El Bar?a tampoco pudo con el Valladolid en el Camp Nou

RAM?N BESA, Resulta que s¨®lo ellos, los jugadores azulgranas -porque el p¨²blico ya no acude al estadio en masa como al principio-, van diciendo, repitiendo en cada entrevista, que la Liga todav¨ªa no est¨¢ perdida del todo, que matem¨¢ticamente tienen el t¨ªtulo lejos pero a su alcance, y el d¨ªa en que el Real Madrid pierde su virginidad en Vigo, la noche en que pueden volver a levantar cabeza, no son capaces de ganar al Valladolid en el Camp Nou.

El Barcelona de Johan Cruyff, el profeta del gol, el mismo que justifica los partidos con el n¨²mero de goles que marca su equipo, las oportunidades de gol que crea, con el f¨²tbol ofensivo que llena las gradas de todos los campos de f¨²tbol, sigue est¨¦ril ante puerta. Llevan tres partidos de Liga (Real Madrid, Zaragoza y Valladolid) y uno de Copa (Atl¨¦tico de Madrid) sin marcar.

Puede que tengan mala suerte, que les haya mirado un tuerto, que, como dicen los astr¨®logos, el club naciera en un mal d¨ªa. Porque ayer, por ejemplo, estrellaron dos balones en el poste (Lineker, m. 47 y Beguirist¨¢in, m. 69). Porque jugaron con Milla infiltrado y el Ma?o s¨®lo aguant¨® medio tiempo. Porque a Valverde, el Txingurri, que estaba pidiendo una oportunidad a gritos, se le cargaron los abductores en su primera hora como titular en esta Liga. Y porque Romerito, ese fichaje de emergencia que Cruyff se sac¨® de la manga para pelear por la Liga, tuvo que aguantar en el campo m¨¢s de media hora con una posible fisura del peron¨¦ que, caso de confirmarse, le mantendr¨¢ apartado del equipo por un m¨ªnimo de seis semanas, o sea, hasta que pr¨¢cticamente no queden partidos. Anoche, Romerito aguant¨® como pudo, pues Cruyff ya hab¨ªa realizado las dos sustituciones.

Puede que todo influya. Pero tambi¨¦n es cierto que el Barcelona ha ido perdiendo gas desde la reelecci¨®n de N¨²?ez; que en este mes de abril no ganan un partido; que desde que se lesion¨® Bakero en el campo no hay un l¨ªder; que, en definitiva, el Valladolid no mereci¨® perder y, por tanto, el Barcelona cedi¨® justamente un quinto punto en su estadio. Y, lo que es m¨¢s trascendente, ese equipo no inspira la confianza necesaria como para asegurar que el mi¨¦rcoles se clasificar¨¢ para la final de la Recopa. Porque ellos mismos, los jugadores, se hab¨ªan marcado el partido de ayer como un reto para coger confianza.