La URSS, ante su verdad militar / y 2
El autor, miembro del club Tribuna de Mosc¨², sostiene que es el momento de encarar la verdad sobre los abusos cometidos por las fuerzas armadas de la Uni¨®n Sovi¨¦tica en nombre de una mal interpretada doctrina de liberalizaci¨®n.
Sobre el honor del Ej¨¦rcito sovi¨¦tico no hay por qu¨¦ mentir y hablar de malvados ataques por parte de la Prensa y por los liberales. La historia del Ej¨¦rcito es parte de nuestra historia com¨²n, en la cual hubo y contin¨²a habiendo los Novocherkassk y Thilisi. No podemos olvidar que el Ej¨¦rcito que liber¨® del nazismo a Budapest y a Praga entr¨® de nuevo all¨ª, pero no ya en el papel de libertador, en 1956 y 1968.No es Sajarov quien mancha a nuestro Ej¨¦rcito, sino la doctrina brezneviana, que justificaba la intervenci¨®n de las tropas sovi¨¦ticas en cualquier pa¨ªs del campo socialista donde los acontecimientos se desarrollen de un modo desagradable para el totalitarismo. Pero esto pertenece a la historia, aunque hasta el d¨ªa de hoy se calla.
Mientras tanto, la inculcaci¨®n de una ideolog¨ªa y una psicolog¨ªa militarista desde la escuela es algo que dif¨ªcilmente podemos decir que pertenece al pasado. Incluso en el nuevo Congreso de los Diputados se sigue trabajando la conciencia p¨²blica con consignas del tipo nuestro querido Ej¨¦rcito e hijo del pueblo, como dijo uno de los diputados.
Forma objetiva
?Es que no podemos hablar de nuestro Ej¨¦rcito sin esta acostumbrada pasi¨®n patri¨®tico-militar, sino de una forma m¨¢s objetiva y responsable, responsable desde el punto de vista de los intereses defensivos reales del pa¨ªs y tambi¨¦n de los intereses de los soldados y oficiales de carne y hueso, y no de sus maniqu¨ªes ideol¨®gicos de papel?
El Ej¨¦rcito es un instituto necesario y muy importante del Estado. No menos importantes son los ¨®rganos del Ministerio del Interior, de la Fiscal¨ªa, los tribunales, etc¨¦tera, pero a nadie se le ocurre hablar de nuestros queridos tribunales o del KGB (Comit¨¦ de Seguridad del Estado) como de hijo del pueblo.
?Basta de la vac¨ªa ret¨®rica tradicional! Es de suponer que si el servicio militar dejara de ser para los soldados tan humillante y absurdamente pesado, dejar¨ªa de significar un aislamiento completo de la tierra natal y de los familiares, con sus criminales novatadas, con la ausencia de derechos para los grados inferiores, con sus horribles condiciones de vida, con el trabajo forzado en los destacamentos de construcci¨®n, y en lugar de todo esto obtienen realmente una profesi¨®n militar, entonces significar¨¢ un reforzamiento de nuestra capacidad defensiva y habr¨¢ una actitud democr¨¢tica y civilizada hacia el Ej¨¦rcito a cambio del amor de todo el pueblo.
Es de suponer que si nuestros oficiales dejan de llevar una vida dif¨ªcil, mezquina y dependiente, si desaparecen el proteccionismo jer¨¢rquico, los privilegios de la c¨²spide militar, el nefasto papel de los ¨®rganos pol¨ªticos creados bajo Stalin, entonces la perestroika en el Ej¨¦rcito se concretar¨ªa en aqu¨¦llo que tanto necesitan nuestros militares.
?Qu¨¦ sucede en el I Congreso de los Diputados del Pueblo ahora, despu¨¦s de ocho d¨ªas de sesiones?
Yuri Vlasov tiene raz¨®n. Aumenta y toma forma la divisi¨®n de los diputados de acuerdo con las m¨¢s profundas y fundamentales posiciones pol¨ªtico-espirituales. Miro los rostros en el televisor y no s¨®lo trato de juzgar el contenido objetivo de los discursos, sino tambi¨¦n su motivaci¨®n psicol¨®gica-social.
Creo que la definici¨®n que dio Yuri Afanasiev de la mayor¨ªa agresiva-obediente, aunque se ve corroborada por el apoyo al general Rodionov y los ataques a Sajarov, debe ser sustancialmente corregida. El Congreso, como el pa¨ªs entero, no se dividen en dos colores, en blanco y negro. Por supuesto que chocan dos concepciones diferentes de los principios b¨¢sicos de la vida, dos tipos de orientaci¨®n sociopol¨ªtica, dos mundos: la mente democr¨¢tica y la antidemocr¨¢tica. Sin embargo, en el Congreso, como en todo el pa¨ªs, existe tambi¨¦n el centro, y como le corresponde, vacila. Entre los que aplaud¨ªan a Sajarov y los que silbaban a Sajarov hay que distinguir por lo menos tres categor¨ªas. Primero, los que est¨¢n bien informados y son conscientes de lo que hacen: estos diputados defienden sus intereses sociales y su posici¨®n. Segundo, los que est¨¢n sentados entre los suyos, en el c¨ªrculo de la delegaci¨®n regional o republicana, bajo el ojo avizor del primer secretario del partido, etc¨¦tera, muestran timidez o simplemente temen votar de manera diferente, de acuerdo con su conciencia. Tercero, creo no son pocos los que se orientan mal, los que est¨¢n presos de sus propios prejuicios y de las viejas estampas propagand¨ªsticas, los que no tienen cultura pol¨ªtica y que por el momento no son capaces de determinar sus propios intereses sociales en cuanto la discusi¨®n se sale de los marcos de su experiencia vital directa. Pero se trata de gente que subjetivamente es sincera, que se ir¨¢ ilustrando con la lucha pol¨ªtica. A esta gente ne hay que rechazarla, sino empujar¨ªa a esa mayor¨ªa agresiva-obediente.
Grupo independiente
Pero para ello los diputados dem¨®cratas deben unirse y crear, como propuso Gaviril Popov en la sesi¨®n matinal del 27 de mayo, un grupo independiente interregional guiado por las ideas de radicalizar las reformas estructurales y hacer "la perestroika de la perestrioka". El Congreso ya se ha dividido. La "consolidaci¨®n" entendida como la conocida "unanimidad" significar¨ªa la muerte. Sin embargo, como reemplazo de la abundancia de discursos demag¨®gicos y pasiones incultas se necesita concretar diferentes plataformas y posiciones pol¨ªticas.
Creo que a nuestra manera hemos llegado a la situaci¨®n polaca. Por supuesto que todo todav¨ªa es imprevisible. Pero la historia ya ha puesto a la orden del d¨ªa la necesidad de organizar una oposici¨®n constructiva que se apoye en el movimiento de masas de los clubes de electores y en los frentes populares. En esta oposici¨®n reside la ¨²nica aunque dram¨¢tica posibilidad para Gorbachov y sus partidarios de evitar la cat¨¢strofe por medio del di¨¢logo con la gente y los movimientos independientes. Si esto a¨²n no todos lo ven claramente, ma?ana ser¨¢ todav¨ªa m¨¢s dif¨ªcil, y quiz¨¢ sea demasiado tarde.
Traducci¨®n de Rodrigo Fern¨¢ndez.
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