Matrimonio por dos a?os
Suarez decidi¨® la aproximaci¨®n a Fraga antes de que el PSOE captara a algunos centristas
Las mociones de censura conjuntas del Partido Popular y del Centro Democr¨¢tico y Social comprometer¨¢n a ambos hasta el a?o 1991, seg¨²n el secretario general del CDS, Jos¨¦ Ram¨®n Caso. El negociador de los populares, Federico Trillo, no aventura un plazo tan definido, pero s¨ª afirma que el "principio de acuerdo" entre los dos partidos va m¨¢s all¨¢ de las mociones de censura en estudio para algunos ayuntamientos y la Comunidad de Madrid.Se trata, por tanto, de una operaci¨®n a medio plazo, que de momento compromete a ambos s¨®lo en el nivel de las instituciones auton¨®micas y locales. Antes de llegar m¨¢s lejos, las dos direcciones necesitan observar si los electores castigan o respaldan estas operaciones, y comprobar si ambos se benefician de los mismos. Pero tambi¨¦n es el plazo en el que deben celebrarse no s¨®lo las inminentes elecciones europeas del 154, sino los comicios auton¨®micos de Galicia y de Andaluc¨ªa, adem¨¢s de unas elecciones legislativas.
La operaci¨®n es de dise?o inequ¨ªvocamente conservador, pero habr¨ªa sido imposible sin las decisiones que Su¨¢rez comenz¨® a tomar antes de Semana Santa.
Todo empez¨® un mes antes de que el PSOE sorprendiera a todos con el anuncio de la captaci¨®n de varios concejales centristas en el Ayuntamiento madrile?o. A principios de marzo pasado, el Comit¨¦ Nacional del CDS celebr¨® su primera reuni¨®n en el remodelado palacete de la calle madrile?a del Marqu¨¦s del Duero, donde los centristas han instalado sus reales. Su¨¢rez no s¨®lo estrenaba despacho, sino estrategia: tras varios meses de negativas, el l¨ªder centrista ley¨® ante sus compa?eros una carta que pensaba enviar a Fraga.
A esas alturas, Su¨¢rez hab¨ªa recibido ya dos misivas sucesivas del l¨ªder conservador, adem¨¢s de otros recados a trav¨¦s de Federico Trillo -el jefe de la campa?a pro retorno de Fraga a la presidencia del partido conservador, convertido despu¨¦s en secretario general adjunto del PP-, que desde finales del a?o anterior hab¨ªa establecido contactos discretos con el secretario general del CDS, Jos¨¦ Ram¨®n Caso.
General sin tropas
Los apremios de Fraga cogieron a Su¨¢rez en un mal momento pol¨ªtico. El l¨ªder centrista hab¨ªa rechazado las conversaciones propuestas por el socialista Jos¨¦ Mar¨ªa Benegas para un pacto auton¨®mico -Su¨¢rez exig¨ªa, en todo caso, un mejor trato del Gobierno, igualdad de oportunidades en TVE y entenderse directamente con Felipe Gonz¨¢lez- y buscaba el voto descontento del PSOE. Despu¨¦s de la huelga general del 14-D, exigi¨® del Gobierno el pago de un alto precio.Pero las centrales sindicales y los sectores a la izquierda de Felipe Gonz¨¢lez no respondieron con la misma moneda al dirigente centrista. En el debate parlamentario sobre el estado de la naci¨®n, celebrado a mediados de febrero, la postura adoptada por el CDS se vio alineada con la de Izquierda Unida, mientras el dirigente comunista Nicol¨¢s Sartorius describ¨ªa a Su¨¢rez como un general a la b¨²squeda de tropas, y le lanzaba aquella severa advertencia de que hay tropas "que no quieren ser mandadas por este general".
Manuel Fraga, mientras tanto, hab¨ªa tenido que tragarse una primera negativa de Su¨¢rez a encontrarse con ¨¦l y decidi¨® darle celos. Aconsejado por la jovenguardia de su partido y con la eficaz colaboraci¨®n de Miguel Herrero de Mi?¨®n como portavoz parlamentario, el l¨ªder conservador jug¨® sus piezas con una finura que casa mal con el retrato bronco que suele hacerse de la derecha cl¨¢sica. En ese debate, el Partido Popular consigui¨® dar la impresi¨®n de que pod¨ªa llegar a un buen entendimiento con el Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez. Y por si quedaban dudas sobre la posibilidad de que la posici¨®n de Herrero hubiera sido meramente personal, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar aprovech¨® una visita a Felipe Gonz¨¢lez en la Moncloa para dejarlo muy claro: "Que conste, presidente", le dijo, "que la postura de Miguel Herrero representa la de todos nosotros".
A finales de febrero, cuando ya hab¨ªa escrito a Su¨¢rez su se- gunda carta en petici¨®n de rela- ciones pol¨ªticas, Manuel Fraga adelant¨® la lista de lugares donde pretend¨ªa actuar conjuntamente con el CDS: "Parece dificil decir que el socialismo se ha agotado y no hacer nada, cuando ma?ana mismo se podr¨ªa cambiar el Gobierno socialista en la Comunidad de Madrid, en el Ayuntamiento de la capital y en los de Valencia, Murcia, Valladolid Oviedo, Guadalajara, Ja¨¦n y C¨¢ceres".
Adolfo Su¨¢rez se tom¨® a¨²n un par de semanas de reflexi¨®n. Reuni¨® a los miembros del Comit¨¦ Nacional del CDS -faltaba poco para la Semana Santa- y les ley¨® el proyecto de contestaci¨®n a Manuel Fraga, que implicaba abrir la puerta al estudio de las mociones de censura sugeridas por aqu¨¦l. Pero no expresaba a¨²n una voluntad de entendimiento abierto con el l¨ªder conservador.
Madrid en el punto de mira
Despu¨¦s de celebrada esa reuni¨®n, algunos de los miembros del comit¨¦ nacional se quedaron para visitar las instalaciones de la nueva sede del CDS. Su¨¢rez segu¨ªa dando vueltas a los temas tratados, y en un momento determinado se volvi¨® a sus interlocutores y les plante¨® la cuesti¨®n: ?Y si presentamos la moci¨®n de censura en Madrid?'.Jos¨¦ Ram¨®n Caso, Alejandro Rebollo, Jos¨¦ Luis Garro, Javier Soto, Gerardo Harguindey y alg¨²n otro formaban en ese momento el grupo de contertulios. Algunos de los asistentes sacaron la impresi¨®n de que Su¨¢rez ten¨ªa muchas ganas de dar un golpe a los socialistas, pero no sab¨ªa a¨²n c¨®mo hacerlo sin comprometerse demasiado con el l¨ªder del Partido Popular. De hecho rehuy¨® el encuentro que Fraga le hab¨ªa solicitado, declarando que daba por superadas "las viejas tensiones que exist¨ªan entre nosotros sin m¨¢s tr¨¢mites sociales".
Durante las semanas siguientes, Adolfo Su¨¢rez se limit¨® a ganar tiempo, por el procedimiento de aplazar varias comparecencias, y enlaz¨® su per¨ªodo de vacaciones de Semana Santa con un desplazamiento posterior a Centroam¨¦rica.
A la vuelta del periplo ameri-cano se tropez¨® con datos preocupantes, emanados de las encuestas de opini¨®n, que mostraban clara tendencia del CDS al estancamiento. Y adem¨¢s volvi¨® a pensar que estaba siendo v¨ªctima de una pinza, al producirse una entrevista a solas entre Manuel Fraga y el presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, el 5 de abril, con el motivo formal de hablar de las negociaciones con ETA. Su¨¢rez, que siempre ha prestado su colaboraci¨®n para el acto antiterrorista, pidi¨® explicaciones por ese encuentro y se las dio el ministro del Interior, Jos¨¦ Luis Corcuera, quien le asegur¨® que no se trataba de dar un trato privilegiado al PP.
Su¨¢rez ya no lo dud¨® m¨¢s. Fue entonces cuando su hombre le confianza, Jos¨¦ Ram¨®n Caso, llam¨® al secretario general adjunto del PP, Federico Trillo, y le invit¨® a comer: "Venga, vamos a hablar de lo de Madrid". El interlocutor de los populares dijo que de acuerdo, pero que el PP quer¨ªa hablar de m¨¢s cosas.
As¨ª estaban las cosas cuando el alcalde de Madrid, Juan Barranco, propin¨® al CDS lo que pod¨ªa haber sido un golpe casi mortal, de haberse consumado, al anunciar el paso al grupo municipal socialista de los concejales centristas Javier Soto y Manuel Mart¨ªnez Parrondo. Era el 3 de abril. Los dirigentes centristas no s¨®lo hicieron lo imposible por deshacer la operaci¨®n socialista con Soto -una s¨®rdida, historia, que alg¨²n d¨ªa se conocer¨¢ por entero- sino que Caso volvi¨® a llamar a Trillo y esta vez puso todo el mapa de Espa?a encima de la mesa: el CDS estabadispuesto a discutir con el PP las mociones de censura que fueran convenientes.
A por todas
Bast¨® la renuncia p¨²blica de Fraga a entrevistarse con Su¨¢rez, expresada tras una reuni¨®n del Comit¨¦ Ejecutivo del PP, para que la situaci¨®n diera un giro considerable. Mientras los dirigentes del Partido Popular hablaban prudentemente de "fijar las bases de la negociaci¨®n", Su¨¢rez, que ten¨ªa mucha prisa, declar¨® que exist¨ªan negociaciones avanzadas entre los dos partidos y que habr¨ªa mociones de censura a corto plazo.Y dentro de unos d¨ªas, Manuel Fraga tiene previsto visitar al presidente de la Generalitat de Catalu?a, Jordi Pujol.
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