Cogida grave de Curro Romero en Aranjuez
Curro Romero sufri¨® una impresionante cogida cuando lanceaba de capa al cuarto toro. Curro Romero lanceaba a la ver¨®nica de poder a poder y cargando la suerte. El toro, un ejemplar casta?o lombardo, terciado, serio, cerrado de cuerna, embest¨ªa con fuerza y se revolv¨ªa en un palmo de terreno. Curro Romero, terno oliva y azabache, disput¨® su terreno al toro embarcando las oleadas en ver¨®nicas puras. Cruj¨ªan los ol¨¦s, el p¨²blico saltando de sus asientos a cada lance, y llevar¨ªa instrumentada media docena de ver¨®nicas cuando el toro se venci¨® sobre la pierna contraria delantada, derrot¨® levantando al torero como un trofeo, le dio un giro dram¨¢tico sobre el pit¨®n, del que qued¨® colgado cabeza abajo, y lo lanz¨® contra el estribo de la barrera. Curro Romero intent¨® incorporarse pero cay¨® redondo en la arena, mientras todas las cuadrillas se apresuraban al quite. Entre muchos le condujeron a la enfermer¨ªa y a¨²n con el rictus del dolor, buscaba con el rabillo del ojo al toro, que alejaba el vuelo de alg¨²n capote.La herida es grave, aunque m¨¢s o menos limpia. Acabada la corrida, nos dec¨ªa el cirujano: "Se trata de una cornada muy aparatosa pero va a tener suerte Curro Romero, porque no le ha afectado vasos ni arterias importantes. Se ha procedido a su traslado a Madrid, a la cl¨ªnica Nuestra Se?ora de Loreto, y estamos en contacto con M¨¢ximo Garc¨ªa Padr¨®s, cirujano jefe de la enfermer¨ªa de Las Ventas, que le reconocer¨¢ all¨ª. La situaci¨®n est¨¢ controlada y no hay motivo alguno de preocupaci¨®n, salvo que surjan complicaciones".
Marca / Romero, Espartaco, Cu¨¦llar
Toros de Jos¨¦ Luis Marca, chicos, sin trap¨ªo excepto el 4?, escasos de pitones, nobles. Curro Romero. dos pinchazos y cuatro descabellos (bronca); cogido grave al lancear al 42. Espartaco: estocada trasera (oreja); media trasera ca¨ªda (oreja); pinchazo y estocada (oreja). Juan Cu¨¦llar. pinchazo, estocada corta trasera muy tendida y dos descabellos (ovaci¨®n y salida al tercio); estocada (dos orejas). Plaza de Aranjuez, 9 de junio. Corrida aplazada de la festividad de San Fernando.
Alguien ha dicho alguna vez que para que a Curro Romero le coja un toro, tiene que tirarle un cuerno. As¨ª habr¨¢ de ser, seguramente, en sus habituales trasteos a la defensiva. Pero cuando Curro Romero torea, se la juega m¨¢s que nadie. Curro Romero no sabe torear mal, ni lo intenta. Y va con su verdad por delante, cuyas ¨²nicas opciones son el macheteo sin disimulos o el toreo aut¨¦ntico. Que consiste en parar-templar-mandar... y cargar la suerte.
En la misma corrida estaba el m¨¢ximo representante del pundonor y la valent¨ªa, que ni intent¨® cargar la suerte a lo que sali¨®, a pesar de que era pura becerrada, y en las ver¨®nicas libraba la embestida dando astutamente el paso atr¨¢s. Porque el toro es siempre peligroso, hasta el m¨¢s chico puede partir en dos a quien se le ponga por delante, pero el toreo adquiere su punto culminante de belleza, mando y riesgo cuando el torero para, templa y manda... cargando la suerte. Curro podr¨ªa haber hecho lo que la mayor¨ªa de sus compa?eros de escalaf¨®n: aliviarse astutamente con el paso atr¨¢s en cada embestida fingiendo pinturer¨ªa. Claro que entonces no ser¨ªa Curro, sino un Romero cualquiera. Y como es Curro -el ¨²nico: no hay otro- el p¨²blico aguarda pacientemente a que venza su cr¨®nica aflicci¨®n y se atreva a interpretar el toreo m¨¢s bello, m¨¢s dominador, m¨¢s valiente. Hay entonces un equilibrio dif¨ªcil entre el arte y la tragedia, y ah¨ª est¨¢ el secreto de la causa currista. Un dif¨ªcil equilibrio que a veces rompe el toro a punta de pit¨®n, y eso es lo que acaeci¨® ayer en Aranjuez.
El resto de la corrida transcurri¨® brillante, con aquella especie de becerrada, que Espartaco domin¨® por entero, convirtiendo en largas las embestidas remisas, aguntando parones, arrim¨¢ndose con coraje. Y si no cargaba la suerte para nada, en el ¨²ltimo torillo cuaj¨® una sorprendente tanda de naturales tan templados y armoniosos, que si ese fuera siempre su estilo, estar¨ªa ¨¦l tambi¨¦n en el mismo umbral del toreo g¨¹eno. Un umbral que Juan Cu¨¦llar atraves¨® muchas veces en la tarde, principalmente en su segunda faena, valiente, inspirada, torer¨ªsima. Porque Juan Cu¨¦llar es diestro cabal, con hambre de triunfo.
Babelia
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