La gram¨¢tica que nos habla con los sentidos
Dentro del "Simposi¨²nculo" -como gusta llamarlo su promotor- que, sobre cuestiones de Ling¨¹¨ªstica, L¨®gica y Artes del Lenguaje, ha estado teniendo lugar durante la ¨²ltima semana del pasado mes de marzo en la Residencia de Estudiantes de Madrid, y bajo el t¨ªtulo Campos de situaci¨®n en una frase, comienza Garc¨ªa Calvo su exposici¨®n tomando del programa un lapsus -es decir, un efecto del lenguaje- en el que se lee sonido, donde deber¨ªa leerse sentido, para se?alar c¨®mo el equ¨ªvoco apunta, de todas formas, hacia algo de la verdad, al menos en la medida en que se puede afirmar que "la m¨²sica es el sentido".Su ponencia consisti¨® en presentar y diferenciar mediante esquemas, ejemplificaciones y juegos de variaci¨®n, los fundamentos ling¨¹¨ªsticos y extraling¨¹¨ªsticos del sentido a partir de una enigm¨¢tica formulaci¨®n. Para ello distingue tres campos y siete fuentes.
El primero (subdividido a su vez en cuatro fuentes), el campo subconsciente, comprende las producciones autom¨¢ticas de la lengua, en particular, las gramaticales. En segundo, el campo consciente, consiste en conjeturas y convenciones culturales y sociales, es decir, en utilizar otras fuentes de informaci¨®n no gramaticales (sexta y quinta). Y el tercero, un nivel intermedio entre los otros dos, corresponde al vocabulario sem¨¢ntico (la s¨¦ptima de las fuentes).
Es del lado extraling¨¹¨ªstico donde sit¨²a Agust¨ªn Garc¨ªa Calvo el sentido, puesto que para que ¨¦ste pueda establecerse, se debe recurrir a este tipo de informaciones.
Este an¨¢lisis va a posibilitar una diferenciaci¨®n entre personas y hablantes, entre lengua y cultura, entre lo autom¨¢tico y lo elaborado. Desde la perspectiva temporal, mientras que lo extraling¨¹¨ªstico requiere necesariamente una duraci¨®n (hay que pensar, desambig¨¹ar, identificar, etc¨¦tera), lo ling¨¹¨ªstico -por oposici¨®n a la producci¨®n misma- se efect¨²a a trav¨¦s de operaciones instant¨¢neas.
En el otro aspecto, el primero implica lo personal, lo social, lo cultural; sin embargo, lo segundo funciona solo, no es consciente ni personal: no se trata aqu¨ª de lo que el hablante hace con la frase, sino de lo que hace la frase misma.
Gram¨¢tica 'de nadie'
Agust¨ªn Garc¨ªa Calvo habla, pues, afortunadamente, de una gram¨¢tica que no es ni algo cient¨ªfico, ni algo personalizable; una gram¨¢tica que -haciendo confluir las palabras del ling¨¹ista con las del poeta, y para terminar con una frase que, como el sonoro del principio, tambi¨¦n tiene m¨²sica- no es "ni de Dios, ni de nadie", ni de los gram¨¢ticos siquiera.
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