El ministro de Econom¨ªa argentino admite la imposibilidad de controlar los mercados
La sociedad argentina parece estar pisando al fin el fondo del agujero negro que absorbi¨® al pa¨ªs hace 34 a?os, cuando un golpe militar derroc¨® al Gobierno constitucional que presid¨ªa Juan Per¨®n y se inici¨® el lento y progresivo derrumbe de una rep¨²blica posible. Los indicadores del desastre econ¨®mico saltan cada d¨ªa sobre sus propios r¨¦cords hist¨®ricos, y la desesperaci¨®n de los casi siete millones de habitantes -el 20% de la poblaci¨®n, que sobrevive bajo la llamada l¨ªnea de pobreza, seg¨²n datos oficiales- estalla en incidentes, hasta ahora aislados.
La crisis s¨®lo se detiene ante los fines de semana, cuando no funcionan los mercados. El presidente Ra¨²l Alfons¨ªn habl¨® el viernes pasado al pa¨ªs, y a esa hora de la noche el d¨®lar se cotizaba todav¨ªa a 67 australes y se pagaba el 2% diario de inter¨¦s a los que disponen de capital. Con su discurso, transmitido por la cadena nacional de radio y televisi¨®n, Alfons¨ªn trat¨® de calmar a los grupos econ¨®micos. Les garantiz¨® que se cumplir¨ªa con las deudas internas y externas, que "cohabitar¨ªa" con el presidente electo luego de las elecciones generales que deben celebrarse el pr¨®ximo 14 de mayo, y que no se tomar¨ªan medidas de emergencia para controlar los precios o recaudar nuevos impuestos.El lunes, luego de la tregua del s¨¢bado y del domingo, el d¨®lar se cotiz¨® a 86 australes, y el martes super¨® los 100 australes -su valor m¨¢s alto en los ¨²ltimos 20 a?os-, y las llamadas "mesas de dinero" llegaron a ofrecer hasta el 3% diario para dep¨®sitos a plazo fijo. La city de Buenos Aires, el barrio donde funcionan las principales agencias de cambio y las casas centrales de los bancos m¨¢s importantes, fue otra vez escenario de corridas, insultos y nerviosas operaciones de intermediarios y agentes.
Algunos de ellos aprovecharon la imprevistaliquidaci¨®n de d¨®lares a 71 australes que hizo el Banco de la Naci¨®n, y de inmediato los revendieron a 83. El presidente convoc¨® por la tarde a su Gabinete, con el que estuvo reunido hasta la madrugada. A la salida de la residencia presidencial, el ministro de Econom¨ªa, Carlos Pugliese, confirm¨® que "no habr¨¢ nuevas medidas; ¨¦ste no es un problema t¨¦cnico que se pueda corregir por decreto".
Pugliese admite que la crisis es "estructural" y que a tan pocos d¨ªas de las elecciones es imposible controlar los mercados. Reconoce adem¨¢s la necesidad de alcanzar la "unidad" de todos los partidos y sectores sociales en defensa del sistema democr¨¢tico. El ¨²nico s¨ªntoma saludable de la crisis ha sido la reacci¨®n de los l¨ªderes pol¨ªticos. El candidato peronista, Carlos Menem, que hab¨ªa apoyado la designaci¨®n de Pugliese, nombr¨® a tres legisladores para que pacten en nombre de la oposici¨®n un acuerdo "de m¨ªnimos" con el Gobierno.
El informe que el ministro de Econom¨ªa deb¨ªa presentar a la C¨¢mara de los Diputados fue suspendido y los dos partidos mayoritarios resolvieron "bajar el tono de disputa en la campa?a electoral".
Por su parte, Menem se ocup¨® tambi¨¦n de tranquilizar a los empresarios y les adelant¨® la futura pol¨ªtica econ¨®mica que pondr¨¢ en marcha en caso de ganar las elecciones. Como Alfons¨ªn, se comprometi¨® a cumplir con todas las deudas del Estado, descart¨® la nacionalizaci¨®n de la banca -que su jefe de campa?a hab¨ªa contemplado como posibilidad- y explic¨® la "revoluci¨®n productiva" que anuncia en cada mitin.
Pa¨ªs congelado
A¨²n faltan 18 d¨ªas para el pr¨®ximo 14 de mayo, y todo el pa¨ªs tiende a permanecer congelado hasta entonces. La poderosa Confederaci¨®n General del Trabajo (CGT), central ¨²nica de orientaci¨®n peronista, descart¨®, "por ahora", la realizaci¨®n de una huelga general y pidi¨® a los delegados que controlen las demandas.Los militantes del gremio mercantil apedrearon a los representantes empresariales que se reunieron con sus delegados y que tuvieron que ser dispersados por la polic¨ªa. Los supermercados contrataron guardias privados despu¨¦s de que sus empleados fueran insultados por los consumidores. El terremoto econ¨®mico derrumba hasta los cimientos la eterna fe en la riqueza potencial del pa¨ªs que caracteriz¨® siempre a los argentinos.
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