Juan Mora, a hombros por la puerta grande
A Juan Mora le volvieron a sacar en hombros una vez m¨¢s por la puerta grande de la Monumental y, como ocurriera la ¨²ltima vez que tore¨® en Barcelona, su toreo fue un triunfo sonado. Sus toros de ayer, al igual que el resto del encierro, fueron todo lo ajustados que suelen ser siempre para las figuras, es decir "de garant¨ªa". Con ellos ha sembrado el s¨ªndrome del buen gusto por el arte de torear en este albero barcelon¨¦s que ve en este torero de lienzo un puro int¨¦rprete de la tauromaquia. Verle embarcar al toro con el capote es una delicia; al ganarle terreno al toro hasta salirse al platillo, en cada lance a la ver¨®nica, el pase le queda majestuoso y el remate lento y desmayado de la media enloquece a los tendidos. Mora volvi¨® a interpretar, con la muleta, la esencia del toreo: por delante al cite, embarcar, cargar la suerte y rematar atr¨¢s: ?casi n¨¢!. En hombros sali¨® por la Gran V¨ªa. Mas por encima de todo, Mora ha logrado avivar la expectaci¨®n en el p¨²blico. La excelente entrada que ayer registr¨® la plaza, es una muestra evidente del nombre propio que en Catalu?a est¨¢ adquiriendo este torero.Ortega Cano no parece estar en uno de sus mejores momentos. Ventajista con el pico de la muleta ante el manso primero, brill¨® poco ante el excelente cuarto toro, masacrado en varas.
Sep¨²lveda / Ortega Cano, Espartaco, Mora
Tres toros de Sep¨²lveda y tres de Montalvo, terciados, mansos y blandos. 4?, de Sep¨²lveda, bravo. Ortega Cano: palmas con algunos pitos en su lote. Espartaco: oreja; palmas y saludos. Juan Mora: oreja; dos orejas; sali¨® a hombros por la puerta grande: Plaza de Barcelona, 18 de junio.
Espartaco, ante el segundo de la tarde se justific¨® en su categor¨ªa de l¨ªder. Porfi¨® consintiendo, aguant¨® arreones y tarascadas y extrajo pases de m¨¦rito y de lidiador consecuente, pues hay que decir que el marrajo ten¨ªa su guasa y reclamaba lidia ante ¨¦l. Con el bobalic¨®n quinto, toro sospechoso de cuerna entre otras cosas, Espartaco meti¨® pico, tore¨® despegado y descarg¨® la suerte interpretando de esta forma el destoreo.
Babelia
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