El dimisionario De Mita intentar¨¢ formar Gobierno

, El jefe del Estado italiano, Francesco Cossiga, encarg¨® ayer formar Gobierno al primer ministro dimisionario, el democristiano Ciriaco de Mita, mientras que en las elecciones regionales de Cerde?a, celebradas el domingo y lunes pasado, la Democracia Cristiana ha ganado dos nuevos esca?os, el partido socialista cuatro, y el partido comunista ha perdido cinco.

El encargo a De Mita de formar Gobierno ha sido una sorpresa y un bofet¨®n al partido socialista, que precisamente el 19 de mayo pasado, durante la clausura de su congreso nacional, hab¨ªa puesto en crisis el gabinete De Mita.

De hecho, el encargo de explorador al presidente del Senado, Giovanni Spadolini, hab¨ªa tenido como finalidad buscar una soluci¨®n que quitase el impedimento de la presencia de De Mita al frente del Ejecutivo, ante la hostilidad abierta contra ¨¦l del l¨ªder socialista Craxi, quien ayer coment¨® sarc¨¢stico que para dicha soluci¨®n no hac¨ªa falta haber perdido tres semanas.

El mismo secretario democristiano Arnaldo Forlani hubiese preferido que Spadolini continuase su exploraci¨®n para evitar un encargo de formar Gobierno antes de conocer el resultado de las elecciones europeas del pr¨®ximo 18. Forlani, a pesar de su prudencia proverbial, no ha dudado en acusar el lunes al mismo jefe del Estado.

Lo que ocurre es que el director de Repubblica, Eugenio Scalfari, hab¨ªa escrito un editorial de fuego el domingo, calificando de payasada y de tomadura de pelo al pa¨ªs la continuaci¨®n de una exploraci¨®n que se sab¨ªa muy bien que ten¨ªa s¨®lo como finalidad esperar a las elecciones.

?nico candidato

Cossiga ha reaccionado convocando a De Mita -¨²nico candidato presentado por su partido- y d¨¢ndole un mandato pleno de formar Gobierno. Claro que todo quedar¨¢ igualmente paralizado hasta despu¨¦s de las elecciones, mientras que ya se habla de elecciones anticipadas si De Mita no acaba pasando la mano a otro, ya que dif¨ªcilmente los socialistas aceptar¨¢n formar parte de un Gobierno suyo estable.

Las elecciones de Cerde?a han sido una nueva prueba para conocer la tendencia de los italianos en este momento: una democracia cristiana incombustible que ha ganado votos tras cinco a?os de estar en la oposici¨®n, un partido socialista que, aunque despacio, sigue avanzando siempre, y un partido comunista que va perdiendo tambi¨¦n en cada elecci¨®n, aunque no en la medida de lo que desear¨ªan, por ejemplo, los socialistas.