Marcianos
Mi bisabuelo, gallego, luch¨® en la guerra de Cuba. Mi abuelo lleg¨® muy joven a Argentina. Mi abuela, por su lado, se educaba en las ursulinas, jugaba a la comba en la plaza Mayor e iba a ver todos los d¨ªas el reloj de la Puerta del Sol..., adoraba los mu?equitos que sal¨ªan de la torre..., por lo que yo cre¨ª que al venir a Espa?a iba a tener derechos (nieta de espa?oles, hija de la madre patria). El se?or Haro, en magn¨ªfico art¨ªculo, dec¨ªa que los argentinos nos presentamos como viniendo del Alto Volta. ?No!, se?or Haro, le confesar¨¦ que cada d¨ªa me siento m¨¢s como una marciana ante el desprecio a que somos sometidos nosotros, ya no nietos de espa?oles ni hijos de la madre patria, sino simplemente sudacas. Vengo de llevar a mi madre al aeropuerto; en la aduana, el individuo que revisa los pasaportes, ante el incumplimiento de una formalidad -nada grave-, emprendi¨® una terrible reprimenda, con una agresividad que desbordaba la situaci¨®n contra esta hija de espa?oles, nacida en ultramar, y le tir¨¦ desp¨®ticamente el documento.Se?or Felipe Gonz¨¢lez: yo le vot¨¦ dos veces, porque usted significaba la libertad, la esperanza, pero durante su mandato vemos que el fascismo m¨¢s cruel se vuelve hacia nosotros, hijos de la madre patria. Las cosas que estamos sufriendo pasan el campo de lo anecd¨®tico por lo repetido. Una mala madre engendra esqui
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zofrenia. Espa?a lo ha sido para con sus hijos. ?Ser¨¢ por eso que Latinoam¨¦rica anda a ciegas con su identidad? ?La integraci¨®n de Espa?a a Europa pasar¨¢ por la negaci¨®n de sus hijos? No s¨®lo les mandamos trigo cuando se mor¨ªan de hambre; 10 millones de argentinos somos descendientes directos de espa?oles; acogimos como en casa a intelectuales y tambi¨¦n a otros que llegaron analfabetos. Lo que devuelve la Argentina (en su gran mayor¨ªa) son gente preparada, trabajadora, educada y con modales que muchos espa?oles deber¨ªan ir a aprender all¨¢. ?O esto es solamente un problema de profunda mala educaci¨®n e ignorancia?
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