Seis de los nueve 'etarras' deportados a Cabo Verde han abandonado el pa¨ªs africano

Ernesto Medina, jefe de gabinete del Ministerio de las Fuerzas Armadas y de la Seguridad de Cabo Verde, ha conrirmado telef¨®nicamente a EL PA?S en Madrid que s¨®lo quedan en este archipi¨¦lago tres (todos ellos milis) de los nueve etarras que Francia deport¨® a este pa¨ªs. Este alto cargo indic¨® que los seis polimilis hab¨ªan abandonado en octubre pasado este pa¨ªs con permiso del Gobierno de esta naci¨®n y de Espa?a y con un destino que dijo desconocer.

Sin embargo, el director general de Asuntos Pol¨ªticos de Cabo Verde, Antonio Lima, manifest¨® que no hubo salida pactada, sino fuga: "Dos etarras se fueron de aqu¨ª hace un par de meses sin avisar al Gobierno", y este alto cargo indic¨® que ellos s¨®lo hab¨ªan recibido "cinco o siete" etarras, mientras que el Ministerio del Interior espa?ol, que costea la estancia de los activistas, cifra en nueve los terroristas deportados.Fuentes de las gestoras proamnist¨ªa confirman que los etarras inicialmente deportados a Cabo Verde eran nueve, si bien hace un par de semanas indicaban que tres de ellos se hab¨ªan fugado del archipi¨¦lago hac¨ªa bastante tiempo. En concreto, daban por huidos a los activistas poli-milis Jos¨¦ Francisco Rementer¨ªa, Elena B¨¢rcenas e l?aki Rodr¨ªguez Mu?oa. Posteriormente, un familiar de los deportados manifest¨® que tambi¨¦n hab¨ªan abandonado tiempo atr¨¢s este pa¨ªs los otros tres poli-milis deportados en este archipi¨¦lago: Amaya Egiguren, Juan Ram¨®n Aramburu y Jos¨¦ Ignacio Etxarte.

Ernesto Medina, jefe de gabinete del Ministerio de las Fuerzas Armadas y Seguridad de Cabo Verde, indic¨® a este diario en llamada telef¨®nica desde Madrid que ignoraba el nombre de los etarras que a¨²n permanec¨ªan confinados en este pa¨ªs, pero s¨ª precis¨® que pertenec¨ªan a ETA Militar y que se hallaban juntos en Mindelo, capital de la isla de San Vicente. Los tres milis que a¨²n siguen en este archipi¨¦lago africano son Endika Iztueta, Angel Mar¨ªa Lete y Tom¨¢s Linaza. Este alto cargo caboverdiano precis¨® que los seis poli-milis salieron del pa¨ªs en avi¨®n, pero asegur¨® desconocer el destino. No obstante, el alto funcionario de la Seguridad de este pa¨ªs africano manifest¨® estar seguro de que todos hab¨ªan partido con permiso y con conocimiento de los Gobiernos de Cabo Verde y de Espa?a.

Precisi¨®n imposible

Sin embargo, Antonio Lima, director general de Asuntos Pol¨ªticos de Cabo Verde, localizado en su domicilio telef¨®nicamente desde Madrid, hab¨ªa manifestado a este diario d¨ªas antes que no pod¨ªa precisar la relaci¨®n de etarras confinados en esta naci¨®n por tener la documentaci¨®n en su despacho, pero que en cualquier caso algunos hab¨ªan desaparecido. "Hace un par de meses se fueron de aqu¨ª dos etarras sin avisar al Gobierno", exclam¨® con indignaci¨®n. A la pregunta de si tras esa fuga s¨®lo quedaban siete, dado que el Ministerio espa?ol del Interior cifraba en nueve los activistas inicialmente deportados, Lima replic¨® que nunca llegaron a ser tantos, sino s¨®lo "cinco o siete". Un portavoz del Ministerio Interior espa?ol matizaba que la lista de nueve ya no era fiable actualmente porque "algunos han desaparecido".

Portavoces del Ministerio del Interior consultados reiteran la l¨ªnea gubernamental de guardar silencio sobre estas cuestiones y recuerdan la necesidad de no herir susceptibilidades en un momento en que siguen abiertas las expulsiones de etarras desde Argel. No obstante, fuentes de este departamento indican que todo lo relacionado con la estancia de los etarras en Cabo Verde compete al Gobierno de esta naci¨®n. Espa?a, seg¨²n esta versi¨®n, se limita a costear su estancia y a ser informada peri¨®dicamente. "El dinero nunca se da directamente a los etarras, sino al Gobierno. De todas maneras, tenerlos all¨ª supone pagar s¨®lo un 20%. de lo que supondr¨ªa su estancia en prisi¨®n, aunque ya nos gustar¨ªa poderlos encarcelar. La seguridad y control de los deportados depende de cada pa¨ªs". Ernesto Medina rehus¨® explicar el contenido del protocolo firmado entre Espa?a y este pa¨ªs africano en relaci¨®n con estos deportados, pero s¨ª indic¨® que la polic¨ªa caboverdiana se encargaba de su custodia, aunque inicialmente indic¨® lo contrario. "Es una cuesti¨®n que lleva Exteriores; nosotros oficialmente ni siquiera sabeinos que est¨¦n aqu¨ª".

"Estamos bien"

Las deportaciones a este archipi¨¦lago se iniciaron en febrero de 1985 con el env¨ªo de Tom¨¢s Linaza. Los poli-milis Etxarte, Egiguren, Rodr¨ªguez y B¨¢rcenas realizaron una huelga en diciembre de 1986 para ser separados de los milis, con los que compart¨ªan residencia, tras originarse un conflicto que lleg¨® a las manos entre ambos grupos. EL PA?S contact¨® telef¨®nicamente desde Madrid con Linaza, que se neg¨® a dialogar con "diarios espa?oles", y s¨®lo indic¨®: "Aqu¨ª estamos los de siempre", pero se neg¨® a indicar qui¨¦nes son "los de siempre". No obstante, Linaza manifest¨®: "Yo vivo aparte, con mi mujer".

EL PA?S consigui¨® establecer contacto telef¨®nico con Endika Iztueta, otro mili, quien, sin duda prevenido por Linaza, espet¨® al redactor: "?Pero t¨² qui¨¦n eres, periodista o polic¨ªa?". Al identificarse el redactor como tal, Iztueta exclam¨®: "?Joder, la hostia!'", y se neg¨® a mantener la conversaci¨®n, aunque, preguntado sobre el estado de los confinados, manifest¨®: "Estamos bien".