Izquierda Unida y las minor¨ªas mejoran a costa del PSOE
El centro-derecha permanece estable y se prev¨¦ una elevada abstenci¨®n, seg¨²n un sondeo de Demoscopia
, El Partido Socialista Obrero Espa?ol (PSOE), seg¨²n el sondeo, mantiene la tendencia al descenso en el voto, no tan acusado, sin embargo, como su traducci¨®n en p¨¦rdida de esca?os: un descenso de cuatro puntos porcentuales podr¨ªa costarle entre tres y cinco esca?os; ello se debe a que una fuerte abstenci¨®n potencia el peso relativo de las opciones menores, sobre todo regionales y nacionalistas. Al no existir un umbral para participar en el reparto de esca?os, y en el supuesto de una abstenci¨®n cercana al 50%, algunas candidaturas que en 1987 se quedaron fuera esta vez muy probablemente obtendr¨¢n alg¨²n esca?o. Es el caso del Partido Andalucista, Los Verdes, Izquierda de los Pueblos, Coalici¨®n Nacionalista o la candidatura de Ruiz-Mateos.
En cuanto a los principales partidos de ¨¢mbito estatal, junto al descenso del PSOE destacan la estabilidad b¨¢sica de los apoyos al CDS y PP (en este ¨²ltimo caso con una moderada inflexi¨®n al alza) y el ascenso de IU, que parece recoger una cierta proporci¨®n del anterior voto socialista que le permite alcanzar un esca?o m¨¢s de los que obtuvo en 1987.
Frente a las siete candidaturas que consiguieron esca?os en 1987, esta vez podr¨ªan entrar doce a repartir esca?os. Se afirmar¨ªa as¨ª una tendencia hist¨®rica de fragmentaci¨®n del sistema de partidos, que se corrigi¨® en las elecciones de 1979 y 1982 para volver a tomar fuerza en las de 1986 y 1987.
Poco m¨¢s de la mitad de los votantes (56%) declara intenci¨®n de acudir a las urnas "con seguridad" el pr¨®ximo d¨ªa 15, frente a un 66% que as¨ª se manifestaba en las v¨ªsperas de las pasadas elecciones de junio de 1987 y un 72% con ocasi¨®n de las elecciones generales de 1986.
Sobre las candidaturas que podr¨ªan acceder por primera vez al esca?o se puede decir lo siguiente: el PA parece beneficiarse especialmente del desgaste del PSOE en una de sus reservas electorales m¨¢s importantes (Andaluc¨ªa), lo que le permitir¨ªa eventualmente no s¨®lo acceder al hemiciclo de Estrasburgo con su cabeza de lista, el alcalde jerezano Pedro Pacheco, sino incluso ganar un segundo esca?o.
Por lo que se refiere a la candidatura de Izquierda de los Pueblos, que encabeza Bandr¨¦s, lo m¨¢s destacado sin duda del posible aumento de sus votos es c¨®mo se distribuyen geogr¨¢ficamente tales apoyos: en Navarra, Cantabria, Madrid, ambas Castillas, Arag¨®n, Canarias y Catalu?a -adem¨¢s del Pa¨ªs Vasco-, la intenci¨®n de voto de esta candidatura iguala o supera su media a nivel nacional. En la pr¨¢ctica, ello significa que esta alternativa se percibe por una franja del electorado como una opci¨®n de izquierdas m¨¢s que como una opci¨®n nacionalista y, adicionalmente, que la buena imagen de Bandr¨¦s fuera del Pa¨ªs Vasco le permite en una elecci¨®n de este tipo allegar un cierto n¨²mero de votos.
La Coalici¨®n Nacionalista, que encabeza Gangoiti, tendr¨ªa una mejor chance para entrar que en 1987, no s¨®lo merced a una esperada mayor abstenci¨®n, sino al voto de la coalici¨®n canaria AIC-ATI, particularmente fuerte en Tenerife y que en las anteriores elecciones se present¨® por separado. Este voto canario ser¨ªa el principal aporte a la nueva coalici¨®n.
Las candidaturas verdes presentan un problema para el ejercicio prospectivo del resultado electoral, dado que los entrevistados no distinguen entre ellas y son cuatro. La intenci¨®n de voto manifiesta se refiere siempre a los verdes, sin m¨¢s. La hip¨®tesis de Demoscopia es que en el caso de una concentraci¨®n mayoritaria de este voto en una de las cuatro candidaturas le permitir¨ªa obtener un esca?o. As¨ª sucedi¨® en las elecciones de 1987, donde una de las dos candidaturas verdes obtuvo aproximadamente dos tercios del voto verde, aunque en aquella ocasi¨®n tal proporci¨®n del voto no le permiti¨® obtener esca?o. La candidatura de referencia se denominaba Los Verdes, sin m¨¢s, y de las cuatro actuales la m¨¢s pr¨®xima a tal denominaci¨®n es la de Los Verdes Ecologistas.
Est¨¢, por ¨²ltimo, la candidatura de car¨¢cter m¨¢s bien parapol¨ªtico de J. M. Ruiz-Mateos, que recoge un apoyo escaso y tal vez vol¨¢til, disperso en forma bastante pareja en un n¨²mero considerable de regiones espa?olas. En el sector m¨¢s conservador de la derecha, este apoyo parece reflejar un descontento y malestar tan expresivo y radical en la forma como probablemente disfuncional respecto de objetivos pol¨ªticos de largo alcance. Por lo dem¨¢s, el mismo car¨¢cter del contenido program¨¢tico de la candidatura hace dif¨ªcil el pron¨®stico respecto a la solidez del resultado. Como sucede a menudo entre electorados m¨¢s s¨®lidos, la campa?a y las encuestas se aprovechan para desahogar expresivamente el malestar pol¨ªtico en mayor medida en que se cambia el voto a la hora de las urnas.
Por lo que respecta a CiU, es preciso tener en cuenta que entre sus electores se registra un porcentaje de indecisos en cuanto a acudir a las urnas el pr¨®ximo d¨ªa 15 del 50%, claramente superior al que se da en la mayor¨ªa de los restantes electorados. Si finalmente parte al menos de esos votantes convergentes que se muestran ahora remisos deciden acudir a votar, la lista que encabeza Gas¨®liba conseguir¨ªa muy probablemente el tercer esca?o. Por ¨²ltirno, las candidaturas de Europa de los Pueblos y Herri Batasuna no presentan ninguna novedad respecto a la situaci¨®n establecida en 1987.
En IU, los m¨¢s descontentos
La valoraci¨®n de las campa?as de propaganda y publicidad que est¨¢n llevando a cabo los partidos guarda un estrecho paralelismo con la intenci¨®n expl¨ªcita de voto. As¨ª, el 16% indica que la campa?a que m¨¢s le gusta es la del PSOE; el 10%, la del PP; el 4%, la del CDS, y el 2%, la de IU: porcentajes, como se ve, muy parecidos a los de la intenci¨®n de voto. En todo caso, la campa?a del PP complace a los electores de ese partido en mayor medida que la del PSOE a los votantes socialistas o la del CDS a los votantes centristas. Los votantes de Izquierda Unida son, claramente, los que en menor proporci¨®n indican que la propaganda y publicidad de su partido es la que m¨¢s les gusta.
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