El Real Madrid salvo un punto en La Romareda
Hugo S¨¢nchez aprovech¨® los 47 minutos del silencio ante Osasuna para salvar con un extraordinario remate a bal¨®n parado uno de los dos puntos que ten¨ªa perdidos el Madrid desde el 28 de enero en El Sadar. El equipo de Beenhakker comenz¨® con dos delanteros -Butrague?o y Hugo- y acab¨® con cinco en l¨ªnea -Llorente, Michel, Losada, el mexicano y Butrague?o-, pero apenas acert¨® a crear ocasiones de peligro ante el ordenado sistema defensivo osasunista. El cuadro navarro tambi¨¦n tuvo su gran oportunidad para haber sentenciado el choque en un claro penalti de Buyo a Bustingorri, pero el ¨¢rbitro, Socorro Gonz¨¢lez, acudi¨® generosamente en auxilio de la causa madridista.Socorro provoc¨® al final la indignaci¨®n generalizada en la expedici¨®n de Osasuna. El colegiado, que es taxista en la localidad tinerfe?a de Los Realejos y que forma parte de la oposici¨®n del Ayuntamiento de su pueblo desde que en las ¨²ltimas elecciones municipales fue elegido concejal por el CDS, fue el ¨²nico de los 330 espectadores presentes en La Romareda -30 por equipo, 180 periodistas, 20 directivos de la federaci¨®n aragonesa, 20 t¨¦cnicos y jugadores del Zaragoza, 40 empleados y 10 agregados- que no acert¨® a ver con claridad la jugada pol¨¦mica, suposici¨®n que le obligar¨ªa a una urgente revisi¨®n oftalmol¨®gica pagada por el Colegio Nacional de ?rbitros m¨¢s que nada para evitar problemas de tr¨¢fico en Los Realejos. Fue una preciosa internada por el centro de Bustingorri, seguida muy de cerca por la atenta mirada de mediocampistas y defensores madridis tas, que demostraron cierto inter¨¦s visual ante la brillante carrera de su m¨¢s peligroso adversario. Claro que tambi¨¦n es probable que el colegiado pretendiese evitar que le lloviesen objetos contundentes a Buyo por su tan necesaria como ilegal acci¨®n, aunque a Socorro se le olvid¨® un peque?o detalle: esta vez no hab¨ªa nada ni nadie tras la porter¨ªa.
Por lo dem¨¢s, fue un partido extra?o, at¨ªpico y hasta parad¨®jico porque, si el ¨¢rbitro contribuy¨® a hacer buena la previsi¨®n de Hugo S¨¢nchez en la v¨ªspera -"van a ser 47 minutos de cachondeo", anunci¨® el mexicano-, los jugadores de ambos equipos convirtieron ese per¨ªodo en un duelo intenso y vibrante porque unos y otros sacaron a relucir sus viejas rencillas personales, y eso que no estaba R¨ªpodas, el enemigo p¨²blico de Michel y Gallego.
Osasuna se situ¨® con mucho orden defensivo, de manera es calonada en sus tres l¨ªneas y con sus jugadores presionando siempre a los blancos porque dispon¨ªan de menos tiempo del real para explotar su condici¨®n f¨ªsica en los marcajes. Y el Madrid, por contra, se ve¨ªa obligado a forzar sus acciones de ataque para ganarle metros a su rival y segundos al reloj. Se trataba de hacer en 47 minutos lo que normalmente suele distribuir la calidad de los madridistas en 90.
El Madrid trat¨®, pues, de ordenar su juego sobre la base de pelotazos largos de Schuster a las bandas que Beenhakker acab¨® potenciando con las parejas Llorente-Michel por la derecha y Gordillo-Hugo S¨¢nchez por la izquierda. Pero el juego madridista no ofreci¨® nunca argumentos v¨¢lidos para entrar con claridad entre la muralla navarra, hasta el punto de que Roberto apenas tuvo necesidad de intervenir. Sin embargo, el Madrid supo aprovechar las otras dos ¨²nicas v¨ªas posibles de que dispon¨ªa, es decir las faltas a Butrague?o fuera del ¨¢rea buscando los certeros lanzamientos de Hugo o de Schuster a bal¨®n parado. As¨ª fue como El Buitre cay¨® derribado por Pep¨ªn y el mexicano explot¨® su habilidad y potencia.
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