Thatcher a contrapi¨¦

El violento temporal que sacude en estos d¨ªas las relaciones sovi¨¦tico-brit¨¢nicas s¨®lo tiene precedentes en la expulsi¨®n de 105 sovi¨¦ticos de Londres en 1971. Las circunstancias, sin embargo, hacen ahora m¨¢s da?ino el fen¨®meno, producido cuando ambas partes cultivan una esperanza de acercamiento que la era brezneviana no hac¨ªa posible.La primera ministra brit¨¢nica cuando conoci¨® personalmente a Gorbachov qued¨® tan favorablemente impresionada, que no dud¨® en afirmar que es un hombre con el que "se puede hacer negocios".

Thatcher y el l¨ªder sovi¨¦tico se han entrevistado repetidas veces y siempre han manifestado que las diferencias ideol¨®gicas no eran ¨®bice para profesarse un respeto, mutuo nacido de la firmeza. Pero Gorbachov ha mostrado lo que entiende por firmeza y ha pillado a Thatcher a contrapi¨¦.

Londres, que en abril vio con satisfacci¨®n la firma de acuerdos comerciales, quisiera que las cosas no pasaran a mayores, pero ahora es imposible de predecir la evoluci¨®n de los acontecimientos, que Thatcher atribuye, con un duro lenguaje, a una "URSS que ha cambido bastante menos de lo que mucha gente esperaba".

Ayer se especulaba en la capital brit¨¢nica sobre el efecto que esta escaramuza puede tener sobre la visita oficial que la reina Isabel va a realizar a la URSS.