El 'libro total' de Roberto Calasso
El editor de Adelphi publica en Espa?a 'La ruina de Kasch'
En su cr¨ªtica a La ruina de Kasch, Italo Calvino estableci¨® de una vez por todas: "Este libro tiene dos argumentos: uno es Talleyrand. El otro es todo lo dem¨¢s". Y cuando dec¨ªa lo de m¨¢s, se refer¨ªa literalmente a todo. El libro de Calasso, escrito como una constelaci¨®n a cuyo ordenamiento debe ayudar el lector, en una visi¨®n simult¨¢nea de la historia, gira en torno a la leyenda del reino de Kash, en el que los sacerdotes consultan a las estrellas sobre el momento m¨¢s propicio para matar a su rey cuando llega un narrador y les distrae y les fascina hasta el extremo de que se olvidan de la ejecuci¨®n.Constru¨ªdo en a?os distantes e impuesto por su propia imaginaci¨®n cuando escrib¨ªa otra obra, La ruina de Kasch incluye, como dec¨ªa Calvino, todo: la revoluci¨®n francesa, Marx, Talleyrand, Sainte-Beuve, Goethe, tambi¨¦n Napole¨®n y hasta un par de asesinos o un militar franc¨¦s que se retira a la Trapa, no porque tenga vocaci¨®n religiosa, sino porque quiere estar solo. "La historia moderna comienza cuando la palabra sacrificio es sustitu¨ªda por la palabra experimento, que no es otra cosa que el sacrificio desplazado en una sociedad en la cual la industria ha sustitu¨ªdo a la religi¨®n y se ha convertido en una suerte de oficina sacrifical'.
Seg¨²n coment¨® a este peri¨®dico (v¨¦ase otra entrevista con Calasso en EL PA?S del 13 de febrero), Calasso no teme que los entusiasmos que llevan a los cr¨ªticos a dedicarle primeras p¨¢ginas y a compararle con Umberto Eco se deban a su enorme prestigio como editor de Adelphi. "A los buenos cr¨ªticos (Sciascia, Manganelli, Calvino ... ) s¨®lo les sale escribir lo que piensan", dice. "Los dem¨¢s no importan demasiado".
Art¨ªfice y motor de la editorial m¨¢s prestigiosa de Italia, que ¨¦l fund¨® hace veinte a?os con algunos amigos, Calasso se permite en ella el lujo de publicar s¨®lo lo que le gusta, a raz¨®n de 50 libros al a?o. "Nos propusimos publicar s¨®lo libros que nos gustasen, contrariamente a lo que se suele hacer". Durante cierto tiempo perdieron dinero. Ahora ya no.
Esquizofrenia necesaria
No cree Calasso que su doble condici¨®n de autor y editor sean inconveniente. "Si un banquero, una corista, un marino pueden ser escritores... ?por qu¨¦ no podr¨ªa serlo un editor?" El conflicto se resuelve si el editor piensa que existen libros buenos por s¨ª mismos, con independencia de los gustos del escritor. Reconoce sin embargo que para que ello sea posible es necesaria una gran esquizofrenia. R¨ªe.
Y para hacer posible una editorial como la suya -la ¨²nica en la que el patr¨®n de la Fiat, Gianni Agnelli, tiene dinero sin ser mayoritario-, Calasso dedica al d¨ªa cuatro horas como m¨¢ximo a firmar cartas y hablar por tel¨¦fono desde su despacho, y luego, en su casa, se dedica "al verdadero trabajo de editor", que es leer. No acepta casi compromisos de la que puede ser intensa vida social de un editor: presentaciones de libros, reuniones gremiales, ferias... S¨®lo va a la de Francfort porque es ¨²til. Ha aceptado venir a Espa?a porque era una oportunidad para ver Madrid -en la comida toma ciertas notas sobre libros que le pueden interesar- y porque se lo pidi¨® su editor. En Italia s¨®lo acept¨® acudir a dos institutos en que los alumnos hab¨ªan estudiado Las bodas de Cadmo y Armon¨ªa, y al cabo de seis horas de debate qued¨® exhausto e impresionado. "Es la mayor cantidad de sexo que ha entrado nunca en un instituto italiano", se r¨ªe de nuevo.
En la editorial lo hace todo, es decir que escribe las notas para la prensa y las contrasolapas, lo que atestigua el resultado: unos libros cuidados, bellos, con cat¨¢logo coherente. "Es un estilo", concede Calasso. "El dinero nunca compensa y hablar de industria no tiene sentido en algo forzosamente minoritario. La edici¨®n tiene que ser una pasi¨®n".
"Estas cosas no han pasado pero siempre existir¨¢n", dice la dedicatoria de Las bodas de Cadmo y Armon¨ªa, que saldr¨¢ en un a?o en Espa?a. "Hago un viejo oficio que es el de mit¨®grafo", dice Calasso, sentando ante una inmensa mesa de cristal que es casi el ¨²nico mueble de la muy alta biblioteca del Instituto Italiano. "El mit¨®grafo no debe inventar, sino ir juntando elementos con prudencia. El mit¨®grafo trabaja sobre un tejido ya existente, al que va a?adiendo unos hilos que al final pueden cambiarlo todo".
Licenciado en filolog¨ªa inglesa, Calasso reconoce que en el fondo no ha cesado de escribir con la misma mezcla de filosofia y narraci¨®n que ya utiliz¨® en su tesis, Los jerogl¨ªficos de sir Thomas Brown. Indiferente a la moda que han impuesto quienes piensan que la literatura s¨®lo podr¨¢ salvarse si concede, Calasso se mantiene, y con ¨¦xito, en el viejo y s¨®lido torre¨®n del artista.
Babelia
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