de paso para importantes suministros energ¨¦ticos. Adem¨¢s, tiene 55 millones de habitantes, quiz¨¢s 70 millones a final de siglo. Ser¨¢ un gran mercado en el futuro.
'Esp¨ªritu de Davos'
P. Han pasado casi dos a?os desde que Turqu¨ªa present¨® la solicitud de integraci¨®n plena en la Comunidad Europea y a¨²n no hay respuesta. ?Llegar¨¢ antes de la implantaci¨®n del mercado ¨²nico, en 1992?R. Creo que s¨ª, que la Comisi¨®n dar¨¢ su respuesta dentro de este a?o, lo que dar¨¢ paso a las negociaciones, aunque no s¨¦ cu¨¢nto tiempo durar¨¢n.
P. Considere por un momento que la respuesta de la CE sea no.
R. No puede ser no. Turqu¨ªa no puede ser empujada por Europa a otras alternativas.
P. ?Espera alg¨²n avance sustancial durante la presidencia espa?ola?
R. En eso conf¨ªo, y tambi¨¦n durante la presidencia francesa.
P. Uno de los principales obst¨¢culos al ingreso turco en la CE es la postura griega. Hace poco m¨¢s de un a?o, el esp¨ªritu de Davos abri¨® una v¨ªa de esperanza, pero parece que el clima est¨¢ empeorando.
R. No. Lo que pasa es que Turqu¨ªa est¨¢ al borde de unas elecciones locales y Grecia tendr¨¢ pronto unos comicios parlamentarios. Pero los contactos prosiguen. Por ejemplo, los dos ministros de Exteriores se han reunido recientemente. Despu¨¦s de las elecciones, el proceso se acelerar¨¢.
P. En el encuentro de Davos se acord¨®, aunque no s¨¦ si se puso por escrito, que habr¨ªa dos encuentros de primeros ministros al a?o, uno en Grecia y otro en Turqu¨ªa. Usted viaj¨® a Atenas el pasado junio, pero Papandreu a¨²n aun no le ha devuelto la visita.
R. Quiz¨¢s despu¨¦s de las elecciones. Claro, que no s¨¦ qui¨¦n ganar¨¢ en Grecia.
P. El esp¨ªritu de Davos no era entre Estados, sino entre dos jefes de Gobierno: Papandreu y usted.
R. Estoy seguro de que sea quien sea el primer ministro griego, continuar¨¢ el acercamiento. Ya conozco a Mitsotakis; estamos en el mismo grupo pol¨ªtico europeo.
P. ?Se lleva mejor con ¨¦l que con Papandreu?
R. Tengo buenas relaciones con los dos.
P. Con cierta frecuencia se se?alan las diferencias entre la tradici¨®n cristiana en Europa y la musulmana en Turqu¨ªa como obst¨¢culo a la integraci¨®n.
R. Nadie lo dice abiertamente, aunque tengo la impresi¨®n de que puede ser una objeci¨®n subterr¨¢nea. No tiene base. No veo el problema. La integraci¨®n turca en la CE ayudar¨ªa a un mejor entendimiento entre las dos religiones. Pero si la separaci¨®n contin¨²a, no s¨¦ que pasar¨ªa en el futuro.
P. En Occidente suscitan cierta alarma noticias como la reciente guerra del velo y la supuesta amenaza integrista que implica.
R. Esta guerra no es importante. Lo que pasa es que algunos de nuestros peri¨®dicos quieren vender m¨¢s. Tambi¨¦n en Europa hay gente que quiere seguir las estrictas leyes del catolicismo. Lo mismo ocurre aqu¨ª, pero son pocos.
P. Pero Turqu¨ªa tiene vecinos inc¨®modos, como Ir¨¢n.
R. Somos de diferentes sectas. Ellos, shi¨ªes; nosotros, sun¨ªes.
P. ?Qu¨¦ va a pasar con la ley que permit¨ªa el uso del velo en las universidades y que anul¨® el Tribunal Constitucional?
R. La ley no se ha abolido. La resoluci¨®n a¨²n no ha aparecido en el bolet¨ªn oficial. Despu¨¦s, veremos. Yo creo que si hay gente que, a causa de sus creencias, quiere usar el velo isl¨¢mico, no abr¨ªa por qu¨¦ objetar nada.
P. A ra¨ªz de la guerra del velo se ha evocado nuevamente el fantasma de un nuevo golpe de Estado, por la supuesta amenaza a la Rep¨²blica laica.
R. No existe ese riesgo.
P. Tambi¨¦n se dice que sus relaciones con el presidente Kenan Evren no son buenas.
R. No es verdad, aunque en ocasiones tenemos opiniones diferentes.
P. He le¨ªdo en la Prensa que sus reuniones con el presidente son extremadamente poco frecuentes.
R. No haga caso de lo que dicen los peri¨®dicos. Lamento decirlo, pero montan buenos escenarios, publican muchos cotilleos.
P. ?Estar¨¢ mucho tiempo en esta oficina o pretende cambiarla por la del presidente?
R. Ja, ja. No contesto este tipo de preguntas. No dir¨¦ si voy a ser candidato a la presidencia o no, al menos hasta tres meses antes de la elecci¨®n, prevista para noviembre.
P. ?Cu¨¢l es su objetivo al anunciar que presentar¨¢ un proyecto de nueva Constituci¨®n?
R. Pienso en una nueva Constituci¨®n, m¨¢s corta, que incluya s¨®lo las ideas b¨¢sicas y ponga el ¨¦nfasis en las libertades y derechos humanos, as¨ª como en las instituciones b¨¢sicas. Habr¨¢ muchas cosas que cambiar en el futuro, y eso habr¨¢ que dejarlo al Parlamento.
P. Podr¨ªa ser una buena oportunidad para suprimir la pena de muerte.
R. Ser¨ªa m¨¢s bien cuesti¨®n del Parlamento.
P. ?Est¨¢ usted a favor de suprimirla?
R. S¨®lo quedar¨ªa para casos extremos.
P. ?Para tiempos de guerra?
R. No, no. En casos contra el Estado, asesinatos masivos, etc¨¦tera. Pero se limitar¨ªan much¨ªsimo las posibilidades de aplicar la pena capital.
P. ?Qu¨¦ me dice de eliminar los art¨ªculos del C¨®digo Penal que castigan la militancia comunista?
R. Depende de que se cambie la Constituci¨®n. Si se modifica, muy bien. Yo no creo que haya un peligro inmediato de parte de partidos religiosos o comunistas.
P. Las denuncias sobre torturas y malos tratos en c¨¢rceles y puestos policiales no han desaparecido.
R. Esas cosas no son pol¨ªtica de Estado, sino actuaciones condenables de algunos individuos. He creado una comisi¨®n interministerial especial, que depende de m¨ª, para estudiar las denuncias de este tipo, incluso de organizaciones como Amnist¨ªa Internacional. Probablemente se crear¨¢ una comisi¨®n parlamentaria para visitar las prisiones y centros de detenci¨®n. Puede que haya m¨¢s cambios, como el de mejorar la asistencia letrada a los detenidos. Hemos firmado la convenci¨®n europea contra la tortura y la de las Naciones Unidas.
P. Muchas de las alegaciones de violaciones de los derechos humanos llegan del sureste de Anatolia, del Kurdist¨¢n. ?Est¨¢ mejorando la situaci¨®n en esa regi¨®n?
R. Existe terrorismo en esa zona, como en el Pa¨ªs Vasco, pero la gente no lo apoya. Creo que el desarrollo de la econom¨ªa, las inversiones masivas acabar¨¢n con ese terrorismo.
P. Se dice que el Partido de la Madre Patria es Turgut Ozal y poco m¨¢s.
R. Tenemos una mayor¨ªa de dos tercios en el Parlamento y casi el 70% de los ayuntamientos. Tenemos el poder. Es cierto que yo fund¨¦ el partido y que soy el primer ministro. Mis enemigos me atacan, soy su principal objetivo, y a veces lo hacen diciendo que no hay un segundo hombre despu¨¦s de m¨ª. Pero hay mucha gente. Ministros, diputados, alcaldes. Es un gran partido. Y en las elecciones de hoy seguiremos siendo los primeros. Y mantendremos el control de las tres principales ciudades: Estambul, Ankara y Esmirna.
P. No es f¨¢cil saber si el Partido de la Madre Patria tiene alguna ideolog¨ªa o si, por el contrario, su problema es que tiene demasiadas.
El ¨²nico partido nuevo
R. El PMP est¨¢ en contra de las formaciones anteriores a la intervenci¨®n militar de 1980 o herederas directas de ellas. Es el ¨²nico partido realmente nuevo. Algo parecido ocurri¨® en Espa?a despu¨¦s de la muerte de Franco.P. Mal ejemplo. Acu¨¦rdese de c¨®mo termin¨® la UCD.
R. Marcelino Oreja me dijo que ganaron la primera elecci¨®n y perdieron la segunda, pero nosotros ya hemos ganado la segunda... El motivo de nuestro ¨¦xito es que representamos a la nueva Turqu¨ªa, al turco medio, a la nueva generaci¨®n. Pero tenemos ideolog¨ªa, claro que s¨ª. Somos conservadores, partidarios del libre mercado y de la econom¨ªa mixta, defensores de los valores culturales nacionales, de los lazos familiares...
P. Hablando de econom¨ªa, seg¨²n la oposici¨®n, no podr¨ªa ir peor. Paro, inflaci¨®n galopante, alta deuda externa y reducci¨®n del poder adquisitivo de los salarios.
R. Usted ha viajado con frecuencia a Turqu¨ªa. ?No ha apreciado el cambio en los ¨²ltimos a?os? Vaya a las alturas de Cankaya, en Ankara, y eche una ojeada. Podr¨¢ ver la transformaci¨®n impresionante, y en un per¨ªodo de tiempo, muy corto. Lo mismo pasa en Estambul, Esmirna y Agana, o en las zonas rurales. Las exportaciones se han multiplicado y han pasado a ser predominantemente industriales, no agr¨ªcolas. Este Gobierno ha conseguido un super¨¢vit en la balanza por cuenta corriente...
P. Esas son las buenas cifras. ?Qu¨¦ me dice de las malas, como la inflaci¨®n?
R. Es que hay que considerar lo que se ha hecho: electricidad, tel¨¦fonos, aeropuertos, carreteras. La mejora en infraestructura ha sido espectacular en los ¨²ltimos a?os. Por ejemplo, ahora se puede llamar por tel¨¦fono directamente desde un peque?o y alejado pueblo turco a cualquier parte del mundo. Pero no pierdo de vista la inflaci¨®n. Ahora es del 60%, pero baja. Reducirla al m¨¢ximo es el principal objetivo de mi pol¨ªtica econ¨®mica.
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