lan W¨¢tson: "La ficcion cientinca es la literatura religiosa de nuestro tiempo"

El escritor brit¨¢nico de ficci¨®n cient¨ªfica lan Watson, autor de novelas como Visitantes milagrosos (Ediciones B) o Empotrados (Mart¨ªnez Roca) y considerado uno de los mejores innovadores del g¨¦nero, am¨¦n de uno de sus m¨¢s certeros analistas, ha estado en Barcelona. Watson, cuya pr¨®xima novela arrancar¨¢ con la visita al Vaticano de 8.000 millones de moscas alien¨ªgenas, se?al¨® a este diario que la ficci¨®n cient¨ªfica ha venido a sustituir a la literatura religiosa popular. "La ficci¨®n cient¨ªfica es el g¨¦nero que trata hoy las verdades primeras y ¨²ltimas, los or¨ªgenes del universo, los seres superiores, la inmortalidad y el apocalipsis", dijo.

Ian Watson (1943), con una formaci¨®n que incluye la qu¨ªmica y las literaturas inglesa y francesa, se define a s¨ª mismo como un escritor "de ficci¨®n cient¨ªfica filos¨®fica" que emplea no s¨®lo las ciencias duras (astrorisica, qu¨ªmica, biolog¨ªa), sino las blandas (antropolog¨ªa, sociolog¨ªa, psicolog¨ªa, ling¨¹¨ªstica, semi¨®tica). "Considero m¨¢s importantes las segundas a la hora de describir c¨®mo otro ser, no humano, puede concebir el universo y la vida", dice. "En Empotrados [The Embedding, 1973] planteaba por ejemplo la relaci¨®n entre lenguaje y realidad y c¨®mo el uno afecta la comprensi¨®n de la otra".Cuando Watson define a la ficci¨®n cient¨ªfica como literatura religiosa no est¨¢ haciendo una boutade: "La verdadera literatura religiosa popular hoy no existe, si exceptuamos los exabruptos del ayatol¨¢, y es la ficci¨®n cient¨ªfica la que trata en nuestro tiempo las verdades ¨²ltimas, la que especula con las grandes preguntas. La ciencia s¨®lo nos permite conocer peque?os detalles del universo, pero no nos acerca a las grandes cuestiones"."Soy como un dios", contin¨²a Watson; "puedo crear universos y establecer en ellos las reglas del juego. Por otro lado, en mis libros soy tambi¨¦n como el capit¨¢n Ahab, persiguiendo con el arp¨®n a la ballena blanca que es la verdad ¨²ltima, intentando dar caza a Dios o a cualquier cosa o fuerza semejante que pudiera existir. S¨ª realmente la relaci¨®n entre Dios y la ficci¨®n cient¨ªfica es muy intere sante".

"Me considero un escritor de ficci¨®n cient¨ªfica mixto", prosigue; .con la parte m¨¢s bien depresiva y filos¨®fica de los autores ingleses y el inter¨¦s por la supertecnolog¨ªa de los norteamericanos. Eso, y que me gusta forzar las mentes quiz¨¢ me haga poco atractivo para uno y otro p¨²blico indistin tamente". Watson ha trabajado todo el espectro de lo fant¨¢stico desde "el blanco y luminoso de la ficci¨®n cient¨ªfica, pasando por el arco iris de la fantas¨ªa, hasta el negro del terror".

Al analizar su producci¨®n, cer ca de 20 novelas (Pleniluni pub]? car¨¢ pr¨®ximamente Deadhunter en la que un cient¨ªfico descubre que la muerte posee realmentemateria fisica y pretende atraparla) y un centenar de relatos cortos, Ian Watson se?ala: "He tratado siempre de explorar esa verdad ¨²ltima, el porqu¨¦ de la existencia del universo, pero tratando de no ser mortalmente aburrido". Sus obras parten usualmente de una idea "que puede parecer absurda o descabellada (lo de las moscas en el Vaticano, o la nave que aterriza en un planeta donde se reproduce un cuadro del Bosco -Eljard¨ªn de las deficias-), pero que me tomo muy en serio y explico de manera racional'.En opini¨®n de Watson, su mejor novela propia es The Book of the River (1984) y la que m¨¢s admira Un viaje a Arturo, de David Lindsay.

La ficci¨®n cient¨ªfica, asegura el escritor, "representa los miedos y deseos de nuestra ¨¦poca, pero no adivina el futuro, siempre se equivoca, como prueba el aterrizaje en la Luna de la misi¨®n Apolo XI: nadie acert¨® a describirlo como fue realmente".

Watson, que ha sido candidato por el Partido Laborista en su pa¨ªs, afirma que Estados Unidos .se encuentra en un callej¨®n sinsalida: est¨¢ preparado para una guerra espacial, pero ha perdido la carrera del espacio. Pese a su tecnolog¨ªa muy inferior y con sus cohetes obsoletos, la URSS pondra antes un hombre en los planetas". El escritor, que ha predicho que los capitanes estelares del futuro no se llamar¨¢n John y Mary, sino Boris y Natasha, cree que lap¨¦rdida de las sondas Fobos no tendr¨¢ una influencia excesiva en las misiones sovi¨¦ticas.

lan Watson opina: "La Humanidad tiene una ventana de lanzamiento de 200 a?os para intentar salir definitivamente al espacio; podemos intentarlo o quedamos aqu¨ª y pudrirnos hasta que se nos acaben los recursos".