Se desdice un testigo clave en el 'caso Palme'
, Un vuelco espectacular tuvo ayer el juicio sobre el asesinato de Olof Palme, cuando uno de los principales testigos con que contaba la acusaci¨®n para probar la culpabilidad de Christer Pettersson se desdijo totalmente de sus anteriores declaraciones a la polic¨ªa. Por otra parte, Lisbeth Palme, viuda del ex primer ministro, hizo llegar al tribunal una carta en la que pone, entre otras condiciones para comparecer en el juicio, que el acusado no est¨¦ presente en la sala durante su testimonio.
El testigo principal, un hombre de 35 a?os que, como Pettersson, pertenece al mundo de la delincuencia, tras exigir que su testimonio no fuera transmitido por radio, dijo: "No estoy seguro, tengo mala memoria. Yo no puedo sentarme aqu¨ª para mentir". Con estas palabras, el declarante dio por tierra con el indicio m¨¢s firme que ten¨ªan los investigadores para acusar a Pettersson. El testigo dijo, adem¨¢s, que durante los interrogatorios la polic¨ªa hab¨ªa tratado de influirlo con la posibilidad de obtener los 50 millones de coronas (unos mil millones de pesetas) que se han ofrecido a quien proporcione la pista que conduzca al asesino de Palme.Sus declaraciones anteriores sobre la hora en que el acusado hab¨ªa llegado a su apartamento, en el que era esperado por un amigo, constitu¨ªan la prueba m¨¢s firme con que contaba la acusaci¨®n para deducir que Pettersson hab¨ªa estado en el lugar del crimen a la hora en que se cometi¨®. La hora que el testigo dio ayer probar¨ªa lo contrario.
Por si fueran pocas las contrariedades para la polic¨ªa y los fiscales, la carta de Lisbeth Palme, poniendo condiciones que no se cree que el tribunal pueda aceptar, podr¨ªan privar al juicio de otro testimonio valioso. Anteriormente, la viuda de Palme, seg¨²n los fiscales, hab¨ªa reconocido en un v¨ªdeo a Pettersson como el hombre que dispar¨® contra ella y su marido.
Esta semana, adem¨¢s, surgi¨® otro testigo inesperado. Un hombre de 68 a?os que conoce a Pettersson y que asegura haber visto a ¨¦ste la noche del crimen en una estaci¨®n terminal de la misma l¨ªnea que lleva al barrio del acusado, a una hora que lo libra de toda sospecha de haber estado en el lugar del crimen cuando ¨¦ste se cometi¨®.
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