Despegue por autopropulsi¨®n

La voluntad, cuando no hay demasiados factores en contra, puede y suele determinar la direcci¨®n del mercado de valores. Si esa voluntad es al alza y el papel se abstiene de presionar, la bolsa puede aguantar bien las cotizaciones. Si, adem¨¢s, el entorno internacional es moderadamente optimista, la direcci¨®n final de los precios puede ser alcista.Algo as¨ª ocurri¨® en la ¨²ltima sesi¨®n burs¨¢til. El cierre de la Bolsa de Tokio durante la madrugada arrojaba una subida nada despreciable que no desentonaba con la marcha de Wall Street. La voluntad de mejora qued¨® patente el lunes con una subida de cent¨¦simas aunque el volumen negociado fuera el m¨ªnimo del a?o -menos de dos millones de t¨ªtulos cambiaron de manos-. A esa retirada de los vendedores se sum¨® ayer la repetici¨®n del tipo de inter¨¦s en la cesi¨®n de letras a tres meses, lo que provoc¨® un respiro en los mercados monetario y burs¨¢til.

Retirada del papel, voluntad de mejora, ausencia de malas noticias y un entorno internacional tranquilo no son malos ingredientes para formar un coctel alcista. Faltaba lo que suele dar solidez a las mejoras: el volumen de negocio. Esa ausencia puede empantanar cualquier intento y quiz¨¢ por eso el mercado no acab¨® de despegar hasta la contrataci¨®n de las cementeras.

Despu¨¦s de este grupo, y por un sistema casi de autoalimentaci¨®n, la cautela dej¨® paso a un optimismo moderado. El empuje de algunos valores industriales y el aguante de los bancos ayudaron a mantener la confianza; aunque todo dentro del corto plazo.