El 'esc¨¢ndalo Recruit' se cobra su primera vida
BOSCO ESTERUELAS, El esc¨¢ndalo Recruit se cobr¨® ayer la primera v¨ªctima mortal en la persona de un estrecho colaborador del primer ministro japon¨¦s, Noboru Takeshita, que decidi¨® quitarse la vida un d¨ªa despu¨¦s de que su jefe anunciara la intenci¨®n de dimitir. Ihei Aoki, de 58 a?os, antiguo secretario personal de Takeshita y contable de las finanzas del dirigente liberal y todav¨ªa primer ministro -que el martes anunci¨® su intenci¨®n de dimitir-, fue encontrado por su esposa muerto en el dormitorio de su domicilio en Tokio colgado junto a su cama y con m¨¢s de 20 cortes en sus mu?ecas y piernas.
La noticia convulsion¨® a los medios pol¨ªticos nacionales, sobre todo despu¨¦s de que trascendiera que el suicidado hab¨ªa sido interrogado recientemente por los jueces que investigan el caso Recruit. La crisis abierta con el anuncio de la dimisi¨®n de Takeshita tardar¨¢ todav¨ªa en cerrarse. El Partido Liberal Democr¨¢tico (PLD), que rige los destinos de Jap¨®n desde 1955, conf¨ªa en que el sucesor pueda ser designado a mediados de mayo una vez que se reinicie la actividad pol¨ªtica tras la semana de vacaciones que dejar¨¢ al pa¨ªs medio paralizado a partir del pr¨®ximo s¨¢bado.Ihei Aoki, un disciplinado colaborador de Takeshita desde que ¨¦ste llegara por primera vez al Parlamento hace m¨¢s de 30 a?os, estaba, como otros secretarios de dirigentes liberales, envuelto como intermediario en el caso Recruit, el mayor esc¨¢ndalo pol¨ªtico-financiero ocurrido en Jap¨®n en medio siglo, en el que se han visto metidos diputados, funcionarios y empresarios sobornados generosamente por Hiromasa Ezoe, el fundador de la empresa de servicios de informaci¨®n Recruit detenido el pasado febrero. "Estoy profundamente apenado", dijo ayer Takeshita al conocer la noticia. El primer ministro revel¨® que Aoki le llam¨® por tel¨¦fono el martes por la tarde, poco despu¨¦s de conocer el anuncio de dimisi¨®n, para comunicarle que no pod¨ªa ir a la residencia oficial del jefe del Gobierno como ten¨ªa previsto.
La v¨ªctima deb¨ªa de tener para entonces decidido el plan de quitarse la vida, porque suspendi¨® una cena con un amigo y pidi¨® a su mujer que le dejara solo en casa y que pasara la noche en un hotel. Cuando ella regres¨® a primera hora de ayer al domicilio encontr¨® a su marido ahorcado en el dormitorio. La polic¨ªa dijo que el muerto hab¨ªa dejado varias notas de despedida, una de ellas dirigida a Takeshita, pero no ha sido revelado el contenido.
El nombre de Aoki fue de los primeros en salir a la luz poco despu¨¦s de que estallara el esc¨¢ndalo Recruit el pasado junio. Aoki compr¨® a precio de saldo en 1986, cuando era secretario de Takeshita, 2.000 acciones de la firma Recruit Cosmos, una filial inmobiliaria de Recruit, antes de que salieran al mercado, y las vendi¨® al a?o siguiente con abundante beneficio. Un familiar de Takeshita, utilizando la misma f¨®rmula, compr¨® 10.000 acciones.
Las donaciones peligrosas
El primer ministro, que al principio se declar¨® ajeno a esas operaciones, admiti¨® en la Dieta (Parlamento) haber recibido de una u otra manera 150 millones de yenes (unos 135 millones de pesetas) de la Recruit. Aoki se hab¨ªa encargado de llevar toda la contabilidad relativa a las donaciones pol¨ªticas percibidas por Takeshita. El infortunado secretario precipit¨® involuntariamente la decisi¨®n de Takeshita de dimitir despu¨¦s de que los diarios publicaran el domingo pasado que la Recruit concedi¨® a Aoki un pr¨¦stamo de 50 millones de yenes (unos 45 millones de pesetas) en 1987, abriendo nuevamente la sospecha de que el dirigente liberal no haya declarado toda la cantidad recibida de la Recruit. Uno de los jueces que investigan el esc¨¢ndalo revel¨® ayer que el fallecido ayudante de Takeshita fue interrogado varias veces por ellos en los ¨²ltimos d¨ªas, pero neg¨® que hubiera sido sometido a un intenso examen.
El suicidio de Ihei Aoki es un episodio que se ha repetido desgraciadamente en otras ocasiones en las que ha habido esc¨¢ndalos pol¨ªticos en Jap¨®n. El ch¨®fer del primer ministro Kakuei Tanaka, por ejemplo, se quit¨® la vida en 1976 cuando su jefe fue encontrado culpable de haber aceptado un soborno de 500 millones de yenes (450 millones de pesetas, aproximadamente) de la compa?¨ªa aeron¨¢utica norteamericana Lockheed. En todos los casos, las v¨ªctimas fueron personas vinculadas con los principales responsables, con un fuerte sentimiento de lealtad que les impuls¨® a la muerte.
Takeshita puede haber sentido cierta liberaci¨®n al decidir dimitir cuando la Dieta apruebe el presupuesto fiscal, que no pudo ser sancionado el d¨ªa 1 por la par¨¢lisis legislativa que el caso Recruit ha producido y la exigencia de la oposici¨®n de que el ex primer ministro Yasuhiro Nakasone, presuntamente el principal implicado en el esc¨¢ndalo, declare bajo juramento en el Parlamento sobre sus lazos con Recruit.
Los liberales, con amplia mayor¨ªa pero que desean buscar un consenso, tampoco lograron ayer vencer la resistencia de la oposici¨®n y reiniciaron en solitario la discusi¨®n del presupuesto para que pueda ser votado por el pleno de la C¨¢mara Baja antes del s¨¢bado, d¨ªa en el que Takeshita iniciar¨¢ una gira de nueve d¨ªas por cinco pa¨ªses asi¨¢ticos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.