Sebasti¨¤ Bardolet

La abad¨ªa benedictina de Montserrat no se asemeja a la misteriosa comunidad que relata Umberto Eco en su novela El nombre de la rosa. Los monjes llevan tambi¨¦n vida mon¨¢stica, aunque atenta y sensible a los cambios y desaf¨ªos que plantea la sociedad actual. Los monjes de Montserrat, sin embargo, saben guardar celosamente los secretos. As¨ª ocurri¨® cuando el pasado 27 de febrero se procedi¨® a elegir a Sebasti¨¢ Bardolet como nuevo abad, el cual recibi¨® la bendici¨® abacial el pasado s¨¢bado.

La v¨ªspera de su elecci¨®n como abad, nadie, ni siquiera los familiares de los monjes, sab¨ªan que se iba a producir el relevo al frente de esa comunidad benedictina de profunda significci¨®n no s¨®lo religiosa sino tambi¨¦n social en la Catalu?a pasada y presente. "Lo guardamos en secreto para evitar injerencias y presiones externas que podr¨ªan haberse producido dadas las repercusiones que, sobre todo por gracia, pero a veces por desgracia, tiene cuanto ocurre en el monasterio", ha declarado el propio Bardolet.Ante la sorpresa general, por lo inesperado de la sucesi¨®n, un abad de talante abierto, Cassi¨¢ Just, era sucedido por otro del mismo car¨¢cter, Sebasti¨¢ Barelolet, que naci¨® hace 55 a?os en la localidad de Torell¨®, en la interior y barcelonesa comarca de Osona.

Quienes le conocen aseguran que es un hombre que sonr¨ªe con facilidad, lejos pues de la severidad de los frailes que relata Adso de Melk en El nombre de la rosa, a la que el nuevo abad no es indiferente, puesto que confiesa haberla le¨ªdo y la considera interesante. No as¨ª la pel¨ªcula, que, seg¨²n declara, no le gust¨®.

El inter¨¦s por lo que se cuece en el mundo cultural es una muestra de que Sebasti¨¢ Bardolet mantiene un intenso contacto con el mundo exterior, a pesar de que desde los 20 a?os vive en la comunidad benedictina de Montserrat. La vida mon¨¢stica no le deja demasiado tiempo para sus aficiones. Quiz¨¢ movido por el hecho de que su padre fuera carpintero, afima que, de tener horas libres las dedicar¨ªa al bricolaje. De familia le viene tambi¨¦n su afici¨®n por la m¨²sica. Mientras estuvo en la Escolan¨ªa de Montserrat grab¨® en algunas ocasiones discos como solista. Incluso ya siendo monje y como tenor particip¨® tambi¨¦n en grabaciones, hecho que no es muy habitual. Bardolet estudi¨® en el Pontificio Instituto de M¨²sica Sacra de Roma, donde obtuvo los t¨ªtulos de maestro en Canto Gregoriano y Musicolog¨ªa.

La calidad vocal del nuevo abad tambi¨¦n parece ser cosa de familia. De ello dan fe sus sobrinos, que se han revelado como buenos cantores solistas en la misma escolan¨ªa. Muchos de ellos cursan en la actualidad o han cursado estudios de periodismo; ello le permite al abad afirmar que podr¨ªa convocar una conferencia de prensa contando estrictamente con sus familiares.

Hace unas semanas fue preguntado sobre el ideario que guiar¨ªa su mandato. El nuevo abad mostr¨® una hoja en blanco: "Est¨¢ en blanco porque nunca he deseado ser abad y no tra¨ªa nada redactado", dijo. Bardolet era prior de la comunidad desde 1978, y anteriormente ocup¨® el cargo de prefecto de la escolan¨ªa. Durante ese per¨ªodo, y aunque confiesa no tener preferencia por deporte alguno, se vio obligado a "jugar a todo con los chicos".