Adaptaciones

?Puede la industria automovil¨ªstica europea adaptarse r¨¢pidamente a las normas anticontaminantes de EE UU y Jap¨®n, tal y como propone ahora la Comisi¨®n Europea? A esta pregunta, los miembros del Ejecutivo comunitario, como el brit¨¢nico Leon Brittan, contestan que "pueden hacerlo sin dificultad", y a su llegada a San Sebasti¨¢n, donde particip¨® en una reuni¨®n de los ministros de Industria de los doce, el comisario brit¨¢nico se declar¨® .convencido de que los industriales se han preparado ya para esta perspectiva".Su opini¨®n no era compartida por Fran?ois Perrin-Pelletier, secretario del comit¨¦ de enlace de los fabricantes de autom¨®viles, que estim¨® que el sector necesitar¨ªa m¨¢s de cuatro a?os para convertirse a las normas norteamericanas, y que la utilizaci¨®n entonces de un catalizador encarecer¨¢ el precio de los veh¨ªculos entre un 10% y un 16%, seg¨²n su cilindrada.

Aunque el comit¨¦ representa a todo el sector, no todos los fabricantes de autom¨®viles dar¨ªan la misma respuesta a la pregunta. Acostumbradas a exportar a Jap¨®n o a EE UU, las empresas alemanas occidentales, como Volkswagen, e incluso las norteamericanas asentadas en la RFA, como Opel, pueden instalar con celeridad los catalizadores, pero no ocurre, al parecer, lo mismo con las italianas o francesas, fuertemente implantadas en Espa?a. Convencidas en que los criterios norteamericanos iban a tardar en ser introducidos, Renault y Peugeot se atrevieron a prescindir en sus investigaciones de los catalizadores, que merman la potencia del veh¨ªculo, para intentar desarrollar un motor ultralimpio o de combusti¨®n ligera.

Algunos mercados de los Estados miembros van, sin embargo, por delante de las normas comunitarias porque sus ciudadanos se dejan seducir por las tesis verdes.

En el pa¨ªs de Europa donde se vend¨ªan m¨¢s coches de gas¨®leo, la Rep¨²blica Federal Alemana, las ventas han ca¨ªdo en casi un 51% entre 1986 y 1988.

El a?o pasado s¨®lo se matricularon 382.000 autom¨®viles nuevos de gas¨®leo, frente a los 780.000 en 1986. La empresa m¨¢s afectada, Daimler-Benz, inici¨® el mes pasado una gran campa?a de publicidad.