El jefe del PC h¨²ngaro critica duramente a Poszgay

La rehabilitaci¨®n pol¨ªtica plena de Imre Nagy, el primer ministro de Hungr¨ªa que encabez¨® el levantamiento de 1956 y fue ejecutado dos a?os despu¨¦s, es un nuevo y grave rev¨¦s para el jefe del partido, Karoly Grosz, cuyo pr¨®ximo relevo parece cada vez m¨¢s cercano. Grosz intenta ahora retomar una iniciativa perdida atacando, tras la reuni¨®n del comit¨¦ central, a lmre Poszgay, ministro de Estado y miembro del bur¨® pol¨ªtico, l¨ªder indiscutido del ala reformista del partido y hoy ya su m¨¢ximo rival.

Seg¨²n Grosz, Poszgay se est¨¢ "extralimitando en sus funciones". "Niego que los ¨²ltimos 40 a?os fueran un callej¨®n sin salida, niego que la alternativa elegida fuera err¨®nea, si una idea no se realiza bien esto no significa que la idea sea mala", declar¨®.En unas declaraciones a la emisora norteamericana Radio Free Europe, Poszgay hab¨ªa declarado que hay que desmantelar el sistema. La facci¨®n reformista del partido dirigida por Poszgay hab¨ªa se?alado en su primera conferencia formal hace una semana que "s¨®lo es reformable un sistema que funciona" y que el actual s¨®lo puede ser abolido y sustituido.

El comit¨¦ central del partido comunista h¨²ngaro (POSH) rehabilit¨® el lunes a Nagy y calific¨® su ejecuci¨®n de "?legal". A¨²n hace pocos meses que Grosz descartaba, en una entrevista a EL PA?S, la rehabilitaci¨®n de Nagy que ahora se produce. El comit¨¦ central decidi¨® adem¨¢s que el pr¨®ximo jefe del partido, a decidir en el congreso adelantado al oto?o, ser¨¢ elegido directamente por todos los miembros del partido, actualmente unos 750.000. Grosz, cuyas posibilidades de ser reelegido disminuyen a ritmo vertiginoso, sali¨® ayer en defensa del r¨¦gimen de los ¨²ltimos 40 a?os, en lo que parece un intento por reagrupar en torno a s¨ª a los descontentos con las reformas.